Finalizados los dos procesos electorales recientes -Elecciones Generales el 28-A, y Elecciones Europeas, Locales y, en algunos territorios, Autonómicas el 26M-, queda dibujado el mapa de la representación política para los próximos cuatro años. Se inicia, ahora, una nueva fase de la gestión del capitalismo español.
1. El resultado de estas elecciones hay que relacionarlo directamente con la moción de censura al gobierno de Mariano Rajoy. Ya, en ese momento, se concitaron diversas fuerzas sistémicas para sacar al PP del gobierno, haciendo una apuesta por un relevo con el nuevo gobierno de Pedro Sánchez. Independientemente de los elementos ocultos, cuyos movimientos son difíciles de conocer, diversos factores de la situación política aconsejaban al bloque dominante del poder proceder a un relevo/renovación de la gestión de gobierno. La crisis de legitimidad del sistema de dominación afectaba a diversas instancias, como la monarquía, el sistema judicial, la corrupción política y, de una forma concreta, la cuestión territorial en Catalunya. El gobierno del PP se había demostrado ineficaz para abordar esta difícil coyuntura, y su gestión, en el caso de Catalunya, no hacía más que aumentar el problema. Pedro Sánchez no consiguió estabilizar una mayoría parlamentaria de apoyo y optó por la coincidencia de la doble convocatoria electoral. Una apuesta fuerte, con el objetivo de cambiar el mapa de la representación política a su favor.
2. En la convocatoria del 28-A se llevó a cabo una cuidada estrategia para movilizar al voto socialdemócrata. La activación de VOX, como amenaza fascista, fue uno de los factores de mayor incidencia en ello. La intensa campaña mediática logró casi un record de participación del electorado, y el PSOE salió como clara opción vencedora, con posibilidades de elegir diferentes combinaciones de apoyos parlamentarios. Pero esa convocatoria electoral también dio un espaldarazo a las posiciones independentistas en Catalunya, con algunos de los presos políticos que obtuvieron su plaza en el Parlamento y en el Senado. La decisión de suspender a estos cargos catalanes electos es un primer coste político de legitimidad para Pedro Sánchez. PODEMOS (con IU fagocitada dentro de éste) como formación socialdemócrata de relevo, quedó tocado por la fuga de votos hacia la socialdemocracia histórica, pero mantuvo unos resultados con expectativas de pacto de gobierno con el PSOE. El objetivo principal de la convocatoria electoral se había conseguido, con los resultados escrutados se abrió un nuevo ciclo de gestión socialdemócrata del capitalismo español.
3. Los resultados de las Elecciones del 26-M son de lectura más compleja, por la diversidad de convocatorias superpuestas. Pero, en lo esencial, la socialdemocracia fue la indiscutida fuerza ganadora. Y el desfavorable resultado de PODEMOS dejó las manos libres al PSOE para elegir sus apoyos parlamentarios y la forma de concretar el gobierno.
4. Los resultados de las Elecciones Europeas favorables al PSOE, mantuvieron el fraccionamiento de la triple “derecha” que quedó con ello debilitada. Un bipartidismo imperfecto (PSOE-PP) que da continuidad, en buena medida, a la estrategia trazada hace cuarenta años por la burguesía, y que se modula dentro de las mismas coordenadas en cada coyuntura electoral. También en esta ocasión el resultado del independentismo catalán determina el escenario político de forma significativa. La Elección de Junqueras y Puigdemont es una baza política de gran importancia para esta opción de la burguesía catalana, y coloca al gobierno ante un escenario en el que también pagará un precio político por la gestión de esta situación. El Parlamento Europeo queda constituido por unas mayorías menos contundentes, pero en lo esencial no hay una representación política significativa que cuestione la esencia imperialista de la UE.
5. Los resultados de las elecciones municipales y autonómicas revalidan el triunfo del PSOE. Pero este triunfo tiene sus matizaciones por las diferentes opciones de pactos que se configuran en lugares significativos, como son los casos de Madrid y Barcelona. También, por otra parte, el independentismo catalán y el nacionalismo vasco (PNV y EH Bildu) consiguen resultados que expresan con claridad realidades nacionales que la burguesía española no quiere reconocer. Como ejemplo, CIUDADANOS no obtuvo ni un solo concejal en el País Vasco. Las nuevas formaciones políticas quedan limitadas como comodines del sostenido bipartidismo, tan rentable para la dominación de la burguesía en España.
