Cuando las directrices de Europa van en el camino del desmantelamiento de los servicios públicos propiciando la libre competencia, nacen empresas que, empujadas por dichas directivas, pretenden quedarse con una parte de un supuesto pastel. Y hay veces, como en el caso de la correspondencia de hasta 20 gramos, las cartas, que no hay tal pastel, más bien hay miseria.
El correo tradicional lleva años perdiendo fuelle frente al correo electrónico y otras formas de comunicación más acordes con los tiempos que vivimos, sin embargo, hay una parte de la población que necesita seguir recibiendo cartas. Las empresas de reparto de correspondencia tienen un mercado muy complicado y mal regulado. Pero una empresa sólo puede permanecer abierta si paga a sus empleados, no solamente en tiempo, también en las cantidades acordadas. El caso de UNIPOST es sangrante, de poder ser el segundo operador postal en hacer ERES, ERTES, descuelgues salariales, en definitiva, tener a la plantilla desde hace años en un sin vivir que lleva a no poder trabajar en las condiciones necesarias.
Desde el PCPE consideramos que la unidad de la plantilla es la que nos puede llevar a la solución, que nunca será fácil, tendremos que pelearla. Pero las discrepancias sindicales sólo vienen bien a la patronal, ya que sirven de válvula de escape para que la unidad de la plantilla se rompa y las movilizaciones no sean secundadas. Por eso, desde el PCPE consideramos y apostamos por la necesidad de debatir nuestro futuro en las asambleas y corresponsabilizarnos todos y todas del resultado de lo que opinen las plantillas. No estamos para pruritos sindicales, sino para mostrar unidad de acción en la movilización.
Creemos que la movilización debe llevar a la negociación, a buscar alternativas de viabilidad a la empresa, evitar el concurso, pero no a consta de bajar los salarios, aumentar la jornada o no pagar lo establecido. Si es así, que vayan planteando pagar lo que nos corresponde, que las trabajadoras y trabajadores ya responderemos como se merecen.
El futuro de unipost no pasa por ser una marca blanca, barata y explotada. El PCPE considera que la entrada en la Unión Europea, sólo ha servido a los empresarios, a los que manejan la economía, no a la clase obrera, es una unión económica y no social, al igual que el euro, por eso exigimos la salida de la UE, de la OTAN y del Euro. ¿Y cuál sería el futuro? Sin duda, consideramos que esas cartas son absolutamente necesarias para mantener la cohesión territorial, no puede haber discriminaciones entre habitantes de las distintas localidades y comunidades, por eso, los trabajadores/as de UNIPOST deberían ser empleados públicos, con derechos (a cobrar por su trabajo) y con obligaciones (a realizar el reparto en condiciones). Eso hoy día, la familia RAVENTOS no lo garantiza, esta familia solo quiere garantizar su supervivencia económica a costa de las condiciones de sus empleados.
EL PCPE apoyará las movilizaciones, todas, ya que considera la situación insostenible, pero instamos a la plantilla a unificar las mismas, de otro modo, solo estaremos dividendo a la clase y dando alas a la patronal. Deben ser las asambleas de centro las que analicen el futuro y decidan como actuar, pero sin olvidar que UNIPOST tiene centros en muchas provincias, y la movilización, porque todos los sindicatos apuestan por la movilización, esta debería ser unificada.
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