Pan, Trabajo, Techo y Dignidad son las justas exigencias de las movilizaciones convocadas para este 29 de Noviembre. Las y los comunistas decimos con claridad a nuestros compañeros y compañeras de lucha, a los trabajadores y trabajadoras, que estas justas reivindicaciones sólo se conseguirán cuando la clase obrera conquiste el poder.
Este es un objetivo que requiere de una acumulación de fuerzas y experiencias de lucha sostenidas y prolongadas, requiere organización, unidad obrera y un programa político claro. Es un objetivo difícil, pero no tanto como acabar con la corrupción y la “cleptocracia” o dominio de los ladrones, sin romper con el cleptócrata sistema capitalista, que desde que nació hasta la fecha vive de robar nuestras horas de trabajo y de vida. No tan difícil como acceder a una prestación universal que de verdad permita a los millones de paradxs, jubiladxs con pensiones de miseria y jóvenes a quienes se les niega todo futuro, emanciparse de cualquier patrón y vivir libre y dignamente de la dádiva del Estado burgués.
Esto no sucederá nunca porque contradice la lógica implacable del sistema capitalista, que alimenta sus ganancias de la miseria de muchos y muchas, y contradice la esencia de su falsa democracia burguesa (democracia para unos pocos , dictadura y miseria para la gran mayoría). El capitalismo para sobrevivir necesita de la miseria y de la desesperación de un vasto ejército de reserva de parados y paradas dispuestas a trabajar por el bocadillo rebajando así el precio de la fuerza de trabajo que es lo que el patrón nos compra.
Pedirle pan, trabajo, techo y dignidad al capitalismo es ilusorio, pero pedírselo cuando está en crisis terminal porque ya no da más de sí como sistema y se sacude convulsionado por crisis cada vez más profundas e irresolubles, es como pedirle peras al olmo. Que el presidente dimita y que otros representantes de la misma oligarquía parásita y corrupta le sustituyan en las próximas elecciones no variará la situación de la clase trabajadora. Será el mismo perro con distinto collar y representará los intereses del mismo amo.
La clase obrera tiene que luchar unida para derrotar no sólo al gobierno ni al régimen, sino a la clase en el poder, a la clase capitalista. Es todos los días, y no cada cuatro años, en su centro de trabajo , en su barrio, que el trabajador y la trabajadora tiene que hacer su elección. Elegir entre el aislamiento, la sumisión, la división y la impotencia, o ir a la lucha, unirla a otras luchas obreras para conquistar victorias duraderas ; convertir cada lucha en organización, constituir, al calor de cada lucha, un Comité para la Unidad Obrera.
Sólo levantando un poderoso frente único bajo el programa político revolucionario de la clase obrera y su partido, podremos los trabajadores y las trabajadoras, que somos la inmensa mayoría y somos quienes producimos todas las riquezas y realizamos todos los servicios, tumbar al capitalismo parasitario y podrido y recuperar nuestros derechos en el camino de la lucha por nuestro propio Poder.
¡TRABAJADOR, TRABAJADORA:
¡ORGANÍZATE Y LUCHA!
INCORPÓRATE AL PARTIDO DE LA CLASE OBRERA
EN CADA CENTRO DE TRABAJO, EN CADA BARRIO
¡PARTIDO COMUNISTA!
¡JUVENTUD COMUNISTA!
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