Junio ha sido un intenso mes de lucha antiimperialista. De Galiza a Málaga, de Almería a Las Palmas, de Murcia a Elx, pasando por Alacant y Valencia, de Zaragoza a Catalunya… Hasta confluir en una movilización unitaria en Madrid.
En cada rincón donde hay militancia comunista se han realizado actividades para explicar qué significa la OTAN hoy y movilizaciones en la calle para denunciar la cumbre que durante los días 29 y 30 se desarrolló en Madrid.
Si los asesinos natos redefinen sus líneas estratégicas, suman participantes en su aquelarre de guerra y barbarie, señalan a la población migrante como otro de sus enemigos y acuden a los fastos que gratuitamente (para ellos, claro, que ya lo pagará el pueblo trabajador) le prepara el gobierno de la socialdemocracia, en las calles les mostramos nuestra repulsa y les denunciamos por ser el brazo armado del imperialismo y regar el orbe de guerra, destrucción, saqueo y muerte.
Pese a la militarización y acoso de toda protesta, pese a los intentos de intimidación, las identificaciones y cacheos de mochilas, un gran número de ciudades mostraron su rechazo a la cumbre con manifestaciones y concentraciones durante la semana. Al mismo tiempo, Sánchez y socios gobernantes, rendían vasallaje a los señores de la guerra y no sólo se congratulaban con el aumento de efectivos militares de las fuerzas ocupantes yanquees en las bases militares, sino que han mancillado todo un símbolo de denuncia de la guerra y el fascismo como es el Guernica.
La cumbre acaba, las secuelas para los pueblos y el planeta por la existencia de esa organización criminal permanece. Pero también permanecerá la lucha antiimperialista y por la paz. La experiencia acumulada estos días, el trabajo unitario y la confluencia de resistencias desde diversos ámbitos de lucha es el inicio para caminar hacia un amplio movimiento de masas de lucha contra la OTAN y las bases militares.
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