Si las luchas no se enmarcan en una estrategia de conquista del poder político por la clase obrera, desaparecen sin dejar rastro.
Reunidos trabajadores y trabajadoras de diferentes territorios del Estado español, de diferentes sectores productivos y de servicios públicos, afiliados a diversos sindicatos, todos y todas comprometidos con las luchas de la clase obrera, constatamos que:
1º La ofensiva de la burguesía contra el proletariado (todos y todas quienes necesitamos vender nuestra fuerza de trabajo para poder vivir es brutal y en todos los frentes: paro, precariedad laboral, carestía de la vida, desahucios, destrucción y privatización de servicios públicos. Principalmente, el Sistema Publico de Pensiones, que afecta a más de 9 millones de jubilados y pensionados. Responde a la mayor crisis de la historia del capitalismo, una crisis estructural sin solución, y que pretende cargar esa crisis sobre nuestras espaldas.
2º La guerra de la OTAN contra Rusia, el belicismo feroz del imperialismo encabezado por los EEUU y la pandemia COVID (y las nuevas que anuncian), además de estar produciendo una masiva transferencia de recursos públicos, de nuestro dinero, a empresas privadas – armamentísticas y farmacéuticas – están siendo utilizadas para incrementar los mecanismos de control social, de represión y de manipulación informativa, situando a la clase obrera y demás sectores populares en un auténtico escenario de guerra.
3º Tras las movilizaciones populares de hace 10 años (15M y Marchas de la Dignidad), que la burguesía supo canalizar electoralmente, la sustitución de la lucha de clases por el pacto social que desde hace tiempo viene propiciando el revisionismo y la socialdemocracia y la frustración al comprobar que quienes iban a asaltar los cielos parieron un ratón, se ha saldado en la clase obrera y demás sectores populares con un incremento de la desmovilización y extensión de un sentimiento de impotencia . El incremento espectacular de los suicidios, del consumo de fármacos y el auge de la extrema derecha, son buena muestra de ello.
Frente a ello, los trabajadores y trabajadoras conscientes debemos saber que:
- Son precisamente las épocas de crisis y de guerras cuando el capitalismo muestra su debilidad y más precisamente en la crisis actual, al tratarse de una profunda crisis estructural de un sistema agónico que es incapaz de garantizar las más mínimas condiciones de vida a la mayoría de la sociedad y sólo ofrece miseria, represión destrucción y guerra, afectando de forma especial a la mujer y a la juventud de extracción obrera.
- Las luchas obreras, tantas veces heroicas, que se dan en muchos sectores, cuando no son directamente traicionadas por los sindicatos del poder, surgen y decaen, sin dejar tras de sí un poso de nuevas formas de organización; de modo que cada vez hay que empezar de nuevo. Además, en momentos de crisis, el margen de maniobra es muy pequeño: lo poco que se consigue por un lado (subidas salariales que nunca llegan a superar la inflación), se pierde por el otro (subida de alquileres, de hipotecas, carestía de la vida, destrucción de servicios públicos, etc), siendo lo normal que se luche no ya para conseguir algún logro o ventaja, sino para mantener lo que ya se tenía: Convenios negociados a la baja, pérdida de derechos, etc…
En definitiva, parece que corriéramos sin avanzar o que construyéramos en el agua. Es necesario y urgente, que al menos los sectores más conscientes de la clase obrera no sigamos dilapidando inútilmente esfuerzos. Las luchas que no se enmarcan en una estrategia se derrumban sin dejar rastro
Por todo ello nos proponemos:
1º Construir un instrumento de coordinación independiente de la afiliación sindical, que sirva para el apoyo, la comunicación y divulgación de las luchas obreras que se produzcan en cada territorio o sector.
2º Luchar por imponer en cada empresa el poder decisorio de la asamblea de trabajadores, por encima incluso de los propios comités de empresa.
3º Trabajar para constituir con los compañeros y compañeras más conscientes y más comprometidos, comités o consejos cuyas funciones, más políticas que sindicales, sean: analizar los errores y los éxitos de cada lucha, garantizando su continuidad; elevar el nivel de conciencia y de organización para preparar la siguiente; informar a los compañeros de las luchas en otros lugares y reforzar la solidaridad con ellas.
Y sobre todo, trabajar por que los compañeros y compañeras sean conscientes de los límites inevitables de la lucha sindical y que vean la necesidad insoslayable de organizarse para la toma del poder político por la clase obrera.
Junio de 2023
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