El pasado miércoles 25 de marzo se celebró en Mieres el acto de apoyo a los trabajadores de la minería, que actualmente pasa por momentos difíciles. El salón de actos de la Casa de la Cultura se quedó pequeño para albergar a todos los vecinos que acudieron a la charla en la cual intervinieron los compañeros Luisma y José Luis, de los comités de empresa de CMC-Hullera Astur Leonesa y de la Hullera Vasco Leonesa respectivamente, así como los camaradas Tote y Saúl del PCPE.
Estos tiempos son duros para la minería. A la difícil situación laboral del sector, que la burguesía monopolista se empeña en clausurar, se añade la
represión policial y judicial. Una gran pancarta presidiendo el acto recordaba a los 5 mineros de Cerredo que se enfrentan a una injusta condena de 2 años y medio
por un supuesto delito de atentado contra la autoridad que jamás fue cometido. Por desgracia, como el compañero Luisma señaló, no sólo estos 5 están en tal situación, si no que hay muchos más compañeros con juicios pendientes en los que la fiscalía pide varios años de prisión.
Los compañeros hicieron un detallado relato de todas las dificultades a las que se enfrentan diariamente en su lucha por mantener sus puestos de trabajo.
Enfrente tienen a lo peor de la oligarquía minera, con Vitorino Alonso a la cabeza, seguido de sus lacayos en todas las administraciones públicas, incluyendo el Principado de Asturias, la Junta de Castilla león y el Ministerio de Industria.
Sin embargo los mineros no están solos. La solidaridad obrera siempre les ha acompañado a lo largo de su lucha. Las cajas de resistencia para afrontar la durísima situación que los mineros de CMC afrontaron en la huelga de 2013-2014 son un ejemplo de cómo la clase obrera se volcó en dar soporte a los compañeros durante sus 11 meses de conflicto hasta lograr una histórica victoria: la revocación del ERE en Coto Minero Cantábrico (CMC), la readmisión de los 169 trabajadores despedidos y la salida de la empresa del concurso de acreedores en el que Victorino Alonso la había metido.
El compañero Jose Luis, de la Vasco, puso de relieve cómo la empresa trató de engañar y manipular a los trabajadores, haciéndoles creer que debían mantenerse alejados de la lucha, con el argumento de que la Vasco jamás cerraría. Mentiras que el tiempo se ha encargado de desmentir.
Los camaradas Saúl y Tote cerraron el acto explicando desde su experiencia la importancia de dar todo el poder en las luchas a las asambleas de trabajadores, ya que cuando la clase obrera se organiza adecuadamente no hay barrera que no pueda superar. En palabras del camarada Saúl “30 mineros reunidos en asamblea un domingo en un campo de fútbol embarrado derrotaron a toda una empresa que cotiza en la Bolsa”.
El PCPE/CJC seguirá dando todo su apoyo a los mineros y trabajando para organizar una lucha conjunta de todos los sectores implicados en la producción y consumo de carbón: minas y eléctricas. Por la nacionalización de ambos sectores estratégicos, y para poner la riqueza de la tierra al servicio del pueblo trabajador y no de un puñado de explotadores y especuladores.
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