El Comité de Asturies del PCPE traslada al conjunto de la clase obrera y el pueblo trabajador asturiano la siguiente declaración de inicio del curso político. El motivo de la misma no es otro, que el de hacer llegar a los trabajadores los análisis del PCPE sobre la situación socioeconómica y los hechos fundamentales que han marcado la lucha de clases en nuestra región, desde la perspectiva que nos ofrece el haber participado activamente en las principales luchas que ha protagonizado la clase trabajadora asturiana, y trasladar la propuesta política de los comunistas para articular la contraofensiva del movimiento obrero y popular, que ponga freno a las medidas agresivas que la oligarquía ha desatado contra la clase obrera y el pueblo trabajador.
Las dificultades del capitalismo para remontar su crisis estructural y las consecuencias sobre la clase obrera.
Los últimos datos de la economía asturiana confirman las tendencias predominantes desde el estallido de la crisis capitalista: la destrucción de fuerzas productivas y el empobrecimiento creciente de amplias masas de trabajadores. El paro ha superado los 120.000 trabajadores durante este año, y la leve reducción producida como consecuencia de la temporada estival no es más que una anécdota ante la imparable destrucción de puestos de trabajo producidos a lo largo del 2013. La producción industrial ha caído durante el 2013 un 8,3% un punto más que el año anterior, los expedientes de regulación de empleo se aplican indiscriminadamente, la destrucción de empleo entre los trabajadores autónomos, que el año pasado marcó un record con 1873, continúa con especial incidencia en las ramas relacionadas con la industria y el comercio, la caída de los contratos indefinidos por encima del 6% y la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores como consecuencia de los descuelgues salariales o a la negociación a la baja de los convenios colectivos, así como la dramática situación que vive nuestra juventud con un tasa de desempleo del 63%, nos sitúan ante un escenario en el que persistirá la recesión económica y en el cual los trabajadores deberemos de afrontar importantes luchas para el devenir de la lucha de clases.
La contrarreforma laboral y la liquidación de la negociación colectiva han puesto en manos del bloque oligárquico-burgués todo los medios para aplicar las medidas que necesita para salir de su crisis. Medidas que como hemos podido comprobar a lo largo de estos 5 años pasan por la destrucción de fuerzas productivas, como consecuencia del proceso de concentración del Capital, y el abaratamiento de la fuerza de trabajo. Junto a ello, los procesos que se están dando tendentes a privatizar determinados sectores que hasta ahora permanecían en manos del Estado, como pueda ser la educación o la sanidad, completan la estrategia de la oligarquía para remontar la caída de la tasa de beneficio.
Avanza el empobrecimiento de amplias masas de trabajadores.
Las consecuencias de las medidas antiobreras y antipopulares que aplica la oligarquía se hacen notar de forma dramática sobre las condiciones de vida del pueblo trabajador asturiano. Un
cada vez mayor número de familias trabajadoras encuentra verdaderas dificultades para asegurar unas mínimas condiciones de subsistencia. A fines de 2012, 16.000 familias trabajadoras no recibían ningún ingreso normalizado, 143.000 tienen como único ingreso la pensión de alguno de sus miembros (33%), sólo el 57% de los hogares tienen alguno de sus miembros que percibe ingresos derivados del trabajo. De los 58.000 parados que reciben prestaciones, casi la mitad (48%) percibe una prestación de carácter asistencial (426€) y 40.000 trabajadores no perciben ningún tipo de prestación.
Los datos expuestos muestran con claridad que la salida a la crisis capitalista que la oligarquía nos quiere imponer, sólo acarreará más sufrimiento y miseria para el pueblo trabajador.
Del gobierno de la “Izquierda Plural” al Gobierno del Capital.
Tras el estrepitoso fracaso de FAC y el adelanto electoral provocado por éste, la burguesía ha encontrado en el nuevo Gobierno del Capital, conformado por el PSOE, IU y UPyD, un recurso de refresco para la aplicación de las medidas que las necesidades que la oligarquía exige para imponer a los trabajadores y al pueblo su salida de la crisis. Tras haberse, estos oportunistas, presentado como los salvadores del “Estado de Bienestar”, como protectores del sector público y la economía “productiva”, de la sanidad y de la educación… sólo ha hecho falta poco más de un año para que desvelasen su verdadera naturaleza de gestores de los intereses del Capital. Lo muestran las medidas tomadas por el gobierno de coalición de la socialdemocracia y el oportunismo durante este año y medio. Han aplicado la rebaja salarial a los empleados públicos con rigor, han desatado una guerra contra los trabajadores de la sanidad para aplicarles los incrementos de la jornada laboral, han reducido la partida para el HUCA en 23,5 millones de euros y han despido a 203 trabajadores del área IV, han reducido el presupuesto para educación pública en más de 60 millones de euros mientras mantienen inalterable el presupuesto para la privada , han aplicado sin ningún tipo de rubor, la reforma laboral aprobada por el PP para despedir a 40 trabajadores de la RTPA y 50 trabajadores de SEDES, han procedido a la privatización de 8 empresas públicas y también han anunciado su intención de privatizar los servicios no sanitarios del SESPA. Pero su desfachatez llega hasta el punto, de afirmar que defienden las comarcas mineras y la actividad minera para después reducir la partida presupuestaria destinada a la formación y el empleo en las cuencas a la mitad, asumir el cierre decretado por la UE para el 2018 y llegar a un pacto de gobierno con UPyD que se ha manifestado a favor del cierre de la minería.
El oportunismo de Izquierda Unida, instrumento de las clases dominantes para atrapar a la clase obrera en los márgenes del capitalismo.
