Publicamos el texto base del acuerdo de trabajo alcanzado por Red Roja y el PCPE en relación con su intervención práctica en el movimiento obrero y popular:
FRENTE DE SALVACIÓN DEL PUEBLO
Llamamiento de urgencia para organizar la respuesta colectiva que salve al pueblo.
Ante una situación, en la que la Covid-19 ha acelerado de golpe la crisis económica que ya se estaba iniciando meses atrás, y que sitúa a la clase obrera ante un futuro de sufrimiento y carencias de todo tipo, respondemos con un llamamiento a las fuerzas obreras y populares para organizar una estrategia común, cuyo objetivo central sea salvar al pueblo.
Estamos ante la necesidad imperiosa de unir las fuerzas de la mayoría social para levantar una ofensiva generalizada que obligue a los ricos y a toda la cohorte de parásitos capitalistas a pagar por su crisis. Si su sistema es el responsable de nuestra crítica situación; que paguen ellos con la riqueza que han acumulado a costa de nuestro trabajo y de los míseros salarios que nos imponen.
Frente al paro, la precariedad y la pobreza; frente a la mayor explotación de la mujer trabajadora, la sangrante situación de una juventud sin futuro, y una clase obrera inmigrante prácticamente esclavizada, será la fuerza del pueblo unido en lucha la garantía de la VICTORIA, en una batalla que será dura y desigual, pero en la que somos la fuerza más numerosa y más motivada.
Unamos en un único torrente fecundo todas las energías y expresiones diversas de la lucha obrera y popular. Porque la dispersión nos debilita, y la unidad es el camino a la VICTORIA.
Años de privatizaciones y recortes sociales, del desmantelamiento industrial y pérdida de derechos laborales y, también, las políticas impuestas por la UE en la distribución internacional del trabajo, sitúan a millones de personas en el abismo de la exclusión social. Todo ello ejecutado los pasados años por diferentes gobiernos, con discursos variados pero con el mismo objetivo: entregar lo público a los grandes monopolios para aumentar sus parasitarias ganancias, imponiendo a nuestro país un modelo económico centrado en los servicios.
También, en este tiempo, los bancos han saqueado las finanzas públicas de todas las formas posibles, y hasta siguen sin devolver los 62.000 millones de € oficialmente reconocidos. Y, ahora mismo, las grandes empresas de la energía y la obra pública presionan, de todas las formas posibles, para que se apruebe un plan de reactivación económica que tenga como prioridad central seguir engordando sus insaciables caudales. Todo ello asociado a un sistema en el que, mientras millones de familias no saben cómo llegar a final de mes, una minoría de empresarios corruptores y políticos corrompidos, con su mayor representante en la familia Borbón, tratan de salvar sus beneficios a costa del sacrificio de la inmensa mayoría.
A todos estos escándalos se unen los más de 30.000 millones de euros anuales de gasto militar que, obviamente se detraen de gastos sociales. Este gasto de dinero público no está justificado por necesidades defensivas, sino impuesto por la pertenencia a la OTAN con la consiguiente subordinación a los intereses del imperialismo yanki, que un gobierno detrás de otro, tan patriotas ellos, siguen manteniendo.
Nuestra lucha es por un futuro de justicia, libertad, solidaridad y hermanamiento entre los pueblos. Un futuro basado en la planificación racional y democrática de la economía, que ponga su prioridad en las personas y no en el beneficio privado de un reducido grupo de parásitos y explotadores, que revierta las privatizaciones, y que garantice el acceso a un trabajo, una vivienda y unos servicios sociales dignos para todos. Futuro que llegará a través de la unidad de las luchas de todo el pueblo, contra las reformas laborales, contra los recortes, contra la explotación cada vez más sangrante de los trabajadores y la degradación generalizada de nuestras condiciones de vida. Es hora de decir BASTA y trabajar en unidad por los objetivos comunes de la mayoría, objetivos que ponen en jaque a la dictadura de la oligarquía financiera y monopolista.
Por todo ello exijamos:
- NACIONALIZACIÓN DE LA BANCA
- NO AL PAGO DE LA DEUDA PÚBLICA
- RUPTURA CON LA UNIÓN EUROPEA Y EL PODER DE SUS MONOPOLIOS
- INTERVENCIÓN SOCIAL DE LAS GRANDES EMPRESAS DE DISTRIBUCIÓN Y PRODUCCIÓN (eléctricas, suministros….)
- PLANIFICACIÓN RACIONAL Y DEMOCRÁTICA DE LA ECONOMÍA PARA SATISFACER LAS NECESIDADES DE LA MAYORÍA SOCIAL, GARANTIZANDO LA REINDUSTRIALIZACIÓN DEL PAÍS Y LA RECUPERACIÓN DE NUESTRA SOBERANÍA A TODOS LOS NIVELES.
¡UN PUEBLO UNIDO JAMÁS SERÁ VENCIDO!
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