El Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) no oculta sus intenciones. Los comunistas nos presentamos a las elecciones con el objetivo de divulgar la propuesta política por el Socialismo entre la clase obrera y los sectores populares. Ningún obstáculo de la burguesía podrá conseguir que nos apartemos de nuestra lucha.
La crisis estructural del capitalismo pone aún más de relevo los intereses opuestos de la mayoría social y la oligarquía burguesa. El capital cada vez está concentrado en menos manos, el poder político también. Es utópico pensar que bajo el capitalismo puede haber más democracia; la única democracia para las amplias mayorías es el Socialismo.
Desde el PCPE nos presentamos a las elecciones del próximo 20 de noviembre con el objetivo de divulgar la propuesta política por el Socialismo, dentro de un proceso sostenido de acumulación de fuerzas que invierta la actual hegemonía del bloque oligárquico-burgués en favor de la clase obrera y los sectores populares.
Nuestra propuesta no es una opción más dentro de aquellas que compiten en estas elecciones por aumentar su fuerza dentro del parlamento para poder pactar en mejores condiciones con otros grupos o sectores. Tampoco es una opción más dentro de aquellas que se olvidan de que la democracia no debe terminar cuando empieza el turno de trabajo y de que estar en el paro responde a un problema social generado por el capitalismo, y no a una elección personal, como algunos propagandistas del capital argumentan.
Actualmente estamos inmersos en una crisis estructural del capitalismo. Esto quiere decir que no es consecuencia de una mala gestión de la política económica por parte de los gobernantes, sino que su origen son las leyes económicas que rigen el capitalismo, es decir, el culpable de la crisis es el propio capitalismo.
Y es que, hoy en día, el desarrollo productivo alcanzado por la humanidad gracias al avance científico-técnico, podría cubrir ampliamente las necesidades de consumo de la población mundial. Evitaría, por ejemplo, que 925 millones de personas se encontraran en situación de subalimentación, como ocurre actualmente.
El capitalismo, en su fase imperialista actual, se caracteriza por la concentración monopolista de los capitales a nivel mundial. Cabe citar un dato: la riqueza combinada de los 475 multimillonarios más ricos es superior al ingreso anual conjunto de más del 50% de la población mundial. La oligarquía, que supone apenas el 1% de la población mundial, domina económica, social y políticamente al resto de la humanidad a través de instituciones como el FMI o el Banco Mundial y alianzas imperialistas como la Unión Europea o la OTAN. En el caso concreto de España, los monopolios de Repsol, BBVA, Telefónica o Banco Santander controlan la mayor parte de la economía estatal.
La responsabilidad de que atravesemos una crisis de sobreproducción es única y exclusivamente de la oligarquía monopolista. En cambio, quienes principalmente están cargando con su peso no son ellos, sino que somos la clase obrera, especialmente la juventud, las mujeres y los inmigrantes.
Su estrategia para salir de la crisis es, primero, despedir masivamente a la mano de obra para ellos sobrante, provocando que ésta pase a ingresar forzosamente las filas del paro. Ésto lo hemos podido observar en los últimos años con el aumento vertiginoso del número de EREs.
Su segunda tarea estratégica consiste en reducir el coste de la fuerza de trabajo, lo cual consigue mediante reformas de la legislación laboral; el estancamiento e incluso la rebaja del nivel salarial; y el aumento del paro, que influye a la baja sobre los salarios. Es muy significativo el dato de que entre 1999 y 2006, siendo antes de manifestarse la crisis actual, los beneficios empresariales aumentaron en España un 73%, mientras que en el periodo 1995-2005 la clase obrera española perdió en torno al 4% del poder adquisitivo.
El capitalismo, en su fase imperialista, tiende a la reacción en todos los ámbitos: incremento de la explotación asalariada, prohibición de las libertades y derechos más básicos, guerra y destrucción, catástrofe medioambiental, etc.
Con nuestra candidatura, desde el PCPE queremos trasladar el mensaje de que es necesaria una ruptura total con el capitalismo. Las posiciones tibias de la socialdemocracia y el reformismo, representados por el PSOE, Izquierda Unida y CHA no van a la raíz del problema, no confrontan con la explotación y la opresión capitalistas; extienden la idea de que un capitalismo más humano, más democrático es posible. De esta manera venden a la clase obrera, la ponen en manos del capital.
La única salida de la crisis favorable a la clase obrera, a los pequeños productores agropecuarios, a los autónomos y a los pequeños comerciantes no es otra que el Socialismo. Con este objetivo proponemos una serie de medidas inmediatas para estas elecciones:
- Nacionalización de los sectores económicos estratégicos, principalmente la banca, con el objetivo de destinar el crédito a las necesidades del Pueblo;
- Defensa del sector público ante las privatizaciones orquestadas por el capital y el rescate de todo lo que ya se ha privatizado;
- Socialización de los suelos urbanizables para evitar la especulación y la corrupción urbanísticas, además de rebajar el precio de las viviendas;
- Comités de Distrito en los municipios, para organizar el poder popular y la gestión pública de los recursos;
- Políticas sociales públicas destinadas a los sectores que más están sufriendo la crisis capitalista;
- Política fiscal progresiva, rebajando los impuestos a sectores obreros y populares y aumentándolos a la burguesía;
- Transporte colectivo eficiente, de gestión y titularidad pública, para luchar contra la contaminación, priorizando también los espacios de uso peatonal;
- Fomento del empleo a través de obras más intensivas en mano de obra y para equipamientos de los barrios populares;
- Abandono inmediato de la UE y de la OTAN, y desmilitarización de aquellos territorios con grandes superficies militares.
La función de los comunistas en el parlamento burgués consiste en utilizar éste como tribuna para denunciar su carácter antiobrero y antipopular. De igual manera utilizamos las elecciones con semejante propósito. A este respecto cabe destacar cómo han quedado en evidencia las instituciones burguesas tras intentar boicotear las candidaturas del PCPE en diversas provincias del estado, entre ellas Zaragoza y Huesca, sin lograr finalmente ningún éxito gracias a la respuesta eficaz de nuestro Partido, que ha llegado hasta el Tribunal Constitucional para destapar la farsa democrática del régimen capitalista español.
Sólo la lucha organizada de la clase obrera, con su Partido Comunista al frente, demostrará la vulnerabilidad de la oligarquía, ahora inexpugnable. Y sólo entonces la clase obrera podrá ocupar el sitio que le corresponde como clase creadora, mediante la revolución, en el Socialismo.
Socialismo o barbarie. Todo para la clase obrera.
El 20 de noviembre, vota PCPE.
Adrián José Bertol, miembro del Comité Central de los Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC) y candidato del PCPE al Congreso de los Diputados por la provincia de Huesca | Para AraInfo
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