El XI Congreso del Partido Comunista de los Pueblos de España, realizado los días 2,3,4,10 y 11 de octubre, declara en el marco de lucha de clases actual:
La continuación de la crisis económica y social que afecta al sistema capitalista y que tuvo su inicio en 2007, ha supuesto un grave deterioro a las condiciones de vida y de trabajo en todo el sistema capitalista mundial, la situación en el Estado Español, dada las características del proceso de ampliación y reproducción del capital, adquiere una especial gravedad. La crisis sanitaria derivada de la pandemia de la Covid-19 ha servido al gran capital y a sus agentes políticos para profundizar la ofensiva en todos los órdenes de la organización de la vida social, del trabajo y de los derechos adquiridos y conquistados por la clase obrera del Estado Español. Esta crisis sanitaria ha dejado en evidencia, con terrible claridad, los límites alcanzados por el capitalismo para garantizar una existencia básica a amplios sectores de la población y del pueblo trabajador. Esto se evidencia en la existencia de 2 millones de trabajadores que cobran un salario que les sitúa en los índice de pobreza severa. Eso significa que el capital en el Estado Español, extrae plusvalía sin garantizar a sus obreros y obreras las condiciones mínimas de reproducción social. La utilización de los ERTE supone que el Estado burgués destina todos sus recursos económicos y políticos a garantizar la reproducción ampliada de las ganancia a través de la explotación absolutas de sectores cada vez más precarizados del proletariado: mujeres trabajadores, jóvenes, migrantes, falsos autónomos, etc. que ven cada día más deterioradas sus condiciones de vida. Las millonarias horas extra que no son retribuidas, los abusos en torno a los ERTE a través de los cuales las empresas se están ahorrando los salarios, aun cuando los trabajadores de estas mismas empresas están realizando más horas de las estipuladas, es decir, más trabajo por menos salarios, la problemática en cuanto al cobro de prestaciones sociales producto de la maraña burocrática con que el estado obstaculiza el pago de estas prestaciones que son fundamentales para la supervivencia de millones de familias en este estado.
En un corto plazo veremos como estos ERTE afectan de forma directa a las pensiones, pues dada la importante caída que sufrirán los ingresos y cotizaciones a la Seguridad Social la deuda de esta aumentará y repercutirá en las condiciones de los pensionistas. Un sector de la clase obrera y del pueblo trabajador que se ve cada día más empobrecido, con pensiones irrisorias después de una vida entera de trabajo, agudizando el empobrecimiento del pueblo trabajador y poniéndole rostro femenino a la pobreza, pues en este colectivo se ve aún más agudizada la brecha de género.
El futuro para el conjunto del pueblo trabajador y la clase obrera es oscuro y siniestro. Es indudable que el capitalismo no tiene otro recurso que continuar profundizando las políticas de devastación social. Pero el propio capital no es ajeno a la quiebra que supone su proyecto de reproducción ampliada que encuentra cada vez más resistencia en sectores obreros y populares, añadiendo a esa situación la propia quiebra de su proyecto de consenso social ligado al régimen político monárquico. Las condiciones sociales se agravarán pero los márgenes de creación de consensos por parte de la oligarquía se van estrechando a su vez. Es imperante empezar a sentar las bases para crear una amplia alianza política y social antioligárquica, Una alianza popular y obrera que coloque al PCPE en las condiciones para iniciar un complejo proceso de acumulación de fuerzas sociales contra el capitalismo y la monarquía, pilar fundamental del sistema en esta sociedad actual en el Estado Español.
El congreso que acabamos de realizar supone un avance significativo para avanzar en nuestra concepción de partido para impulsar nuestra organización a la revolución socialista y para alcanzar la sociedad comunista: sociedad sin explotación, la sociedad de los valores de uso.
Nos encontramos dentro de este marco la descarada campaña antiokupación de los medios de comunicación promovida por los fondos buitres, bancos y grandes propietarios de viviendas. Una campaña centrada en criminalizar a las personas sin hogar ni recursos para acceder a una vivienda digna y preparar el terreno para la agudización de la crisis capitalista, legitimando así la aprobación de nuevas leyes que garanticen a los grandes propietarios y a los bancos que cuando el pueblo trabajador sufra aún más las consecuencias de esta crisis y no consiga pagar sus alquileres e hipotecas, puedan echarlos de sus casas y poner a salvo sus grandes activos y fortunas. Desde el PCPE denunciamos que no se garantice el derecho fundamental a una vivienda digna y que este sistema en lugar de cumplirlos viola estos derechos una y otra vez beneficiando a aquellos que mueven los hilos y perjudicando al pueblo trabajador.
Paralelamente a este proceso en la escala estatal, en el plano internacional la característica de esta etapa es la agudización de las contradicciones entre los centros del imperialismo y a la vez, el aumento de las agresiones, guerras de baja y alta intensidad, intervenciones, y ocupaciones por parte del imperialismo. Asistimos a una pugna y lucha internacional en torno a la producción, extracción y comercialización de productos, mercados y mercancías, que se agudizan especialmente con la competencia en torno al desarrollo y expansión de la técnica y la industria del 5G. EE.UU y China están en pleno proceso de pugna en torno a este elemento esencial para el futuro próximo de la humanidad. Unido a la carrera armamentística, cada vez más acelerada, a la que se destina cada vez más porcentaje del presupuesto de los países imperialistas.
El imperialismo incrementa en estas condiciones las agresiones a los procesos nacionales antiimperialista; Venezuela, Cuba, Corea, China, Vietnam, Irán, Siria, Palestina, Yemen etc. son objeto de continuas políticas de agresión a sus pueblos, incluso en esta situación de emergencia internacional derivado de la pandemia. El caso de Cuba es ejemplarizante en cuanto a los intentos despiadados del imperialismo por, aprovechando esta situación, incrementar el nivel de agresión al pueblo cubano a través del duro bloqueo impuesto. Este no ha cejado en ningún momento de aportar su visión humanitaria e internacionalista enviando ayudas sanitarias a otros pueblos y países.
Esto pone en evidencia la superioridad del socialismo que aún en las peores condiciones internacionales es capaz de vertebrar lazos y redes de solidaridad hacia la humanidad en su conjunto.
Por otro lado, nos encontramos con el problema medioambiental, cada día más preocupante, que tiene su origen y su única razón de ser en el sistema capitalista que al desplegarse destruye las dos fuentes principales de riqueza ya sea fuerza de trabajo o recursos naturales, para poder mantener su nivel de beneficios. La solución al problema medio ambiental no está en las pequeñas acciones individuales, si bien estas acciones individuales son muy loables y muestran preocupación no surten verdadero efecto, tal y como los grandes monopolios venden mientras ellos siguen haciendo uso y abuso de la explotación medioambiental irresponsable. Y menos en las cuotas de emisiones que lo único que garantizan es que los países imperialistas puedan seguir aumentando su producción sin preocuparse de su contribución al cambio climático. Por ello desde el PCPE declaramos que la única forma de poner solución al declive medioambiental es la construcción del socialismo, trabajando por hacer un uso responsable del medio ambiente, pues si bien el socialismo no es garantía de un buen uso de los recursos naturales crea las condiciones para que se puedan dar.
A 11 de octubre de 2020.
XI Congreso del PCPE
Comentarios recientes