Ante la propuesta que se nos remite por parte de la Asamblea del Caudal del Frente Cívico Somos Mayoría a cerca de “Explorar las posibilidades de un Frente Amplio” la Célula “Constantino Zapico” de Caudal del PCPE quiere exponer el siguiente análisis:
Ante la actual coyuntura política no nos vemos obligados ni a reflexionar, en claves diferentes a las que antes lo hacíamos, ni mucho menos a resituar nuestros análisis y propuestas, sólo a interpretar la realidad concreta del momento concreto, como siempre hemos hecho.
Entendemos y analizamos la coyuntura política actual con nuestros propios métodos en base al marxismo-leninismo, con las categorías propias de este, explicando y tratando de organizar en torno a nuestras posiciones a la clase obrera y los sectores populares.
CRISIS: ESTAFA Y CASTA VS LÍMITES HISTÓRICOS DEL CAPITALISMO
Los análisis sobre el carácter de la crisis del capitalismo son fundamentales para entender cual debe ser la estrategia de nuestra lucha, si la reforma o la revolución. Si la crisis es producto de una estafa o la culpa es de una casta o de una mala gestión (como plantean IU o Podemos, por poner algunos ejemplos) la solución es tan sencilla como quitar a los estafadores, corruptos y malos gestores y gestionar mejor el capitalismo, y por lo tanto reformarlo gradualmente sin tener ni siquiera en cuenta los propios límites históricos del sistema. Pero si la crisis ha surgido de las entrañas del propio capitalismo y es una crisis de sobreproducción y de sobreacumulación de capital, , lo que debemos hacer es cambiar el modo de producción. Es decir, derrotar a la oligarquía en el poder y construir el Socialismo, donde los medios de producción pertenezcan a quien todo lo produce, la clase obrera. Es la vía revolucionaria y para eso se necesita organización de la clase obrera y de los sectores populares objetivamente interesados en el derrocamiento del sistema, no sólo votos.
PODER ELECTORAL VS PODER OBRERO Y POPULAR
La unidad propuesta sólo puede producir un falso atajo que no resolverá la situación crítica que vive la clase obrera y los sectores populares. Sólo la organización en cada centro de trabajo, de estudios y barrio puede ser la base para construir el poder obrero y popular que ponga la economía al servicio del pueblo. Votos sin haber fortalecido esta organización, es una fórmula que busca gestionar el capitalismo, ya que no nos permitiría el control real de la economía. Por poner un ejemplo: ¿Qué podría hacer un gobierno del “Frente Amplio” ante el grave problema de desempleo en el municipio? Nada o casi nada, debido a las limitaciones impuestas desde el gobierno central y la UE en materia de competencias locales, la imposibilidad de crear empresas públicas y la restricción presupuestaria. Es decir, si nuestras propuestas se encorsetan en el marco del capitalismo las condiciones de vida y trabajo de la mayoría social no se resuelven. En cambio, si nuestras propuestas estratégicas se sitúan superando el capitalismo, la estrategia de lucha tiene que ser acorde a tal objetivo y necesariamente no será la misma que la de la mera gestión aunque se adorne esto de manera idealista como el asalto de las instituciones burguesas para ponerlas alservicio de la clase obrera, puesto que si hay un poder obrero y popular capaz de disputar el poder político, que no la gestión, este tendría que destruir tales instituciones junto a todo el aparato del estado burgués y construir su propio estado, su propio poder.
PROCESO CONSTITUYENTE Y REPÚBLICA BURGUESA VS REPÚBLICA SOCIALISTA DE CARACTER CONFEDERAL
En el mejor de los casos, las organizaciones del reformismo político se definen republicanas. Algunas manifiestan tal grado de oportunismo y de calculo electoralista que ni siquiera se pronuncian al respecto. El PCPE entiende la lucha republicana como lucha por la República Socialista de carácter Confederal. El PCPE entiende que la cuestión republicana es la expresión política en el plano de la forma del Estado de la contradicción principal que opera en la base económica de la sociedad, la contradicción entre capital y trabajo, esto es, la producción cada vez más social, donde millones de trabajadores intervienen en todo el mundo, y la propiedad privada de los medios de producción y de la apropiación por tanto privada de los beneficios de esta producción. Por tanto el proyecto revolucionario debe centrarse en el verdadero factor del problema que es la naturalea de clase del Estado, desligándose del debate abstracto, de manera idealista y sin tener en cuenta la lucha de clases.
