Con la presencia de Julio Díaz, Secretario General del PCPE, y de Fayez Badawi, exportavoz del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), tuvo lugar el pasado 25 de noviembre en el Museo Arqueológico de Baza, en la provincia de Granada. El acto ha sido presentado y moderado por el camarada José Luis Quirante sobre la situación actual del pueblo palestino y sobre el futuro de Palestina. Con la asistencia de un público algo menos numeroso de lo esperado por los organizadores (la “Plataforma Baza con Palestina”), pero muy atento y deseoso de saber lo que actualmente ocurre en los territorios ocupados por el criminal ejército sionista de Israel, se inició una mesa redonda. En ella quedó claro que ahora toca por parte del imperialismo yanqui, de su lacayuna Unión Europea y de sus insidiosos medios de comunicación, acallar el sufrimiento indescriptible del pueblo palestino, y con el silencio mediático hacer como si “aquí no hubiera pasado nada”. Pasar página, según precisó Julio Díaz, “para gloria del imperialismo como fase superior del capitalismo, que cifra en esa zona de la parte occidental de Asia, su futuro desarrollo económico y de dominación imperialista”. Por su parte, el representante del FPLP, afirmó que “no podrán destruir el espíritu de lucha de nuestro pueblo”, y que, por tanto, seguirán luchando “por una Palestina que vaya desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo”. Otros muchos asuntos relacionados con el drama palestino fueron abordados; desde una explicación diáfana del histórico del “conflicto palestino-israelí” hasta el papel que ha jugado y juega la mujer palestina en el cuidado y protección de los ancianos y jóvenes palestinos, pasando por la inoperancia de las instituciones internacionales, teóricamente encargadas del mantenimiento de la paz, por la impunidad de los criminales de guerra Netanyahu y Trump, y por la vergonzosa posición del “Gobierno más a la izquierda de la historia de España” que sigue comerciando con la entidad sionista.
A las dos horas de su inicio concluyó el acto que, tanto para los organizadores como para los participantes, supuso ocupar un espacio de denuncia que muchos intereses capitalistas quisieran evitar.
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