Ante la investidura de Carles Puigdemont como nuevo Presidente de la Generalitat

Ene 11, 2016 | Comité Central

El Partido Comunista del Pueblo de Cataluña considera que la investidura de Carles Puigdemont, fregando los límites legales y en el marco de un pacto rocambolesco, representa la salida del callejón sin salida político en el que se encontraban los representantes de la fracción dominante de la burguesía catalana después de las elecciones del 27 de septiembre.

La dimisión del ya ex-Presidente Artur Mas y las humiliantes condiciones impuestas a las CUP, construyen la estabilidad parlamentaria necesaria para gestionar el capitalismo en Cataluña e impulsar la hoja de ruta de 18 meses hasta el referéndum de constitución catalana.

Este nuevo periodo que se inicia ya parte con el posicionamiento del Gobierno español en funciones, que en un rápido e improvisado comunicado, amenaza con la disolución de las instituciones catalanas si se realizan los pasos encaminados a constituir la República Catalana.

Una legislatura, en principio de 18 meses, donde el enfrentamiento entre la burguesía catalana y española a buen seguro se decidirá pisando los intereses de la clase obrera y capas populares. Los elementos que estipula el plan de choque social pactado entre las CUP y Junts pel Sí son puro maquillaje que apenas tendrá repercusión en el día a día de la clase obrera catalana y los sectores populares. Clase obrera que se tendrá que enfrentar a buen seguro a las exigencias de nuevos y dolorosos sacrificios impuestos por la Unión Europea. El plan de choque social es como intentar curar un cáncer con aspirinas.

El Pacto de Investidura y Gobernabilidad representa el sometimiento de la CUP a los intereses de la fracción dominante de la burguesía catalana, atando las manos y tapando la boca de una organización que se reivindica como anticapitalista, todo en nombre de un falso “sentido de país”, donde seguirán gobernando los representantes de la burguesía prosionista y proatlantista.

Estas últimas semanas hemos visto como en el seno de la CUP se reeditaba el enfrentamiento histórico entre las dos almas del independentismo catalán de izquierdas. Cómo ya pasó con la ruptura de la MDT en 80 con el enfrentamiento entre el PSAN e IPC, hoy las líneas de Frente Patriótico y de Frente de Izquierdas se han vuelto a confrontar. Hoy parece que se ha impuesto la línea de Frente Patriótico.

Pero no nos engañamos, la línea de Frente de Izquierdas, que propone una alianza con la nueva socialdemocràcia, no ofrece otra cosa que una gestión humana y social del capitalismo, en ningún caso una salida revolucionaria. No puede haber salida para los trabajadores y trabajadoras de este país con la Syriza catalana conformada por ICV, EUiA, PODEMOS y el grupo en torno Ada Colau.

El Partido Comunista del Pueblo de Cataluña reivindica la necesidad de articular un amplio frente de clase. Organizando en la clase obrera y sectores populares en torno un programa antimonopolista y antiimperialista con el objetivo de acumular fuerzas por la Revolución Socialista. Este Frente Obrero y Popular sólo se puede desarrollar en base a la contradicción entre capital y trabajo, es decir, en el marco de la lucha de clases y en la imprescindible construcción de la sociedad socialista-comunista.

No hay salidas sociales, no hay capitalismo humano. Hoy nuestro pueblo, nuestra clase, necesita en primer lugar deshacerse de las cadenas que imponen las estructuras imperialistas, fundamentalmente la Unión Europea y la OTAN.

Ningún Gobierno burgués resolverá los problemas de la clase obrera, ningún Gobierno capitalista velará por los intereses de los trabajadores y las trabajadoras. Sólo la organización independiente de la clase obrera nos permite aspirar a la liberación de nuestra clase. Es absolutamente falso el debate sobre si la república catalana será de izquierdas o de derechas. La república sólo puede ser burguesa o socialista, y quien se comprometa con la burguesía a cambio de un articulado legal más o menos progresista tendrá el mismo destino que tuvieron el PSOE o el PCE. Si al 1978 el capitalismo español tuvo los Pactos de la Moncloa, hoy en Cataluña asistimos a un pacto similar.

El Partido Comunista del Pueblo de Cataluña (PCPC) se compromete a seguir articulando un amplio movimiento sociopolítico antimonopolista y antiimperialista, organizando a nuestra clase en los barrios y en los centros de trabajo. Por el Socialismo-Comunismo.

Partido Comunista del Pueblo de Cataluña
Comité Ejecutivo
Barcelona 10 de enero de 2016