Llevamos ya seis años de Gobierno reformista y de, entre sus muchas consecuencias negativas para los intereses populares, igual que en la mayoría de países de la UE, cabe destacar el avance acelerado del fascismo en los múltiples escenarios que nos deja la crisis general del modelo de producción capitalista.
En este contexto de crisis que golpea todo el entramado institucional burgués, se vuelve a demostrar con claridad que el fascismo se encuentra entre las diversas alternativas que el capitalismo naturaliza para sostener su hegemonía y erradicar de raíz cualquier intento de la clase obrera por organizarse de forma independiente. Es precisamente la socialdemocracia la que le abre la puerta de las instituciones con recortes sociales y criminalización de la lucha obrera y popular.
Jugando con su habitual ambigüedad, el reformismo en el Estado español (PSOE, Sumar, Podemos, PCE) ha aprobado en 2022 una Ley de Memoria Democrática que apuntala la labor iniciada por los llamados padres de la Constitución, que tan arduamente trabajaron para asegurar la continuidad del aquel régimen que Francisco Franco dejo “atado y bien atado” para beneficio de la oligarquía que crío en su seno y la pléyade de reaccionarios con olor a incienso que llevan siglos socavando nuestra libertad, cultura y soberanía.
La Constitución de 1978 fue obra de una alianza entre las fuerzas fascistas que habían sobrevivido a la muerte en la cama del genocida Francisco Franco y las fuerzas socialdemócratas reformistas, que apostaron por un programa de «reconciliación nacional». Esta alianza es lo que verdaderamente celebra el Estado burgués cada 6 de diciembre, porque fue (y sigue siendo) la herramienta más útil para disolver a la clase obrera en la deriva política de entender que solo es posible la sociedad capitalista y renunciar a construir una sociedad socialista fundamentada en el poder obrero.
Frente a los cantos de sirena de la socialdemocracia, desde el PCPE tenemos claro que solo la clase obrera, nucleada en torno al Partido Comunista, puede derrotar definitivamente al fascismo. Solo la toma del poder obrero y el establecimiento de una República Socialista de carácter Confederal enterrarán el fascismo en el vertedero de la Historia de una vez por todas. Este proyecto se edificará en una sociedad antifascista e internacionalista comprometida con la lucha por la Paz, la defensa del medio ambiente y la resistencia de los pueblos. Será una sociedad que enfrente, hasta destruirlo, cualquier vestigio de machismo, racismo, fascismo, nazismo, homofobia, etc. Toda expresión del viejo sistema retrógrado destinada a conservar la explotación capitalista y la división del pueblo trabajador debe ser destruida para que la Humanidad pueda avanzar.
Asimismo, desde el PCPE entendemos que este nuevo proyecto histórico debe recoger una Ley de Memoria Histórica Republicana y Antifascista que permita condenar a los criminales y torturadores de la dictadura anterior, el régimen franquista. Esta ley deberá contemplar, al menos, los siguientes puntos:
- Nulidad de la ley de Amnistía de 1977
- Condena institucional y jurídica del franquismo como régimen criminal y genocida, así como de la Iglesia católica por su implicación activa en el golpe de Estado y en la represión franquista.
- Nulidad de los juicios sumarísimos y el reconocimiento jurídico de las víctimas del franquismo y la Transición.
- Aplicación del derecho internacional y humanitario.
- Reconocimiento y reparación a todos los niveles de las víctimas desde el golpe de Estado del 17 de julio de 1936 hasta la Transición, a las deportadas y deportados, a las asesinadas y asesinados en los campos de concentración nazis, a las guerrilleras y guerrilleros antifranquistas, a las luchadoras y luchadores asesinados, torturados y encarcelados en el período de la llamada «Transición modélica».
- Intervención directa del Estado y la tutela judicial efectiva en los procesos de localización, exhumación e identificación de las fosas comunes.
- Apertura a la sociedad de todos los archivos de la represión.
- Establecimiento del 14 de abril como fecha de homenajes y recuerdo a las víctimas del franquismo y el Régimen monárquico-burgués del 78.
¡FUERA FASCISTAS DE NUESTROS BARRIOS!
¡NI REYES, NI PRINCESAS, NI REPÚBLICA BURGUESA!
¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!
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