La situación de la mujer afgana bajo gobiernos ultrareligiosos solo se publicitó cuando fue necesario para justificar la invasión del país. Durante 20 años de permanencia de las fuerzas de ocupación de EE.UU. y la OTAN poco ha importado la situación de la población en general y de las mujeres en particular.
Ahora, tras los acuerdos para la retirada de dichas tropas y la debacle en Afganistán, vuelve a ser noticia el burka, los matrimonios forzosos, la desescolarización de niñas y mujeres jóvenes, la dependencia forzosa del varón… Y la indiferencia y el olvido serán las notas dominantes en un breve plazo, como se ignora la situación de las mujeres en otros países aliados de EEUU y la Unión Europea, como Arabia Saudí. Las lágrimas por las mujeres solo caen cuando interesa al capital, como sucede hoy en Afganistán, y son siempre lágrimas de cocodrilo.
Hemos acudido a la convocatoria para denunciar la manipulación y el uso interesado de la información, para señalar a los culpables de la situación y a sus cómplices. No es solo una cuestión del Talibán o los integristas, es el imperialismo y sus organizaciones armadas quienes han provocado la situación. Denunciamos el intervencionismo humanitario, que lleva camuflando el económico y militar desde hace más de 30 años.
También acudimos en la defensa de los derechos de las mujeres y su participación como parte del pueblo Afgano a su soberanía y a su derecho a luchar por construir una vida digna. Libre de ocupación y de guerra imperialista.
El PCPE hizo un llamamiento a la unidad contra la mortal alianza de patriarcado y capitalismo, y para forjar un Frente Antiimperialista, que sume esfuerzos para denunciar las guerras imperialistas, los regímenes que denigran a las mujeres y oprimen a los pueblos, las imposiciones a los países más débiles para favorecer a las grandes multinacionales y, consecuentemente, la salida de España de la OTAN, y la lucha contra esta organización asesina.
¡Contra el Yihadismo Patriarcal y el Imperialismo que lo sustenta!
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