Crónica de la jornada de huelga general en Asturies, saldada que un enorme éxito que reforzará la lucha de la clase obrera asturiana.
La práctica totalidad del sector productivo paró demostrando que la clase obrera en Asturies no está dispuesta a callar ante la gran ofensiva de la patronal y sus gobiernos. Y así se ratificó con una manifestación a la tarde con más de 100.000 personas. Lo cual demuestra una vez más la falacia en la que se escudan las cúpulas sindicales para no movilizar diciendo que no hay condiciones para la lucha.
En cuanto al PCPE-Asturies, a pesar de tener que haberse visto en la necesidad de afrontar una campaña electoral a poco menos de una semana de la Huelga General, se desarrolló toda una campaña de agitación obrera aprovechando la propia campaña electoral para explicar a los trabajadores y trabajadoras la necesidad no sólo de votar en las urnas por la única opción de clase si no también la necesidad de votar en la Huelga.
Durante la noche, los camaradas del PCPE nos incorporamos al piquete de los Comités para la Unidad Obrera, que desarrolló, junto a otros compañeros y compañeras de diversos sindicatos una importante labor para impedir que la coacción y las amenazas de la patronal y de su piquete policial impidieran el libre ejercicio del derecho a la huelga. En la limpieza urbana y la recogida de basuras, en el transporte municipal, en la administración pública, en la empresa ALSA, en El Corte Inglés, etc, fue necesaria una aplicación contundente de la democracia y el poder obrero.
El cansancio de toda la noche íba tomando cuerpo a media mañana, mientras los y las camaradas aprovechaban para terminar de instalar en la ciudad los últimos elementos de propaganda agitativa. Pero el cansancio se disipó totalmente cuando a las 18:00 horas una columna de banderas rojas surcaba las calles que van desde el local del Partido en Oviedo hasta la Plaza de América de donde partía la manifestación a las 18:30. A la llegada todo el colectivo partidario y la juventud organizaron el bloque desde el que partirían las consignas más coreadas de toda la manifestación, un bloque de Partido que llegó a albergar en su seno a más de mil personas entre su pancarta de cabecera y su pancarta de cierre. Un bloque conbativo que recordaba que no estabamos allí para avalar un futuro pacto social y que reivindicaba todo el poder para los que todo lo producen.
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