“Pero si creéis que ahorcándonos podéis contener el movimiento obrero, ese movimiento constante en que se agitan millones de hombres que viven en la miseria, los esclavos del salario; si esperáis salvación y lo creéis, ¡ahorcadnos ! Aquí os halláis sobre un volcán, y allá y acullá y debajo y al lado y en todas partes fermenta la Revolución. Es un fuego subterráneo que todo lo mina.”
Augusto Spies, 31 años, el 20 de agosto de 1886, Uno de los líderes ahorcados en Chicago, EEUU
Declaración de la FSM – Primero de mayo 2017
La Federación Sindical Mundial -FSM- , con miras al Día Internacional del Trabajo del 1o de mayo, envía sus saludos militantes a los trabajadores de todo el planeta, quienes, comprometidos con sus sindicatos, luchan por la satisfacción de sus necesidades contemporáneas.
El primero de mayo es un hito para los trabajadores de todo el mundo; desde 1886 las reivindicaciones de los trabajadores inmigrantes de Chicago siguen siendo actuales. Hoy día, su lucha sigue en la batalla de los trabajadores por una vida y trabajo digno, con derechos, seguridad, educación y salud gratuita. Como entonces en Chicago, cuando los trabajadores inmigrantes de los EEUU estaban de pie en la primera línea de las luchas clasistas, también ahora, los millones de trabajadores inmigrantes pueden, a través de su participación activa y militante en sus sindicatos, fortalecer las luchas clasistas en contra de la barbarie capitalista.
Este año ha estado marcado por el agravamiento de las rivalidades interimperialistas que no sólo incrementan la explotación de los pueblos, sino también plantean el riesgo de una guerra generalizada. Los acontecimientos en África, Oriente Próximo, Asia y Europa demuestran la agresividad del Capital en contra del movimiento obrero, conducen a miles de personas a imigrar a fin de escapar de las guerras y al mismo tiempo la UE y los gobiernos de los países de Europa fingen que quieren ayudar a la supervivencia de los inmigrantes.
Los trabajadores de todo el mundo están preocupados por la agresividad del gobierno estadounidense, de los países de la OTAN y de sus aliados que, para ganar nuevos mercados y despojar a todos los países de sus riquezas, bombardean al pueblo de Siria, matan a niños en Palestina, empujan al pueblo de Venezuela a un conflicto civil, amenazan con hacer uso de armas nucleares en la península de Corea. Los que hace unos días lanzaron en Afganistán la bomba no nuclear más potente de su arsenal son los mismos imperialistas que apoyan y colaboran con el gobierno de Ucrania respaldado también por fascistas; son los mismos que apoyan y toleran las políticas de Israel en Oriente Próximo.
Estas rivalidades internacionales interimperialistas empeoran todavía más la situación económica de los trabajadores y de los pensionistas. Hay una arremetida generalizada contra los salarios y las pensiones, una ofensiva de privatizaciones de la seguridad social, de la Salud y Educación Pública, un aumento del desempleo, del trabajo “negro” y de las limitaciones de libertades sindicales. En este contexto, la clase trabajadora y los pueblos se están preparando por la celebración militante del primero de mayo de 2017.
La Federación Sindical Mundial, hace un llamamiento a todos sus amigos y afiliados en cada rincón del mundo para que conmemoren por cualquier medio y manera el Día Internacional de los Trabajadores, uniendo sus voces y gritando:
“Organizamos nuestra lucha en contra de la barbarie imperialista, por las necesidades contemporáneas del pueblo y de la juventud, por un mundo sin explotación y guerras”.
La FSM, en representación de 92 millones de trabajadores en cada continente del mundo, reitera su solidaridad internacionalista con el pueblo heroico de Cuba que será el anfitrión de la reunión del Consejo Presidencial de la FSM del 3 al 5 de mayo 2017, así como con todos los trabajadores del mundo que luchan en contra de la agresividad imperialista.
En este 2017, después de la celebración del 17o Congreso Sindical Mundial, la FSM sale fortalecida, con nuevas fuerzas, con nuevas organizaciones y, sobre todo, con sus decisiones.
Organizamos con mayor diligencia e intensidad nuestra acción en cada país, en cada continente por la emancipación de la clase trabajadora; seguimos la lucha por nuestros derechos y necesidades en contra del sistema de explotación que genera pobreza, guerras y olas de refugiados.
Los invencibles no son los enemigos de los pueblos,
sino los propios pueblos que luchan
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