En estos últimos días la militancia del Partido Comunista del Pueblo Canario (PCPC), de forma unitaria con otras organizaciones políticas y sociales, hemos participado en actos y concentraciones en SOLIDARIDAD CON LAS PERSONAS MIGRANTES.
El 6 de febrero es una fecha más que se suma a los diversos actos y movilizaciones que hemos ido desarrollando en Canarias. En esta ocasión, una fecha para recordar las víctimas de la playa del Tarajal (Ceuta) donde hace siete años murieron 14 migrantes por la acción de la Guardia Civil, y que a día de hoy sigue impune la atrocidad cometida por este cuerpo represivo del Estado.
Un acto en torno a la VII Marcha por la Dignidad que se celebró, a su vez, en más de 30 ciudades del territorio Español. En Canarias, actos en espacios públicos con lectura de un manifiesto denunciando a una Europa que, a través de sus gobiernos y multinacionales, expolia y saquea las riquezas de África, genera pobreza, miseria y conflictos bélicos que en última estancia potencia el efecto huida de su pueblo. Una Europa culpable de convertir al Mediterráneo y al Atlántico en la mayor fosa común del mundo. Se continuó con actividades culturales variadas: representación teatral, lecturas de poemas y actuaciones musicales. Se abrió el Micrófono para que personas africanas dieran vivo testimonio del por qué tienen que salir de sus países, de las situaciones inhumanas que sufren en todo el proceso de la travesía migratoria, e incluso enfrentándose a posibles muertes en el mar, así como la llegada y el trato institucional donde se les vulnera sus derechos. Un micrófono abierto también para el público asistente, un espacio de reflexión colectiva y palabras de mucha solidaridad y rechazo a las posiciones racistas y xenófobas.
Hay que decir que, a pesar del pronóstico de temporal en las islas, la actividad se llevó a cabo porque quienes luchamos en este frente de forma consciente no nos importaba mojarnos por partida doble, con algo de agua y con muchísima solidaridad. Al igual que el público asistente, bastante numeroso y con buena presencia de juventud.
El 10 de febrero volvimos a concentrarnos “por la memoria y por la vida”. Ante la noticia escalofriante de la muerte de sed y de frío de tres niños y un joven que iban a bordo de una patera pidiendo auxilio en la ruta hacia Islas Canarias, salimos a la calle para expresar enérgicamente toda nuestra indignación porque siendo niños negros, pobres y migrantes no se le presta el auxilio que le corresponde. Las políticas racistas de este sistema y sus instituciones hacen crecer día a día el número de muertes de migrantes en alta mar, unas cifras ya de por sí espeluznantes.
La lucha continúa y no tendrá fin hasta que no consigamos acabar con la barbarie del explotador sistema capitalista, con el saqueo y expolio por parte de sus multinacionales, con sus políticas migratorias que genera muerte y genocidio.
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