El sector servicios representa más 70% del PIB y casi el 75% de la estructura del empleo en la economía andaluza. Dentro de este sector, la rama del turismo genera más de 250 mil empleos. La mayoría de los trabajadores ligados a la actividad turística lo hacen en bares, franquicias de la alimentación, restaurantes y hoteles.
Este año se vuelven a batir records de afluencia turística pero con la excusa de la crisis estructural y alegando una supuesta merma en los ingresos por turismo, la patronal del sector sigue las pautas marcadas por el capital: devaluación salarial, pérdidas de derechos laborales y sociales; más explotación, más opresión y más miseria.
Por ello intentan reemplazar el actual convenio por uno que ampliando la jornada laboral y suprimiendo periodos de descanso y festivos supondría 45 días más al año trabajado y obviamente sin subida salarial. Plantean una rebaja salarial de entre un 10% hasta el 20%. Supondría la retirada del plus de antigüedad, del plus cultural, el cambio de contratos fijos a temporales, reservándose el derecho de distribución de la jornada laboral de hasta en un 20%.
El nuevo convenio que los patronos de la hostelería quieren imponer para asegurarse mayores beneficios es un fortísimo ataque frontal que pretende aplastar los pocos derechos aún vigentes en un sector donde reina el abuso, la precariedad, la hiperexplotación y todas las ilegalidades posibles por parte de la clase de los patronos. Hay que hacerles frente y pararles los pies, apoyando la huelga, las movilizaciones, haciendo boicots, organizando asambleas y comités unitarios de trabajadores…
Este convenio que quieren imponer a la clase trabajadora del sector hostelero, y los patronos en general al resto de la clase trabajadora, supone transformar a los trabajadores asalariados con derechos en trabajadores asalariados sin derechos, trabajadores cuasi-esclavos con salarios que apenas permitan sobrevivir.
¡Si el presente es de lucha, el futuro es nuestro!
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