8 de Marzo: ¡Contra toda explotación!

Feb 13, 2017 | Comité Central

 

 

Ayer fue posible.

Las heroínas de la Revolución de Octubre fueron todo un ejército, y aunque sus nombres se olviden, su entrega vive en la victoria misma de esa revolución y en todas las conquistas y logros de las mujeres trabajadoras de la Unión Soviética (Kollontai).

Hoy nos pueden parecer corrientes, pero en 1917 fueron pioneras a nivel mundial, abriendo el camino a conquistas en otros países.

  • Establecimiento de igual salario por igual trabajo, algo revolucionario en la época.
  • Incorporación de las mujeres al mundo laboral en todos los sectores.
  • Permiso retribuido por maternidad y embarazo. Ocho semanas de licencia de maternidad plenamente remunerada, recesos para la lactancia e instalaciones de descanso en las fábricas, servicios médicos gratuitos antes y después del parto y bonos en efectivo.
  • Matrimonio civil.
  • Procedimiento de divorcio.
  • Extinción de la distinción legal entre hijos legítimos e ilegítimos.
  • Licencia menstrual, días de descanso mensuales para las mujeres. En la historia de la protección a la mujer obrera, la URSS fue probablemente única en esto.
  • Legalización por primera vez en el mundo el derecho al aborto, que se realizaba en los hospitales de forma gratuita.
  • Derecho al voto y ser elegida para cargos públicos.
  • Liberación del trabajo doméstico y socialización de las tareas (casas de maternidad, parvularios, jardines de infancia, escuelas, comedores populares, lavanderías populares, centros de reparación de ropa).
  • Alfabetización como paso imprescindible para la emancipación.

Hoy es necesario.

El sistema no se sostiene, moribundo, pretende por todos los medios, cargar el peso de los costes sociales de la crisis sobre los hombros de las mujeres, fomentando su retirada del mercado laboral y su dedicación al cuidado y crianza de las personas.

Reclamar derechos post-franquistas o estados de bienestar es una pérdida de tiempo y energía, pues ni siquiera con éstos, las mujeres trabajadoras habíamos conseguido la igualdad ni en el mundo laboral ni en las principales tareas vitales.

La única salida pasa por tomar conciencia de la situación y organizarnos para defendernos conjuntamente de éstos ataques a la clase trabajadora y las capas populares. Además de trabajar para construir las bases para una nueva sociedad:

Hacer trizas el aparato del estado burgués: Estructura y Superestructura. Modelo familia, ideología del amor burgués, estereotipo, cosificación… Ayer fue posible y hoy, 100 años después, se hace necesario. Ser feminista y ser comunista es el modo más cabal de ser mujer y trabajadora en un sistema de explotación que no hemos elegido.

Es adquirir conciencia de nuestra condición de doblemente oprimidas y pasar a la organización de nuestra fuerza revolucionaria para abolir el patriarcado y la familia patriarcal y derrotar al capitalismo. No caben pequeñas parcelitas, todo o la esclavitud.

Para ello es necesario desarrollar un Frente Obrero y Popular por el Socialismo al que te invitamos a sumarte.