El pasado 1 de febrero, los trabajadores y trabajadoras de la empresa PCB, en huelga para protestar contra 87 despidos, se concentraron a las puertas de la citada empresa en la localidad vizcaína de Barakaldo, en un acto de protesta pacífica. De manera injustificada, el cuerpo policial de la Ertzaintza arremetió de forma violenta contra los trabajadores concentrados.
La brutal intervención policial se produjo sin ninguna justificación, ya que los y las trabajadoras se hallaban concentrados sin realizar ningún acto previo que motivara la intervención.
La brutalidad de la actuación policial alcanzó límites insospechados. Las escenas de pánico que se vivieron entre los y las trabajadores son de difícil descripción: porrazos a diestro y siniestro, patadas y otros actos propios de una horda de bárbaros.
Hay que dejar constancia de que entre los concentrados se hallaban mujeres, trabajadoras y compañeras, que también fueron víctimas de esta represión indiscriminada e irracional. La resultante de tal acto de barbarie fue un elevado número de heridos, con contusiones diversas; entre los cuales cabe destacar un representante sindical de CCOO que sufrió una fractura nasal, victima de un porrazo de estos mal llamados representantes del “orden público”.
Queremos manifestar nuestro rechazo y condena contundentes a este acto injustificable de este cuerpo represivo. A la par, expresamos nuestra solidaridad con los trabajadores y trabajadoras que pacíficamente ejercían el derecho legítimo de huelga, reconocido en su Constitución.
Al tiempo, condenamos la agresión injustificada del cuerpo policial y represivo de la Ertzaintza, que con su actuación brutal e indiscriminada mostró su verdadera faz: al servicio de los intereses de los empresarios y del capital, y su odio irracional hacía la clase trabajadora y al pueblo al que dicen representar.
Esta actuación no exime de responsabilidad a los mandos de dicho cuerpo, que dieron la orden de intervenir, y al gobierno al que responden dichos mandos: en este caso concreto, el Gobierno Autónomo del País Vasco, y a los partidos que se hallan al frente del mismo, PNV y PSOE (a quien le sobran de sus siglas los términos de “obrero” y “socialista”).
Con esta acción, la Ertzaintza muestra una vez más que es un cuerpo al servicio de los intereses de la clase dominante y un instrumento para aplastar toda reivindicación de las clases populares.
No es la primera vez que la Ertzaintza actúa de esta manera tan brutal.
¡Basta ya de represión contra la clase trabajadora!
Euskal Herriko Partidu Komunista
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