Un paso firme en la construcción de la unidad de clase

El pasado jueves 29 de mayo se desarrolló la primera Huelga General en el ámbito territorial del País Valencià, convocada por diversos sindicatos de clase: Intersindical Valenciana, COS, CNT y CGT.
Los motivos de la huelga pueden resumirse en que la dignidad de los habitantes de las zonas afectadas y de todo el País Valencià está por encima de los intereses de la clase dominante, sus gestores y su Estado. La convocatoria puso en solfa el cinismo de quienes, a pesar de tenernos trabajando hasta la muerte, pretenden presentarse como garantes de nuestras vidas. El uso de la herramienta histórica de la clase obrera —la huelga— estaba más que justificado.
El triunfo del 29M fue la unidad de clase de los sindicatos convocantes, respaldada por una amplia movilización social, tanto en las jornadas previas como durante la huelga. El marco unitario abierto tras esta convocatoria debe desarrollarse y fortalecerse: la unión de sindicatos de clase, colectivos sociales y organizaciones políticas abre un horizonte de lucha en el País Valencià. Avanzar en esta unidad —aún ampliable a otros sectores sindicales— es imprescindible para articular un movimiento obrero que construya un proyecto propio, más allá del electoralismo o las ilusiones en un Estado «más democrático».
La huelga contó con la determinación de muchos trabajadores, conscientes de que, aunque la producción no se pararía por completo, era necesario empezar a caminar hacia la unidad de clase, por difícil que sea.




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