Ante la victoria de los mineros de Cerredo

Jun 22, 2013 | Asturias

El PCPE de Asturies y los CJC-CMC felicitamos la reciente victoria de los mineros de Cerredo. Tras cuatro meses en huelga, la clase obrera minera ha conseguido doblegar a la patronal de las empresas Coto Minero Cantábrico y UMINSA, del Grupo Victorino Alonso.

El conflicto se inició en noviembre de 2012 como un conflicto de lucha económica, tras acumularse meses de salarios adeudados. A partir de este mes, 253 mineros -entre contratados y subcontratados- se ven afectados por un ERE de suspensión, y a partir de marzo de 2013 son despedidos.

 

Tras cuatro meses de huelga y bajo distintas formas de lucha, los despidos se declaran nulos durante el presente mes de junio y la readmisión se realiza en las mismas condiciones que se tenían antes del conflicto. Quedando únicamente pendiente la cuestión de los salarios adeudados (existe un acuerdo pendiente de cerrar los detalles relativos a las fechas), la huelga ha terminado con una victoria de la clase obrera.

 

El PCPE y los CJC-CMC de Asturies, además de felicitar la victoria, extraemos las siguientes conclusiones de este conflicto:

 

1- El papel crucial jugado por los Comités para la Unidad Obrera durante este conflicto es clave para entender la victoria. El CUO de Cerredo se ha formado en la propia lucha, partiendo de las primeras asambleas celebradas de forma espontánea en los aseos, hasta llegar a convertirse dichas asambleas en órganos soberanos de todos los mineros en lucha, asumiendo la mayoría del comité de empresa las decisiones adoptadas por los trabajadores. El CUO de Cerredo no se ha formado en contra de ningún sindicato, sino con mineros pertenecientes a cualquiera de ellos. La diferencia crucial está en que la soberanía y dirección está en la propia clase obrera, a través de las asambleas.

 

2- El triunfo no sólo es producto de la lucha de los mineros de Cerredo, sino del conjunto de la clase obrera. La solidaridad clasista con la lucha de los mineros de Cerredo se ha demostrado con casi 30 huchas para la caja de resistencia repartidas entre los CUO de todo el país, con la celebración de asambleas en otros pozos pertenecientes a la minería pública y con el reseñable apoyo del CUO del Caudal. Así el CUO de la mina de Cerredo se coordina con el CUO del Caudal y otros lugares para unir tanto a los mineros subcontratados como la propia plantilla de Hunosa, organizando los trabajadores de Cerredo asambleas informativas a la salida de los pozos mineros y llamando a la solidaridad para mantener la lucha. En ese empeño de unificar las luchas obreras, se organizaron actos conjuntos con otros compañeros de empresas como la fábrica de armas de Trubia.

 

3- El conflicto de Cerredo, por su situación geográfica y el número de trabajadores involucrados, no deja de ser un pequeño conflicto en el marco general de la lucha de clases. Sin embargo, desde que comenzó la crisis capitalista, la mayoría de luchas obreras han terminado con renuncias o derrotas de la clase obrera. La victoria de Cerredo se debe a la unidad de clase obrera, a una dirección política firme y obrera, que ha sabido sortear la represión directa y las trampas que distintos sujetos de la lucha de clases han ido interponiendo. La realidad del aparato del Estado burgués, al servicio del capital, pudo verse a la entrada de los juzgados de Cangas del Narcea. Esta victoria no se ha logrado mediante el derecho burgués: no es una victoria judicial que decreta nulos los despidos. Es la victoria de una lucha decidida y que ha generado las condiciones políticas y organizativas para vencer. Sólo así puede entenderse que se decretara la nulidad y readmisión sin aumento de jornada ni rebaja salarial. Sólo así puede entenderse que la patronal se comprometiese por escrito a no recurrir la sentencia.

 

4- La debilidad de la patronal, demostrada en las sucesivas negociaciones a lo largo del mes de mayo, se encontró con la firmeza y la continuidad de la lucha por parte de la clase obrera. Mientras

el Grupo Victorino Alonso iba reduciendo sus demandas en la mesa de negociación, la clase obrera combinó la firmeza en sus reivindicaciones con el uso del principal elemento que está en su poder en la lucha económica contra el capital: su fuerza de trabajo. El sostenimiento durante cuatro meses de la huelga ha sido un signo de distinción frente a las opciones del pacto social, que compromete la lucha obrera a la confianza en la buena voluntad del capital, a través de acuerdos. El capital y el aparato del Estado burgués, además, hicieron uso de todo tipo de artimañas para detener la lucha: desde la aparición de propaganda de grupos alimentados por el Estado burgués, practicando el diversionismo, hasta una campaña encabezada por la Guardia Civil, que hizo pasar por el cuartel a varios trabajadores, tratando de hacerles ver que estaban siendo utilizados por “los comunistas”, algunos de los cuáles habían estado procesados por casos de terrorismo.

 

5- La lucha de la clase obrera parte de las reivindicaciones más inmediatas: salarios, puestos de trabajo y condiciones de vida dignas. Ahora bien, la lucha debe elevarse a categorías políticas de confrontación directa con el capital, por el derrocamiento del capitalismo y la construcción del socialismo: la sociedad de la clase obrera. La lucha de los mineros de Cerredo ha sido una enorme escuela de formación en la lucha de clases para todos ellos. No es casualidad que durante las luchas del pasado año y de este se conformase y fortaleciese, junto a los CUO, una célula del PCPE en Cerredo. La lucha no termina con esta victoria, sino que comienza de nuevo en condiciones nuevas y mejores. Los CUO, el Partido y la Juventud Comunista son las principales herramientas de la clase obrera en su lucha económica y política. La lucha es por la victoria, por el socialismo y el comunismo.

 

 

 

¡TODO PARA LA CLASE OBRERA!

 

¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA MINERA!

 

¡PORQUE ORGANIZADOS Y CON DIRECCIÓN POLÍTICA FIRME Y OBRERA VENCEREMOS!