Artículo de opinión: Crisis económica y Grecia

Ene 10, 2012 | Internacional

Artículo del camarada Juan Carlos Martínez* publicado hoy martes en el Diario La Rioja.

Existe unanimidad en los medios de comunicación para tratar de desorientar sistemáticamente al pueblo trabajador en cuanto a las causas de la crisis económica en Grecia, con argumentos tales como «Grecia gastaba más de lo que tenía», «Grecia engañaba a la UE». En realidad, hasta que se desató la crisis mundial, en Grecia había un gran desarrollo, claro está, desde la perspectiva de la patronal griega. Fabulosas riquezas se acumularon en manos de un reducido número de grandes empresarios. Durante los años 1990-2007, el PIB se multiplicó por 5 y las ganancias empresariales aumentaron 28 veces. En el 2009, las empresas griegas integradas en bolsa declararon unas ganancias de 11.800 millones de euros. El activo de los grandes bancos se incrementó de 275.000 millones de euros en el 2004, a 579.000 millones en el 2009. Al mismo tiempo, los salarios de la clase obrera se fijaron en el 60% del promedio europeo mientras la productividad del trabajo se aumentó al 93,5% del promedio de la eurozona.
 
Todas estas enormes ganancias, generadas a través de la explotación del pueblo trabajador griego, fueron disfrutadas por el gran capital, que además fue apoyado por subsidios, exenciones fiscales y demás privilegios. Es indicativo que la tributación de sus ganancias se redujera en los últimos años del 45% al 23%. Y que al mismo tiempo, la evasión de impuestos de unas 6.000 grandes empresas se estimase en 15.000 millones de euros. Sólo en los bancos de Suiza, los capitalistas griegos depositaron 600 mil millones de euros.
 
Las cifras anteriores demuestran la dimensión del robo perfectamente legal a los trabajadores de Grecia. Se siguen llevando a cabo intentos deliberados por culpar de la crisis a la mayoría del pueblo griego para que acepte sin reacción las medidas adoptadas, que tienen como síntesis el abaratamiento del precio de la mano de obra. Se trata de medidas, eso sí, tomadas en buena parte de los países de la UE, descritas en su tratado fundacional y otros.
 
Con respecto al argumento de que «Grecia tiene un gran número de empleados públicos», la realidad es que según el porcentaje de funcionarios (en relación al total de trabajadores y trabajadoras), Grecia ocupa la decimocuarta posición entre todos los países de la UE, con un porcentaje del 11,4%, mientras que en el país sigue habiendo una gran carencia de hospitales o escuelas.
 
Respecto a los salarios, antes de la adopción de la medida gubernamental que redujo los salarios entre el 20 y el 40%, el salario promedio del sector privado no superaba los 1.000 euros, y en el sector público, los 1.300 euros mensuales. Se estima que los salarios mínimos en Grecia representan el 51% del promedio europeo (589 euros), y los ingresos medios representan el 73%. Las pensiones son sólo un 55% del promedio de la eurozona y el poder adquisitivo de los trabajadores y las trabajadoras es de un 83% del promedio de la eurozona.
 
Por debajo del umbral de la pobreza se encuentra el 25% del pueblo griego. El 23,3 de los niños de entre 0 y 17 años (449.000 personas) viven en hogares que experimentan una situación de pobreza.
 
En cuanto al argumento de que «Grecia no produce nada», confirma la posición de que la participación de este país en la UE ha puesto y sigue poniendo graves obstáculos en el desarrollo de las capacidades productivas del país. Grecia, antes de entrar en la UE (entonces CEE), exportaba productos agrícolas; hoy tiene que importarlos. Tenía desarrollada una importante industria de astilleros, hoy gravemente reducida. Los sectores de la pesca, la viña, la riqueza mineral, el transporte marítimo. constituyen otros ejemplos. La cuestión fundamental es el carácter del desarrollo, es decir: ¿en manos de quién, de qué clase social están los medios de producción y, consecuentemente, el poder?, ¿quién se beneficia del desarrollo, los monopolios empresariales o el pueblo trabajador griego?
 
En la hora del balance sobre los beneficios que ha reportado al pueblo griego su confianza en los partidos que apostaban por la vía de sentido único de la UE, en quienes afirmaban que Grecia iba a perderlo todo sin su adhesión a la UE, en la supuesta protección de la UE, vemos que la UE no sólo no ha ofrecido ninguna protección sino todo lo contrario; se ha tratado de un factor que ha descargado toda la crisis sobre la espalda de la mayoría trabajadora del pueblo griego.
 
La crisis desatada no ha sido consecuencia de la adopción de una u otra forma de administración de la crisis por parte de los grupos políticos al mando de las instituciones del país. En definitiva, es una crisis de sobreproducción, y esta de carácter estructural (sin salida para la mayoría trabajadora en el actual marco económico).
 
Las posiciones según las cuales puede haber una salida de la crisis a favor del pueblo sólo con salir de la eurozona, volver a la moneda nacional o renegociar la deuda, sin tocar el modelo económico, sin afectar a la propiedad capitalista, son infundadas y falaces. Tales posiciones sólo posponen la solución del problema para el futuro, preservando la causa que genera el desempleo, la pobreza y la exclusión.
 
Sólo la oposición a la vía de sentido único de la UE, la salida inmediata del país de las organizaciones imperialistas como la UE y la OTAN, la superación del actual sistema económico, y la consolidación de un poder y una economía popular (el socialismo-comunismo) constituye una salida válida para los intereses del pueblo trabajador griego.
 

*Juan Carlos Martínez es miembro del Comité Central del PCPE

http://www.larioja.com/prensa/20120110/opinion/crisis-economica-grecia-20120110.html