La organización de las marchas por la dignidad en Bilbao ha informado al PCPE en Euskal Herria que que la presencia de carteles, banderas y pancartas del PCPE en la movilización del sábado 29 de Noviembre en Bilbao queda fuera del planteamiento de la organización.
Rechazamos un hecho que sucede siempre en Bizkaia de la mano de elementos con un marcado cariz sectario y no en otros sitios, donde no existe ningún problema para que el PCPE participe con su propia comitiva y sus símbolos. El individualismo es patente en esta convocatoria cuando reniegan de las expresiones políticas y de los sindicatos mayoritarios. La única alternativa válida es que se acepten las formas de organización anarquistas para poder participar. Rechazamos que no se permita la participación de manera organizada en las movilizaciones porque eso, de facto, impide que exista una unificación de las luchas. Así mismo rechazamos hablar en términos genéricos como ciudadanos, el pueblo o similares, por constituir en sí mismo una negación de la Lucha de Clases, ya que supone un intento de equiparar las condiciones de vida y trabajo de explotadores y explotados.
Éste sábado las marchas de la dignidad marcharan por el empleo digno, por una renta básica, por los servicios públicos y de calidad, por el derecho a la vivienda y la dación en pago, por las libertades democráticas, por los presupuestos restrictivos de las administraciones públicas, contra el pago de la deuda, el paro, la precariedad, los recortes, el TTIP, la corrupción, el régimen del 78 y la represión y contra la violencia hacia las mujeres.
En definitiva éste sábado la dignidad será dentro del capitalismo, se luchara contra todo pero a favor de nada, utilizando una lógica que divide entre parados y paradas, mujeres, obreros sindicados, españoles y vascos, etc. sin un hilo conductor entre ellos. No hay nada fuera del capitalismo como no hay nada posible de lo que se plantea dentro del mismo. Plantear una semana de movilizaciones sin que las expresiones organizadas de la clase obrera (partidos, sindicatos y movimientos sociales) puedan participar en su conjunto solo conduce a la dispersión y la división. Es necesario fomentar la organización en todas sus expresiones, elevando así la lucha y posibilitando el necesario debate sobre la salida clasista a esta crisis.
Por tanto, llamamos a organizar la lucha contra el sistema capitalista en todo su conjunto, superando las luchas parciales, y no a ilusionar con reformas que el propio sistema no permitirá. La clase obrera y los sectores populares de la sociedad han de organizarse en la defensa de sus propios intereses. La defensa del estado del bienestar obvia una cosa importante. El llamado estado del bienestar fue una estrategia para evitar que la clase obrera europea se fijase en el modelo soviético. Vencida la contrarrevolución en la URSS, ese estado del bienestar no es necesario ni deseado por la oligarquía.
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