El PCPE no tiene una concepción etapista de la historia, sino que caracterizamos la época actual como de transición del capitalismo al socialismo y que en España hay un capitalismo desarrollado, siendo pues un país imperialista, donde las fuerzas productivas presentan un alto grado de desarrollo que permitiría afrontar los graves problemas en los que se desenvuelve el trabajo y la vida de las masas obreras y populares, donde se ha completado el papel histórico del bloque oligárquico-burgués y no existe cuestión democrática alguna que dependa de su papel y donde la forma de dominación capitalista es perfectamente compatible con un régimen republicano, aún el más democrático posible dentro de los límites del capitalismo, por tanto algo asumible por el sistema.
De todo esto, podemos deducir, que hoy se dan las condiciones objetivas para la Revolución Socialista, y que sólo cabe desarrollar las subjetivas, con una estrategia acorde a tal objetivo, con sus propias formas de organización y concepción táctica, que aunque flexible y ajustada, siempre responderá a los objetivos estratégicos trazados, independientemente de avances o retrocesos temporales.
FRENTE O BLOQUE DE IZQUIERDAS VS FRENTE OBRERO Y POPULAR POR EL SOCIALISMO
Entendemos, que en consonancia con la estrategia revolucionaria la formulación tradicional de lo que veníamos denominando “Frente de Izquierdas” es superada hoy por el objetivo del Frente Obrero y Popular por el Socialismo, con la clara voluntad de implicar a amplias masas en la acción política, superando estrechas concepciones de pactos o meros acuerdos entre organizaciones con unos programas de mínimos, expresión siempre como tal de las posiciones del reformismo, que, en la mayoría de las ocasiones no han tenido ninguna repercusión práctica.En nuestro país no existe hoy una burguesía nacional enfrentada a los monopolios. La alianza clasista se reduce al campesinado, a los pequeños productores del campo expoliados y arruinados por los monopolios y a los sectores profesionales y pequeña burguesía en proceso de proletarización, condenados por el desarrollo capitalista e interesados, junto a la clase obrera jugando el papel dirigente, en confrontar con el bloque oligárquico-burgués, constituyendo una inmensa mayoría social.
No se trata pues de una organización política, ni mucho menos una opción electoral, sino de la alianza de las distintas expresiones organizativas de los sectores sociales implicados en la lucha antiimperialista y antimonopolista como frentes de masas, algunas de ellas ya existentes en proceso de crecimiento, como los Comités para la Unidad Obrera (CUO), expresión organizativa de la unidad de la clase obrera, y otras, como los Comités Populares en los barrios, la organización de la mujer trabajadora, el sindicato estatal estudiantil, la organización del campesinado, autónomos y pequeños comerciantes, el movimiento antiimperialista y por la paz o la lucha en defensa del medio ambiente, que serán generadas al calor de la lucha con la intervención del Partido Comunista disputando la hegemonía y derrotando las posiciones reformistas en el seno del movimiento obrero y popular.
En conclusión, siempre que la dictadura del capital enfrenta una grave crisis de legitimación y sumisión social, en que proliferan las luchas obreras y populares y se tejen entre ellas “peligrosos” lazos de unidad, el oportunismo acude en ayuda sacando al mercado el antídoto. Llama a la clase obrera a agruparse en torno a las vacuas e inofensivas consignas del interclasismo, del ciudadanismo, de la conciliación de clases, le señala falsos enemigos o embellece o esconde su enemigo principal, proclama el fin de las ideologías, de las clases, de la lucha de clases, le señala falsos aliados.
Pero, la ideología, como las clases, no dejan existir porque se niegue su existencia ni dejan de ser ideológicos los discursos del oportunismo aunque se finja lo contrario. Una organización de trabajadores “sin” ideología o con una ideología difusa por la caza en todo el espectro electoral posible, está impregnada de la ideología de la clase dominante y a merced de ella, le rellena el cargador de balas de fogueo que impidan y retrasen el avance de la conciencia y la organización de la clase obrera para convertirse en clase para sí y cumplir su objetivo histórico, que no es otro que la destrucción del capitalismo y la construcción del Socialismo-Comunismo. En palabras de Lenin: “Los hombres han sido siempre, en política, víctimas necias del engaño propio y ajeno, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a descubrir detrás de todas la frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una otra clase”
El Partido Comunista lo tiene claro y así se lo transmitirá hoy siempre a la clase obrera y el pueblo:
CONTRA LOS FALSOS ATAJOS, POR EL FRENTE OBRERO Y POPULAR POR EL SOCIALISMO
TODO PARA LA CLASE OBRERA
Célula “Constantino Zapico” del Caudal del PCPE
Comentarios recientes