Ante el fallecimiento de Rita Barberá Nolla, alcaldesa de València durante 24 años, el PCPE desea realizar la siguiente declaración:
Tras el fallecimiento de Rita Barberá, que se produce en plena investigación judicial por su implicación en diversos casos de corrupción, se ha abierto un primer debate sobre el respeto piadoso a la persona, por encima del papel que tuvo en la sociedad. Frente a este debate la clase obrera valenciana debe tener muy claro dónde situarla.
Rita Barberá, cuyo origen político se remonta al franquismo, siendo copromotora y cofundadora de Alianza Popular, no fue solamente la alcaldesa implicada en los casos de corrupción y blanqueo de capitales del caso Taula, por la que se la investigaba actualmente. Incluso más allá de los conocidos casos de malversaciones y gastos públicos injustificados que alimentaban su vida privada, e incluso más allá de los muy frecuentes gestos de falta de respeto hacia otros políticos y hacia representantes de las y los trabajadores y de las capas populares valencianas, Rita Barberá comandaba la gestión política del interés de la clase burguesa sobre la ciudad de València, con todo lo que ello implicaba: progresiva desaparición de los derechos de las y los trabajadores, desahucios, marginación de barrios para su especulación inmobiliaria (barrio del Cabanyal), la ruina de los hospitales, centros de salud, colegios y universidades, el secuestro de la cultura valenciana y desprecio de nuestra lengua y un largo etcétera. Su papel al servicio de la burguesía, durante todos los 24 años de su mandato, ha sido un ataque directo y sin paliativos a la clase obrera valenciana que en muchos casos se ha traducido en actos de represión desmedida (en las protestas estudiantiles de 2012 que se vinieron a llamar Primavera Valenciana) y en la tragedia (sean personales, de familias en la calle y sin nada de comer, o sean colectivas, como en el caso del accidente de Metro València), y esto la convierte, para las y los trabajadores , en una enemiga de clase.
La clase obrera valenciana no debe, pues, juzgar a Rita Barberá como persona, sino como enemiga de sus legítimos intereses y no debe hacer ningún caso a los que, por otra parte de forma muy hipócrita, exigen el respeto y el reconocimiento. La clase obrera valenciana debe tener muy claro que Rita Barberá no era una de los suyos.
Por otra parte, el PCPE quiere hacer notar el papel de connivencia de clase del actual presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, del PSOE, así como de sus aliados políticos, reconociendo públicamente la trayectoria política de Rita Barberá, declarando un luto oficial de tres días y cediendo el uso del ayuntamiento de Valencia a los familiares para la organización de una capilla ardiente. Con estos gestos se demuestra, una vez más, quién está del lado de los trabajadores y trabajadoras y quién está del lado de los que les atacan.
València, 24 de noviembre de 2016.
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