El Comité de Cantabria del PCPE expresa su total apoyo a las huelgas convocadas por la Junta de Personal Docente de Cantabria por el cambio de horario lectivo en las etapas de Educación Infantil y Primaria durante los meses de septiembre y junio. El debate sobre el horario lectivo de esos meses debería haberse basado en criterios pedagógicos y científicos, no amparándose únicamente en la legislación más agresiva contra la Educación Pública aprobada por el gobierno del PP.
La posición del consejero de Educación, Francisco Fernández Mañanes, según parece impuesta por el Secretario General del PSOE de Cantabria, es de una irresponsabilidad absoluta, no sólo por tomar una decisión de este tipo de forma unilateral, con sucesivas mentiras y cambios de opinión, sino por haber provocado el desprestigio de las y los docentes entre gran parte de la sociedad, al ser presentadas/os como privilegiadas/os con un alto salario y demasiadas vacaciones que, encima, quieren trabajar menos en septiembre y junio. Ese destructivo debate generado le inhabilita para ocupar el puesto de Consejero de Educación. La indignación del colectivo de maestras y maestros ante este desprestigio ha provocado el amplísimo seguimiento de las huelgas de los días 14 y 20 de junio.
El sistema Educativo no es ni la causa de los problemas de conciliación entre trabajo y familia, ni puede ser la solución. El problema de la conciliación es también una cuestión de clase: las familias burguesas no tienen ningún problema para pagar clases extraescolares, cuidadoras u otro tipo de soluciones para conciliar sus horarios con los de sus hijos/as. La conciliación para las clases trabajadoras debe resolverse con otros mecanismos, empezando por legislación social y laboral, ayudas efectivas para la maternidad y paternidad, así como oferta de servicios públicos (que incluyan actividades extraescolares gratuitas). Esta es una cuestión que implica no sólo a las familias afectadas, sino al conjunto de la sociedad. La baja natalidad de Cantabria es un fiel reflejo de los problemas y dificultades que muchas familias obreras se encuentran en su vida real para afrontar formar una familia.
Para el PCPE cometen un grave error (o algo mucho peor) quienes se plantean, en el discurso o en la práctica, que la contradicción principal que se produce en la Educación es entre familias y profesorado o entre sindicatos y FAPA. Por el contrario, en la Educación, igual que en todo el sistema capitalista, la contradicción principal es de clase, entre ricos y trabajadores, entre la búsqueda del beneficio y el privilegio social por un lado y la lucha por la justicia por otro.
El PCPE reivindica una educación al servicio del pueblo trabajador, lo cual implica ir mucho más allá de la derogación de la LOMCE y otras leyes anteriores. Implica un cambio de concepto en el modelo educativo; revalorizar el valor social de la Educación y de la profesión docente; y un fuerte compromiso económico para ofrecer una educación gratuita, reducir las ratios, atender de forma efectiva y motivadora al amplio porcentaje de alumnado que acaba fracasando académicamente (y en la inmensa mayoría de casos ese fracaso es debido a causas sociales, económicas o familiares), ampliar las becas y ayudas; entre otras muchas medidas necesarias. Sólo la Educación Pública será capaz de realizar todos esos objetivos.
Esta educación, además de Pública, debe ser además realizada en Comunidad, interviniendo numerosos agentes sociales pero, sobre todo, asegurando la organización y toma de decisiones colectivas y democráticas de toda la Comunidad Educativa. Llevamos al menos dos décadas con una fuerte guerra ideológica y legal (con legislación tanto del PP como del PSOE) contra la democracia y participación tanto del profesorado como de las familias en los centros educativos. Estos ataques a la participación se basan en modelos de gestión empresarial que pretenden convertir a los directores de los centros en cuasi-gerentes con capacidad para seleccionar al personal y para determinar el proyecto educativo del centro.
La lucha por una Educación Pública al servicio de las clases trabajadoras (así como la defensa inmediata de la Educación Pública frente a los intentos de privatización y recortes) tiene como condición necesaria la unidad de la Comunidad Educativa, de profesorado, familias y estudiantes. En Cantabria la Plataforma en Defensa de la Educación Pública tuvo una gran capacidad de movilización y concienciación durante los años más duros de recortes del gobierno del PP, que coincidieron con un gobierno autonómico en Cantabria del mismo partido. En aquella Plataforma participamos militantes del PCPE como docentes, como familias y como estudiantes. La división y enfrentamiento entre diferentes sectores de la Comunidad Educativa sólo puede generar debilidad, desconfianza y facilidades para nuestros verdaderos enemigos, quienes ansían un sistema educativo a imagen y semejanza del sistema capitalista: privatizado, recortado y elitista.
El PCPE se suma a la exigencia de dimisión o destitución de Francisco Fernández Mañanes como Consejero de Educación, a la recuperación del horario lectivo de septiembre y junio vigente hasta este curso, y reivindica la implantación de medidas reales para la conciliación familiar y social, y la apertura de un diálogo (realmente participativo y basado en criterios pedagógicos) entre toda la Comunidad Educativa sobre el calendario y el horario escolar.
El PCPE llama a levantar de nuevo el movimiento en defensa de la Educación Pública. Sólo unidos todos los sectores de la Comunidad Educativa tenemos la fuerza necesaria para frenar y derrotar los modelos educativos capitalistas.
En Santander, a 20 de junio de 2018
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