La flamante ley laboral 2021, que será aprobada el 28 de diciembre, día de los inocentes, sin duda se convertirá en la mayor “inocentada” a nivel estatal que los gestores del capital en el gobierno han preparado para la clase obrera y demás sectores populares.
La patronal ha celebrado con confeti, cava y caviar el que sus empleados políticos y sindicaleros hayan sabido camuflar lo que no es más que otra vuelta de tuerca a la opresión y explotación del capital contra las obreras y obreros. El gobierno más progresista de la historia, según ellos claro, en un ejercicio de hipocresía y truhanería ejemplar ha trabajado sin descanso con todas las herramientas posibles con el marcado objetivo de que esta nueva ley laboral no corriera el peligro de ser rechazada por la mayoría de las masas obreras y populares, y para ello, como en un juego, estos filibusteros han ido suavizando, variando su palabrería de charlatanes ambulantes, cambiando la “toma del cielo” por la “toma del sillón”, y dejando las derogaciones de leyes lesivas para las masas obreras y populares, como la ley laboral, ley electoral, ley mordaza, etc., por la adaptación de estas normas al interés oligárquico del momento.
Un gobierno formado por PSOE-UP y apoyado por nacionalistas y demás caterva política, ha dejado claro que en ninguno de sus planes entraba que la nueva ley laboral superase los límites impuestos por el gobierno central de la oligarquía de la UE. La propia ministra de trabajo ya tuvo la desfachatez de decir que derogar alguna de las anteriores leyes laborales sólo era un “fetichismo político” y que técnicamente no podían derogarse.
Y que decir de los sindicatos que ejercen de representación obrera hoy ya por mandato del capital. CC.OO y UGT se otorgan esta representatividad y como tal firman acuerdos que están en total contradicción con los intereses de millones de obreras y obreros, Estos sindicatos -que practican un modelo sindical alejado del sindicalismo de clase que desempeña su labor desde las asambleas obreras-, que tienen el reconocimiento oficial e institucional como representantes de los trabajadores y trabajadoras, toman sus decisiones desde cúpulas corruptas que viven de las prebendas del sistema capitalista; decisiones que jamás son sometidas a discusión en las estructuras de base estos sindicatos, hasta el límite de que esta nueva ley laboral ha sido conocida por sus afiliados y afiliadas, sus federaciones y comités al mismo tiempo que el resto del pueblo. Un puñado de tecnócratas de la mano de un puñado de vividores camuflados, han decidido firmar todo lo que la burguesía les ha puesto por delante, y lo firmado para nada favorece a los intereses de las masas obreras y populares.
Desde el PCPE llamamos al conjunto de la clase obrera a:
– No dejarse embaucar y a movilizarse en defensa de sus intereses que para nada están garantizados en esta nueva ley, continuadora de la opresión y explotación del capital con la aquiescencia de sus representantes políticos y sindicales.
– Llamamos igualmente a organizarse en estructuras propias e independientes que confronten con los intereses de la patronal.
– A combatir el actual modelo sindical de estas organizaciones sindicales institucionales, que no tienen en cuenta, para nada, las propuestas y decisiones de sus afiliados/as ni el interés general de la clase obrera.
Solo una clase obrera organizada e independiente ideológicamente de la burguesía podrá poner fin al estado de opresión y explotación actual.
Secretaria de Movimiento Obrero y Sindical del PCPE
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