El 2 de febrero todas y todos los antifascistas y antimperialistas del mundo celebramos la derrota nazi en Stalingrado: la batalla que cambió el curso de la guerra mundial y cambió el curso de la Historia. Se puede considerar la batalla más cruenta de la Historia, la ciudad quedó reducida a escombros. El Nazismo invadió la Unión Soviética cercando Leningrado, uno de los más grandiosos episodios de resistencia heroica, la población sufrió hambruna; el ejército alemán se acercó a Moscú; a partir de la victoria soviética en Stalingrado se librará una batalla decisiva en Kursk de tal manera que el ejército nazi fue retrocediendo y huyendo como ratas del implacable y tenaz combate del ejército soviético.
Sin la victoria en Stalingrado hubiera sido imposible que las tropas soviéticas hubieran liberado el campo de concentración de Auschwitz y multitud de campos de exterminio nazis hasta aplastar al Nazismo y convertirlo en cenizas en mayo de 1945. La Unión Soviética puso decenas de millones de muertos para vencer la Nazismo, un sacrificio que nunca se había dado en la Historia de la Humanidad.
El PCPE hace un llamamiento a todas y todos los antifascistas y antimperialistas para reclamar la Batalla de Stalingrado no solamente para la conmemoración sino a la hora de reivindicar el papel de la Unión Soviética y la Resistencia protagonizada por la clase obrera, en Europa a la hora de derrotar el Nazismo y el Fascismo. Todos los hombres y mujeres antifascistas nos debemos sentir orgullosas. Supone una enseñanza ejemplar que debe escribirse con letras de platino en la Historia.
La clase capitalista pretende ocultar el papel decisivo de la Unión Soviética a la hora de derrotar al Nazismo. La clase obrera, en suma, fue la que derrotó al Nazismo y al Fascismo y ello hay que trasladarlo al movimiento obrero, al movimiento estudiantil, a las asociaciones de vecinos, a las asociaciones de mujeres, a los jóvenes, a los ámbitos socioculturales alternativos.
Es más necesario que nunca recuperar la memoria histórica desde la posición de clase, de la clase obrera frente al memorialismo burgués farsante que pretende apropiarse de una lucha antifascista protagonizada por la Unión Soviética y las filas partisanas de la resistencia en Europa, nutridas fundamentalmente por trabajadores y trabajadoras, estando al frente los partidos comunistas, junto a sectores sociales aliados.
El 2 de febrero es un motivo excepcional para celebrar la victoria de Stalingrado, pero ante todo nos ha de inspirar a antifascistas y antimperialistas a entablar las batallas venideras, hoy sin duda en las trincheras de la lucha saharahui, de las repúblicas populares del Donbás con el inestimable apoyo de la Federación de Rusia contra el régimen neonazi de Zelenski, títere de la OTAN, la lucha antimperialista del pueblo yemení y la resistencia heroica del pueblo palestino contra el Sionismo y el imperialismo.
El PCPE propone la urgente creación de un FRENTE ANTIMPERIALISTA MUNDIAL, que lleve a cabo la lucha internacionalista contra el imperialismo yanki, la OTAN y la decrépita UE que arrastra a expandir sus guerras de dominación a todos los rincones del mundo.
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