La plácida muerte de un canalla

Ene 19, 2012 | Comité Central

Nota del PCPE y los CJC ante el fallecimiento de Manuel Fraga.

 

El domingo 15 de febrero murió plácidamente en su casa Manuel Fraga Iribarne, presidente-fundador del Partido Popular, ministro durante la dictadura militar franquista y pilar fundamental de la estrategia de dominación de la oligarquía sobre la clase obrera y los pueblos de España hasta su muerte.

Por parte del estado burgués y todos los medios de comunicación a su servicio, la figura de Manuel Fraga ha sido vendida como la de un “demócrata. Su participación en la redacción de la ponencia constitucional es el hecho en el que fundamentan esta afirmación. Para los y las comunistas que siempre dijimos NO a la Constitución del 78 por burguesa y monárquica, este hecho no hace más que certificarnos la continuidad entre ambos regímenes burgueses.

Y es que Fraga fue una de las personas que hicieron posible la transición del régimen franquista militar al régimen parlamentario, de la dictadura terrorista de la burguesía a la dictadura parlamentaria de la burguesía.

La figura de Fraga evidencia la continuidad de poderes entre una forma de gobierno burgués y otra, demuestra la farsa de la transición y señala a la clase obrera y los sectores populares que la lucha debe ir más allá de alcanzar una cuota de participación en el parlamento burgués, pues siempre debe marcarse el objetivo de destruir el poder burgués y proclamar el poder de la clase obrera.

Precisamente el actual gobierno de España l país es ejercido por el partido que fundó Manuel Fraga, el Partido Popular, que está aplicando con dureza una amplia batería de medidas que destruyen gran parte de los derechos laborales y sociales alcanzados mediante la lucha organizada de la clase obrera, la juventud y los sectores populares durante los años de plomo de la Transición en los que Manuel Fraga fue Vicepresidente del Gobierno y Ministro de Gobernación

Es necesario conocer realmente la figura de Fraga para destripar la actual democracia burguesa, que corona como “demócrata” y defensor de su constitución a este canalla, precisamente porque profesa sus mismos principios.

 

Julián Grimau García: patriota y comunista al servicio del pueblo.

Manuel Fraga desempeña un papel fundamental en la condena y posterior asesinato de Grimau, ya que como Ministro de Información declara en el primer momento que las torturas y el posterior intento de asesinato tras la detención de Grimau (al ser arrojado por la Brigada Político Social desde el segundo piso del edificio donde estaba custodiado) no se corresponden con el exquisito trato que recibe en dependencias policiales, resultando que las graves lesiones son producto de que el propio Grimau se encaramó a una silla, abrió la ventana y se arrojó por ella de forma "inexplicable" y por voluntad propia.

El jueves 18 de abril de 1963, Julián Grimau es condenado a muerte por un tribunal militar y dos días después, el 20 de abril es asesinado por un pelotón de fusilamiento. Dirigente del Partido Comunista de España en el interior, Julián Grimau García fue el ultimo antifascista condenado a muerte por delito de rebelión militar, 24 años después de haber finalizado la guerra nacional revolucionaria.

 

Enrique Ruano, estudiante antifranquista.

El 17 de enero de 1969 es detenido en Madrid el estudiante de derecho Enrique Ruano por lanzar propaganda política en la calle y posteriormente es conducido a comisaría. Tres días después es asesinado al ser arrojado desde el séptimo piso de un edificio por torturadores de la Brigada Político Social.

Manuel Fraga desde su puesto de Ministro de Información urde un montaje con la colaboración del diario ABC, dirigido en aquel momento por Torcuato Luca de Tena donde presentan un supuesto diario de Enrique Ruano en el que se expresaban ideas suicidas y que fue publicado para avalar la teoría de un suicidio en lugar de un asesinato político.

 

3 de marzo de 1976. La clase obrera ni olvida ni perdona.

El 3 de marzo de 1976, la policía armada asesina a cinco trabajadores en el marco de una serie de movilizaciones obreras en Vitoria-Gasteiz. Manuel Fraga se encontraba en esos tiempos al frente del Ministerio de Gobernación y de el dependían directamente las Fuerzas de Orden Público que dispararon sobre los trabajadores, matando a cinco de ellos e hiriendo indiscriminadamente a cientos.

Los héroes de aquella trágica jornada son los siguientes:

Pedro María Martínez Ocio, trabajador de Forjas Alavesas, asesinado a los 27 años de edad.
Francisco Aznar Clemente, panadero y estudiante, asesinado a los 17 años de edad.
Romualdo Barroso Chaparro, trabajador de Agrator, asesinado a los 19 años de edad.
José Castillo, trabajador de Basa-Grupo Arregui, asesinado a los 32 años de edad.
Bienvenido Pereda, trabajador de Grupos Diferenciales, asesinado a los 30 años de edad.

Poco tiempo después pronuncia la célebre frase la calle es mía, en referencia a la prohibición de que las organizaciones obreras se movilicen durante el 1º de Mayo de 1976.

La impunidad con la que ha muerto Manuel Fraga contrasta con la indignidad de los miles de republicanos asesinados durante la guerra por el franquismo del que Fraga formó parte en años posteriores. Contrasta con la represión que sufrió la clase obrera y los sectores populares durante la dictadura y la transición. Y contrasta también con el papel jugado por Fraga una vez muerto el dictador, valedor del papel que sus herederos políticos juegan hoy en día cuando gestionan los resortes de la dictadura del capital.

Manuel Fraga Iribarne, al fin y al cabo fue un obediente y servicial alto cargo de la dictadura, descendiente directo de aquella España que un redactor del periódico comunista Mundo Obrero definía en julio de 1936 como la de los eternos salvadores de España que no han hecho otra cosa que asfixiarla; los caciques, los terratenientes, los curas más reaccionarios y los militares cuarteleros y oportunistas… ¿cuándo nos dejaran respirar en paz?

Para el PCPE y los CJC, la muerte de Fraga no es motivo de satisfacción. Este canalla ha muerto plácidamente sin ser juzgado, no podemos estar contentos de ello.

Éste es un momento para quitar la careta a la democracia burguesa, dejando en evidencia su connivencia con los gerifaltes fascistas que gobernaron nuestro país durante 40 años.

 

Partido Comunista de los Pueblos de España

Colectivos de Jóvenes Comunistas