La participación de IU en el gobierno de Asturies tiene como objetivo asegurar la paz social mientras se aplican e implementan las medidas agresivas contra los derechos y las condiciones de vida de los trabajadores, dictadas por el capital monopolista. Encadenar a los trabajadores en la lógica capitalista, es la consigna de los oportunistas. Su participación y apoyo a los principales medidas impulsadas por el gobierno asturiano, muestran que están plenamente incorporados en la estrategia del Capital, difundiendo propuestas de adaptación entre los trabajadores y el pueblo, tratando de hacernos creer que ellos si son capaces de armonizar
los intereses de la oligarquía parasitaria con los intereses y necesidades de los trabajadores. Las medidas adoptadas por el gobierno de Asturies con el apoyo, implícito en unas ocasiones y explícito en otras, de IU demuestra que lo que realmente proponen las fuerzas de la socialdemocracia y el oportunismo a la clase obrera y al pueblo trabajador es que asumamos las reducciones de salarios, el incremento de la jornada laboral y de los ritmos de trabajo; en definitiva, que nos adaptemos a niveles superiores de explotación, que es la exigencia de la oligarquía. La clase obrera y el pueblo trabajador no pueden depositar ninguna confianza en esta política tramposa del oportunismo y la socialdemocracia.
Prueba de ello, es el año y medio de gobierno del PSOE, IU y UPyD, durante el cual la situación de la clase obrera y los sectores populares ha empeorado. El cierre de importantes empresas de nuestra región como Suzuki o Tenneco que condenan a cientos de trabajadores a la miseria, son ejemplo de la incapacidad de los gestores del Capital para resolver los crecientes problemas a los que se enfrenta el pueblo trabajador asturiano. También en el conflicto minero que se desarrolla en el suroccidente asturiano, el gobierno de la socialdemocracia y el oportunismo ha desvelado su carácter de clase, avalando al empresario Victorino Alonso. Este oligarca que trata de imponer a los trabajadores mineros unas condiciones de vida similares a las de principios del siglo pasado merece el aval y el apoyo del gobierno regional, mientras los trabajadores que llevan meses sin cobrar son sometidos a más absoluto cerco informativo. Sin embargo, el ejemplo de dignidad y lucha que han dado y dan los trabajadores de la mina de Cerredo al no aceptar el chantaje al que están siendo sometidos y mantenerse fuertemente unidos frente al enemigo común, marcan el trayecto a recorrer para levantar la respuesta que la clase obrera y el pueblo debemos dar ante la ofensiva cada vez más virulenta de la oligarquía.
El movimiento obrero y popular debe pasar a la ofensiva.
No hay salida social a la crisis en el marco de la dominación del poder de los monopolios y las relaciones capitalistas de producción. La clase obrera no debe depositar ninguna esperanza en que la gestión del gobierno de la socialdemocracia y el oportunismo suponga ningún alivio a su situación. La alta tasa de paro que sufre nuestra región, el peligro de cierre de la minería, el continuo desmantelamiento del tejido industrial, el declive de la agricultura y de la ganadería, la difícil situación por la que están pasando los autónomos y los pequeños productores, no encontraran salida con un gobierno de gestión de los intereses de los monopolios, independientemente de cual sea su color. Sólo a través de un proceso de ascenso de la lucha, de confluencia y de acumulación de fuerzas con perspectiva de confrontación y no de conciliación, se irán generando las condiciones para que la clase obrera y los sectores populares pasen de fase de resistencia a la fase de ofensiva.
En este sentido, desde el PCPE trasladamos a la clase obrera asturiana y al pueblo trabajador el siguiente programa de lucha sobre el que articular la contraofensiva obrera y popular que permita cambiar la actual correlación de fuerzas:
* Nacionalización de la minería y la siderurgia y todos los sectores estratégicos de la economía.
* Salida de España de la UE y el €uro. La Unión europea es una estructura de carácter imperialista en la que se agrupa los intereses del capital monopolista para acabar con las conquistas alcanzadas por los trabajadores. El €uro no ha sido más que un instrumento en manos de la oligarquía para esclavizar a los trabajadores al capital financiero.
* Unidad obrera. Desde el PCPE llamamos a los trabajadores y trabajadoras a organizar Comités de Unidad Obrera en cada centro de trabajo para superar la estrategia pactista de las cúpulas sindicales y romper con la artificial división sindical.
* Unificar todas luchas. Las luchas que han enfrentado los trabajadores durante estos cinco años de crisis han sido luchas aisladas, no recibían el torrente de fuerza e impulso que es capaz de generar la clase obrera cuando lucha unida en defensa de sus intereses de clase. La unificación de las distintas luchas será un paso previo e importante para la conformación de un amplio marco de alianzas, que bajo la hegemonía de la clase obrera incorpore a los sectores populares que están siendo castigados por las políticas agresivas de las clases dominantes. Esta alianza clasista necesariamente apuntará hacia la superación revolucionaria del capitalismo y la construcción del socialismo-comunismo, en tanto cuanto, sólo la propiedad social de los medios de producción, la planificación central de la economía y el poder obrero y popular permitirán poner a disposición de las grandes mayorías los recursos que garanticen unas condiciones de vida dignas para el pueblo trabajador.
* Recuperar el internacionalismo como instrumento del movimiento obrero ante la internacionalización del poder del Capital. El capitalismo en crisis estructural se vuelve especialmente agresivo. La clase obrera debe de comprometerse en el mantenimiento de la paz, manifestando su rechazo a las guerras de rapiña del imperialismo y practicando la solidaridad activa con los pueblos agredidos por el imperialismo. Hoy nuestra exigencia es la de levantar un fuerte movimiento de solidaridad con el pueblo Sirio, incorporando la exigencia de la salida de nuestro país de la alianza criminal OTAN.
TODO PARA LA CLASE OBRERA
PORQUE QUIENES TODO PRODUCIMOS TODO DECIDIMOS.
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