Declaración de los partidos de la Iniciativa Comunista Europea sobre el derecho al trabajo y la protección a los desempleados.

Abr 25, 2015 | Internacional

A pesar de los mensajes engañosos de los gobiernos burgueses europeos y la Unión Europea, las cifras de paro se mantienen en niveles muy altos en muchos países de Europa. En los países donde las cifras oficiales son bajas, los puestos de trabajo que se crean no son estables, son temporales y muy precarios, con sueldos bajos y pocos derechos laborales.

A la enorme destrucción de fuerzas productivas que se produjo tras el estallido de la crisis capitalista, le sigue en este momento una creación de empleo caracterizada por malas condiciones laborales, sueldos bajos y que no permite satisfacer las necesidades más básicas del pueblo trabajador.

La orientación básica que la UE está siguiendo en este asunto es la promoción de la “movilidad”, de la “temporalidad” y de la “flexibilidad” del empleo y las relaciones laborales, dejando así a los trabajadores y trabajadoras expuestos a una mayor vulnerabilidad, a la disminución de sus derechos y al sometimiento a la voluntad de los empleadores. La utilización de trabajadores de empresas de trabajo temporal para rebajar los sueldos y las condiciones del resto de trabajadores incrementa el nivel de explotación, intensifica la rebaja salarial y demuestra la hipocresía de la UE y sus gobiernos en lo relativo a la inmigración. Los estudios muestran que los trabajadores con salarios bajos o condiciones precarias de trabajo tienen más posibilidades de empeorar su salud y de sufrir ansiedad y estrés como resultado de la inseguridad económica y social.

Los trabajadores jóvenes sufren especialmente el problema del paro. Su situación es aprovechada por las estructuras de la Unión Europea para modificar las relaciones laborales en su conjunto por medio de programas como los de “garantía juvenil” o el “contrato joven”, que únicamente “reciclan” el desempleo y subvencionan a la patronal, bajo la excusa de la formación para el empleo juvenil.

La Comisión Europea ha ofrecido recientemente unos datos sobre creación de empleo que mantienen unas previsiones de tasas de paro superiores al 20% en países como España y Grecia, lo que significa que millones de trabajadores seguirán en la miseria.

La clase obrera y el pueblo trabajador de los países de Europa no deben dejarse engañar por las cifras oficiales que consideran empleado a quien trabaja durante semanas, días e incluso, horas, al mismo tiempo que excluyen de las listas de desempleo a quienes están realizando cursos de formación.

Millones de trabajadores y trabajadoras en Europa han perdido toda esperanza de encontrar un empleo y sobreviven gracias a las ayudas familiares o a miserables programas de asistencia social. La protección a los desempleados es cada vez menor y constantemente se aprueban nuevas medidas que limitan los derechos de los trabajadores y trabajadoras en paro.

El paro supone desesperación, aislamiento social,pobreza y miseria para millones de trabajadores y sus familias. A ello se suma el brutal incremento de la tasa de explotación. El temor a la pérdida del empleo y la amenaza del paro permite a la patronal castigar salvajemente al conjunto de la clase obrera.

El masivo paro crónico forzoso y sus consecuencias, incluyendo la emigración, que sufren amplios sectores la clase obrera de todos los países capitalistas sin excepción, pone al descubierto todas las mentiras de la burguesía sobre la viabilidad y el buen funcionamiento del capitalismo. Desmiente la falacia de que si todos «arrimamos el hombro» salvaremos la «economía». Ni los mayores sacrificios de la clase obrera, en algunos casos aceptando condiciones inaceptables, recortes salariales y el incremento de la desigualdad, han impedido ni impedirán el cierre de plantas de producción y su deslocalización a lugares del planeta donde las condiciones de semi-esclavitud incrementan los beneficios de los empresarios.

El paro no es un fenómeno natural, sino una necesidad para el desarrollo del capitalismo, incapaz de proporcionar a la mayoría obrera y popular unas condiciones de vida dignas. Al ser un fenómeno inherente al sistema capitalista, sólo se puede terminar con él mediante el derrocamiento del capitalismo, tal como demostró la experiencia de la Unión Soviética y los países socialistas, donde el paro era desconocido.

Llamamos a la clase obrera y a los sectores populares a luchar con firmeza por la defensa de sus derechos laborales y sociales y por la protección al máximo nivel de los trabajadores y trabajadoras desempleados. Nuestros partidos están, en cada país, en primera línea de la lucha por medidas inmediatas para la protección y el alivio de los desempleados. Al mismo tiempo afirmamos que, bajo el capitalismo, ningún derecho estará garantizado y que por ello es necesario vincular la lucha por la defensa del derecho al trabajo con la lucha por la construcción del poder obrero y popular que ponga fin definitivamente a la lacra del paro.