El sistema sanitario español está sometido al poder de las grandes empresas farmacéuticas y del sector de los seguros. Estas empresas poseen hospitales, servicios de ambulancias y ofrecen toda una serie de servicios a costa de las arcas públicas. Son auténticos parásitos que se enriquecen a costa del sufrimiento de la mayoría obrera y popular.
Defendemos una sanidad exclusivamente pública, tanto en la financiación como en la titularidad y la gestión, universal, integral, sin copagos y que, basada en criterios científicos y ajena al ánimo de lucro, tenga como objeto la protección, promoción y restauración de la salud individual y colectiva.
- En consecuencia, nos oponemos a todo tipo de conciertos sanitarios y proponemos su inmediata derogación.
- Fuera las empresas que parasitan la sanidad: todas las actividades actualmente externalizadas en hospitales, centros de salud o cualquier otro tipo de instalación sanitaria del SNS (limpieza, mantenimiento, cocina, lavandería, laboratorios, ambulancias,…) serán reintegradas a la gestión pública directa y sus trabajadoras/es considerados como personal sanitario dependiente del sistema público.
- Rescate, sin pago de lucro cesante, e integración en la red pública del SNS de aquellos centros sanitarios privatizados que sean considerados necesarios para la atención a la salud de la población, y rescisión de los contratos en vigor con aquéllos que no resulten necesarios.
- Incremento y estabilización de las plantillas sanitarias y reorganización de la atención, abriendo los turnos necesarios para optimizar y utilizar al 100% las instalaciones sanitarias públicas. Basta de contratación precaria y de la subcontratación de los trabajadores/as de la salud.
- Formación médica y del resto del personal sanitario, en todos sus niveles, íntegramente en instituciones docentes y sanitarias de titularidad y gestión públicas.
- Incompatibilidad estricta para todo el personal sanitario del SNS con cualquier trabajo o relación mercantil con la sanidad privada.
- Planificación bajo control obrero y popular a través de Consejos de Salud, de los recursos y funcionamiento del SNS, a todos los niveles territoriales y en todos los centros sanitarios, en función exclusiva de objetivos de salud definidos a partir del estado de salud de la población.
- Atención integral a la mujer y a su salud reproductiva, incluyendo el ejercicio del derecho al aborto libre, gratuito y en condiciones sanitariamente seguras dentro del SNS. Ilegalización de la mal llamada “objeción de conciencia” de los médicos.
- Inclusión de la salud laboral, junto con la gestión de las incapacidades laborales y de los accidentes de trabajo, en el ámbito de las competencias del SNS, que contará con la participación decisiva de las/os trabajadoras/es.
- Industria farmacéutica de titularidad y gestión públicas para fabricar los medicamentos de mayor uso así como para desarrollar nuevos fármacos y productos sanitarios, tanto mediante investigación propia como en colaboración con las Universidades Públicas y Organismos Públicos de Investigación.
- Financiación completa por el sistema público de salud para toda la población de los medicamentos registrados en el SNS, y dispensación directa a los pacientes bajo control de personal de farmacia en los centros sanitarios públicos.
- Red asistencial a personas dependientes con medios humanos y materiales adecuados y suficientes.
- Programa de combate a las drogodependencias, protección y atención de los enfermos y persecución del tráfico.
- Educación en prevención sanitaria.
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