Desde el pasado 18 de junio, las trabajadoras y los trabajadores del metal en Cartagena mantienen una huelga que ha elevado su acción a un nivel superior, tras rechazar un preacuerdo tramposo pactado entre la patronal y CCOO. En esta ocasión ha sido CCOO, y no UGT como ocurrió en Cádiz, quien firma pactos contrarios a los intereses de la clase trabajadora.
Este escenario debe llevarnos a reflexionar sobre el papel de los y las sindicalistas y no solo de los sindicatos y sobre la importancia de la organización obrera en asamblea, donde nadie debe imponer el acuerdo.
Actualmente, un grupo de trabajadores se encuentra en huelga de hambre. Aunque no somos partidarios de esta forma de lucha, dado el deterioro físico que puede conllevar deterioro físico y de salud, respetamos y apoyamos cualquier decisión que emane de la asamblea obrera.
Cuando los esquiroles políticos se enmarcan en estructuras sindicales y pretenden generar miedo y chantajes para convencer de que la huelga perjudica a las y los trabajadores, hay que recordarles que hoy trabajamos ocho horas gracias a la huelga de La Canadiense, que se sostuvo más de dos meses sin ceder en sus objetivos. También la “Huelgona” de 1962 bajo la dictadura, la huelga minera que duró más de dos meses, y la histórica huelga de Bandas en Etxebarri entre 1966 y 1967, con 163 días de resistencia ante la patronal franquista. Más recientemente, la huelga de Tubacex se extendió durante 235 días. Huelga del sector de la limpieza en Madrid, trabajadoras de residencia en Vizcaya y un largo etc, en todas ellas, la conciencia obrera venció al pacto traicionero de esquiroles y jefes.
Las trabajadoras y los trabajadores del metal en el Estado español son víctimas de una sobreexplotación por parte de una patronal ávida de ganancias en un sector altamente rentable. A cambio, reciben salarios de miseria y condiciones precarias.
Desde el PCPE apoyamos plenamente las reivindicaciones de las trabajadoras y trabajadores del metal en Cartagena. Animamos a continuar con la huelga como herramienta legítima de negociación, a resistir las presiones de los esquiroles, que jamás entenderán que no hay fraternidad entre clases, los intereses son antagónicos, y a no dejarse intimidar por la patronal corrupta, que hará todo lo posible por mantener sus privilegios y niveles de explotación.
Llamamos al conjunto de la clase obrera a apoyar esta huelga y otras que se están desarrollando por todo el Estado español. Solo con la unidad de clase más amplia será posible vencer al capital.
La lucha no puede quedar limitada a un sector u otro: es una lucha de clases, una pugna entre capital y trabajo. En ella, las masas trabajadoras y el pueblo se juegan no solo un punto en el convenio, sino su presente y su futuro como seres humanos.
¡¡CON LA HUELGA DEL METAL DE CARTAGENA!!
¡¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES UNÍOS! !
Comentarios recientes