6. Con los resultados de estas convocatorias la burguesía se enfrenta al objetivo de formar una mayoría de gobierno estable, que le permita un período de gestión sin sobresaltos continuados. Por ello las distintas formaciones políticas funcionales al sistema de dominación están readaptando sus discursos para abrir vías de acuerdo, que fueron firmemente negadas antes de las elecciones y en las mismas campañas electorales, pero que ahora la clase dominante impone. Cabe esperar que finalmente lo que ayer parecía imposible se termine concretando como una opción con voluntad de agotar la totalidad de la legislatura que empieza. Cualquiera de las opciones de gobierno que finalmente se acuerden será coherente con los intereses y necesidades del capital financiero y monopolista español. Un gobierno plenamente insertado en el imperialismo internacional, que seguirá las pautas de sobreexplotación y flexibilidad laboral iniciada hace años, privatizaciones, mayor integración en la OTAN y participación en la guerra imperialista en cualquier lugar del planeta para el saqueo y el expolio. La apuesta por la paz social, y la desmovilización de la lucha obrera, se concretará en una estrategia de concertación con las organizaciones sindicales más asimiladas, que junto a ciertos retoques cosméticos a las últimas contrarreformas laborales iniciará nuevas reformas del Estatuto de los Trabajadores, y posiblemente también del derecho de huelga, a favor de la patronal.
7. El desarrollo de la situación política en Catalunya tendrá una influencia determinante en el futuro próximo. A día de hoy parece que una reconfiguración del Estado de las Autonomías hacia formas más particularizadas de reconocimiento de los hechos diferenciales nacionales será una variante inevitable, en relación a cuya formulación concreta se darán fuertes debates y forcejeos políticos. El capitalismo español no podrá evitar enfrentarse a una de sus cuestiones históricas pendientes, que nunca fue capaz de resolver, y que solo se podrá resolver de una forma definitiva en un período histórico en el que se incluya y reconozca el libre ejercicio al derecho de autodeterminación.
8. Los débiles resultados del PCPE, y de otras fuerzas que se reclaman de la clase obrera, son una muestra más de nuestra desventaja en la lucha política, y la necesidad de formular una estrategia más adecuada para ganar capacidad de liderazgo en las organizaciones obreras y populares. En una situación de profunda crisis del sistema de dominación la clase obrera sigue cooptada, en un amplio sector, por la socialdemocracia, y confía en ella para la resolución de sus necesidades futuras y para su misma emancipación. Enfrentamos una vieja deriva que tiene sus orígenes en las posiciones del eurocomunismo y su papel en la llamada Transición política, que facilitaron la penetración del pensamiento reformista entre la clase obrera, y que hasta el día de hoy no hemos tenido la capacidad de revertir, aunque en las fases de auge de la lucha obrera en años pasados podíamos considerar que era una situación que empezaba a superarse. La participación en la lucha de masas de nuestra militancia, y una amplia política de alianzas sociales, son factores determinantes para enfrentar nuestras actuales dificultades. Lo que el PCPE ha llamado el Frente Obrero y Popular por el Socialismo, que hasta el día de hoy solo tiene expresiones débiles y muy localizadas. Frente a la UE levantar el Frente Antiimperialista, que coordine las luchas de todos los pueblos por su soberanía y por la paz, y contra las políticas migratorias que llenan el Mediterráneo de cadáveres.
9. El capitalismo español, con cualquiera que sea la forma y composición del nuevo gobierno, seguirá sometiendo a la clase obrera y los sectores populares a condiciones más extremas de opresión y explotación, las leyes internas del sistema capitalista no tienen margen para otras opciones. El camino de la emancipación discurrirá por la consolidación de un nuevo proyecto histórico para nuestro país, como República Socialista de carácter Confederal, que sobre la base material creada ya por el altísimo desarrollo de las fuerzas productivas será capaz de derribar las viejas estructuras del sistema de dominación y que llevará a la clase obrera al poder, entrando nuestro país en un estadio superior de su desarrollo histórico.
2 de junio de 2019
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