Durante los día 17 y 18 de este mes de mayo, VOX ha preparado en Madrid un gran evento con el que lucir una especie de gran alianza internacional de la extrema derecha, contando con la presencia de sus personajes más destacados, Milei, Meloni, Orban, o Le Pen, entre otras figuras. Esta gran representación multitudinaria, siempre acompañada del oportuno foco mediático, ha sido denunciada por la socialdemocracia con su ya habitual recurso retórico al populismo y al peligro que representa para la libertad y la democracia los discurso de odio de la extrema derecha.
Desde el Partido Comunista de los Pueblos de España y su juventud, afirmamos que ambas posturas, la del fascismo de toda la vida, hoy renovado con el discurso ultralibreral del que hacen gala VOX o Milei; y la de la socialdemocracia reformista de toda la vida, hoy más liberal y menos social que nunca. Son la mano derecha y la mano izquierda del mismo cuerpo, no son opuestos sino complementarios a un mismo orden, y en este sentido cómplices de la miseria y explotación que sufre la clase obrera y los sectores populares.
En estos momentos de gran desmovilización de las posiciones de lucha, y de aumento de la precariedad así como de la carestía de la vida, a la par que del aumento de la violencia del capitalismo en su fase imperialista, tal y como demuestra el incremento del gasto militar programado para los próximos años, cuya única finalidad es prepararse para el único recurso que tiene un sistema en crisis, la guerra por el control de los recursos contra todo potencial enemigo. Es crucial que los y las comunistas denunciemos la falsa alternativa que el fascismo y la socialdemocracia representan para la clase obrera. Es verdad que en la historia hay momentos en los que la alianza de las diversas fuerzas políticas contra el fascismo ha sido necesaria, pero han sido momentos en los que el nivel de organización y de conciencia de clase de los sectores populares eran muy distintos al actual, momentos en los que la correlación de fuerzas era más ventajosa para la clase obrera. Hoy, por el contrario, no estamos en esos momentos y no es posible articular alianzas con las mismas fuerzas que apoyan el aumento de los presupuestos militares, la privatización de los servicios y de las pensiones, y la mayor precarización del trabajo. Si hay un momento histórico al que mirar en estos momentos, no es al auge de los frentes populares contra el fascismo en los años 30, sino al apoyo cerrado que la izquierda socialdemócrata y el nacionalismo reaccionario le dieron a la los presupuestos de guerra en la 1a guerra mundial, cuando nacionalismo y progresismo se dieron la mano para mandar a millones de obreros a su propia destrucción. Hoy es necesario desenmascarar a los farsantes que nos quieren hacer creer que en este sistema, tan violento como decrépito y moribundo, hay alguna posibilidad de futuro aceptable. Unos hablarán de defender Europa, y los otros de defender la democracia, unos hablarán de más patria y otros de más derechos, unos hablarán de libertad y los otros de solidaridad, pero lo cierto es que ni Europa, ni la democracia, ni la patria, ni los derechos, ni la libertad, ni la solidaridad son en sí mismo el problema, el problema es que solo son ideas usadas a derecha izquierda para garantizar el poder de las grandes multinacionales y poderes financieros que son el verdadero enemigo de la humanidad.
La clase obrera no puede dejarse engatusar por estas falsas alternativas, poniéndose a remolque de banderas contrarias a sus propios intereses. Cualquier propuesta que no sitúe su lucha contra el expolio y genocidio de los pueblos que representan instituciones muy reales y concretas, más allá de toda retórica abstracta sobre la libertad o los derechos, como son la OTAN, la Unión Europea o el estado sionista, estará poniendo a la clase obrera las anteojeras para así mejor conducirla al matadero.
CONTRA LA EUROPA DE LA GUERRA, CONTRA LA OTAN Y CONTRA EL IMPERIALISMO Y SUS CÓMPLICES SIONISTAS, FASCISTAS Y SOCIALDEMÓCRATAS.
POR UNAALIANZA SOCIAL, OBRERA Y POPULAR. TOMA PARTIDO, ORGANIZATE Y LUCHA.
¡NO PASARÁN!
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