En la mañana del domingo nos llegaron las tristes noticias del asesinato de un aficionado del Deportivo de la Coruña a manos de miembros del Frente Atlético en las inmediaciones del río Manzanares. Pese a que pronto todos los medios de comunicación lo señalaron como una mera reyerta entre grupos ultras, realmente esconde un significado político alto. Debemos señalar abiertamente que se trata de un asesinato provocado por el fascismo, camuflado bajo el paraguas del fútbol y de la aparente rivalidad deportiva. El Frente Atlético es una organización criminal compuesta en su mayor parte por jóvenes fascistas y en ningún caso puede ser comparada con Riazor Blues.
Por ello, ante este suceso, desde el Partido Comunista de los Pueblos de España y los Colectivos de Jóvenes Comunistas en Madrid queremos, en primer lugar, enviar un caluroso saludo a la familia de Francisco Javier Romero y, en segundo lugar, condenar y señalar al Frente Atlético como organización criminal nazi-fascista, financiada y promovida por algunos de los más grandes capitalistas del país. El Frente Atlético ya asesinó hace cerca de quince años al también aficionado de la Real Sociedad Aitor Zabaleta, desde entonces, cada domingo cánticos celebran la muerte del joven donostiarra en el fondo sur del estadio Vicente Calderón. Es el más claro ejemplo de la permisión y complicidad del club y las instituciones políticas madrileñas ante la labor y apología del fascismo.
Que este hecho no se olvide. Que tampoco se olvide que la lucha contra el fascismo –en auge en épocas de crisis como la actual– solo se puede comprender en el marco de la lucha contra el sistema que lo engendra, el capitalismo. Y que esta lucha ha de ser organizada, ampliamente obrera y popular, y que debe tener su máxima expresión en los centros de trabajo, en los barrios y en los centros de estudio.
Llamamos asimismo a los miles de aficionados del Atlético de Madrid, como de otros equipos con presencia de grupos fascistas en sus gradas –como el Real Madrid– a luchar y a expulsar a estos elementos de los estadios, así como a las directivas de los equipos que los amparan.
¡Por un fútbol obrero, popular y antifascista!
¡Ninguna agresión sin respuesta!
¡Jimmy, hermano, nosotros no olvidamos!
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