«Al fascismo se le impedirá todo paso construyendo la más decidida y fuerte alianza obrera y popular. Un pueblo organizado desde lo más básico de su día a día, en sus barrios y pueblos, en los centros de estudio y de trabajo, será la verdadera tumba del fascismo».
Luchar contra el fascismo sigue siendo una necesidad. En cada barrio, centro de estudio y de trabajo ¡No Pasarán!
En estas últimas semanas ha tenido lugar una ocupación por parte de diversos elementos fascistas que recibe el nombre de “Hogar Social Ramiro Ledesma” en el representativo barrio madrileño de Tetuán, de una alta extracción inmigrante y popular. Ésta sigue la estela de otras de similares características llevadas a cabo en Zaragoza y Castellón. Ambas comparten las mismas dinámicas de funcionamiento y sus propuestas ocio-culturales se proyectan en base a unas mismas tesis políticas. Tras las primeras movilizaciones vecinales en el barrio de Tetuán contra la okupa fascista «Hogar Social Ramiro Ledesma» ha tenido lugar la primera agresión contra un vecino del barrio. La advertencia de los vecinos y vecinas de que esto ocurriría no ha sido tenida en cuenta y, como en cualquier otro lugar que se abre un centro social fascista, las agresiones de estos elementos aumentan considerablemente.
Analizando su argumentario, inundado de hipócritas buenas intenciones y de llamadas a la “solidaridad” con los sectores sociales más desfavorecidos y castigados por la crisis capitalista, nos encontramos cómo subyace la reacción y el chovinismo en toda su línea discursiva. Las ayudas que estos “hogares sociales” prestan quedan fuera del alcance de los trabajadores y trabajadoras inmigrantes, que son excluidos por su nacionalidad.
Atendiendo a los pormenores de este planteamiento descubrimos bajo la retórica antisistema utilizada por los impulsores de estas iniciativas, la
construcción de un muro cimentado sobre premisas falsas que pretende la división y el enfrentamiento entre múltiples segmentos de la clase obrera.
Este proyecto está siendo orquestado en el Estado español por el MSR, que si bien se desvincula formalmente de estos “hogares sociales”, de una parte les ofrece apoyo externo y de otra podemos comprobar que las personas más activas en el desarrollo de estas ocupaciones son militantes de dicha organización.
Esta propuesta bebe de las realizadas por el Fronte della Gioventú (Organización juvenil del Movimiento Sociale Italiano), que durante la
década de los setenta utilizaba la realización de eventos deportivos y culturales de diversa índole como correas transmisoras de la ideología
fascista. En los años noventa se comenzaría a apostar también por la ejecución de ocupaciones que funcionaran como repuesta de emergencia a la difícil situación de acceso a la vivienda, sirviéndose de éstas como reclamo para intentar abrir los espacios que les permitieran cultivar los
principios del fascismo entre los sectores sociales más castigados por la lógica del capitalismo monopolista. Continuando estos pasos se crearía en el 2003 Casa Pound, que llevaría a unas dimensiones mayores este proyecto concreto de los grupos fascistas italianos.
El hecho de que en la Comunidad de Madrid el fascismo aun siga siendo un elemento casi marginal no nos puede hacer bajar la guardia. Ya el curso pasado vimos varias intentonas graves de penetración de diferentes grupúsculos fascistas en la Universidad a través de Respuesta Estudiantil y Liga Joven, éstos últimos vinculados al MSR y el Hogar Social mencionado, acciones que fueron respondidas con contundencia por el estudiantado. No nos podemos olvidar tampoco de las últimas agresiones, como las ocurridas en las fiestas de San Fernando de Henares, o el propio hecho de que en una de las principales ciudades obreras de nuestra región, Alcalá de Henares, España 2000 lograra representación municipal en las últimas elecciones.
La clase obrera no debe descuidarse del peligro que suponen los elementos fascistas por más que estos revistan sus verdaderos objetivos e intenciones con los ropajes más filantrópicos y humanitarios. Al fascismo se le impedirá todo paso construyendo la más decidida y fuerte alianza obrera y popular. Un pueblo organizado desde lo más básico de su día a día, en sus barrios y pueblos, en los centros de estudio y de trabajo, será la verdadera tumba del fascismo. Ni la acción individualista, ni el vanguardismo marginal podrán hacerle frente, más bien al contrario, avivarán su llama. Será la organización y movilización popular, en este caso de todos los trabajadores y trabajadoras del barrio de Tetuán, la que expulse de su barrio al fascismo. Desde el Partido Comunista de los Pueblos de España y los Colectivos de Jóvenes Comunistas trabajaremos para que así sea.
¡ANTE EL FASCISMO, RESPUESTA OBRERA!
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