Desde mediados de noviembre la organización de Granada del PCPA-PCPE viene acompañando a la sección de hostelería y turismo de la Unión Local del SAT (Granada) en la lucha que llevan a cabo en la defensa de los derechos laborales básicos de los trabajadores del sector. Estos derechos elementales son atropellados y pisoteados un día sí y otro también. De forma general la actividad sindical está absolutamente perseguida y ha desarrollarse (no pocas veces) en condiciones de clandestinidad. El convenio colectivo es papel higiénico mojado. La mayoría de las contrataciones son temporales y están en fraude de ley. Los contratos a tiempo parcial (para jornadas laborales interminables) son la norma en el sector. La jornada laboral se extiende por encima de las diez horas al día, mientras las cotizaciones a la seguridad social apenas si cubren 2 o 4 horas de dicha jornada…
En la provincia de Granada, en la que día a día se baten récords de ventas en los sectores de restauración, hostelería y el turismo, las más descarnadas explotación y precariedad laboral acorralan a un amplio sector de la población trabajadora que alcanzan los 15 mil trabajadores/as en este ramo y que son llevados a diario a condiciones de trabajo miserables; a condiciones de mera supervivencia e indiginidad.
Las últimas batallas abiertas en este sector se producen a partir del reivindicaciones laborales básicas como el derecho a vacaciones, la reclamación a los patronos de la vestimenta laboral o la constitución de una sección sindical.
Los últimos despidos afectan a delegados de dos secciones sindicales del SAT. Uno fue despedido tras intentar hacer valer sus derechos y constituir una sección sindical en un céntrico restaurante de la ciudad, el restaurante Alameda. Otro trabajador también fue despedido tras reivindicar que las condiciones de trabajo se ajustaran a la norma que dicta el convenio provincial en uno de los centros de trabajo de la cadena de comida rápida Domino’s Pizza. Como anécdota que nos permita ilustrar el folclore normativo en el sector, señalar, en el caso de Domino’s Pizza, que esta empresa se niega a aplicar el convenio provincial de hostelería y turismo que es el que le toca dadas las características reales del negocio. Aplican en cambio el convenio colectivo de Deliverís, una empresa de reparto de comida a domicilio. Sólo esto, le permite ahorrarse entre 200 y 400 euros por trabajador.
Desde noviembre se han sucedido diversas concentraciones ante las puertas de dichos centros de trabajo, denunciando estos hechos y pidiendo la readmisión de los trabajadores despedidos. Estas concentraciones continuarán hasta el momento en que los compañeros despedidos vuelvan al trabajo. La organización de Granada del PCPA-PCPE continuará apoyando estas movilizaciones de la sección de hostelería y turismo de la unión local del SAT, apostando por la unidad, la solidaridad y la lucha de clase frente a la patronal y el capital.
La lucha es el único camino.
Comentarios recientes