Casi un 50% de mujeres en edad reproductiva viven en países donde el aborto está fuertemente restringido. Ello no implica que el número de abortos disminuya sino que un gran número de mujeres y niñas pondrán en riesgo su vida e integridad física para que se les practique un aborto en condiciones sanitarias mínimas.
La OMS calcula que todos los años tienen lugar 25 millones de abortos inseguros, siendo la tercera causa más habitual de muerte materna del mundo y dan lugar además a cinco millones de discapacidades en gran medida evitables.
Incluso en nuestro país aún contando con una ley de plazos, que recoge que la interrupción voluntaria del embarazo se realizará en centros sanitarios públicos, la mayoría de los abortos se realizan en centros privados, produciéndose así una barrera de acceso al aborto muy importante y una restricción de este derecho.
Una discriminación más en una sociedad dividida en clases que sólo contempla de manera formal los derechos del pueblo trabajador, en este caso de las mujeres trabajadoras.
Por los derechos sexuales y reproductivos en la sanidad pública.
Aborto libre, seguro y gratuito.
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