El domingo 16 de septiembre estábamos convocados por el PCPE, su juventud y el CS Acontracorriente para participar en la XII edición de las espartaquiadas alicantinas. Parece que también estaba convocada la gota fría que el sábado cayo con intensidad sobre la comarca. Sin embargo, el domingo amaneció despejado, lo que permitió que fuésemos hasta el entorno de las lagunas de Rabassa donde, durante doce años, hemos reivindicado de forma lúdica, ese espacio para la clase obrera. Lo primero que hacemos es recoger la basura que habitualmente se deja en dicho espacio natural. Recordamos cómo el primer año le llevamos más de 12 bolsas de basura a la puerta del ayuntamiento, con una nota en la que devolvíamos la basura a su legitimo propietario.
Lo cierto es que con el paso de los años, la situación se ha ido deteriorando, lo que debería ser un paraje natural protegido, con árboles típicos de la zona como olivos palmeras y garroferos, hoy día es una escombrera, donde particulares y empresas dejan toda la basura que les molesta en lugar de llevarlas a un punto limpio.
En fin, los participantes, más de setenta personas, pudimos disfrutar de un partido de voleibol, tiro con arco, petanca, palas, y por supuesto natación aprovechando la impresionante laguna de Rabassa. Con posterioridad fuimos a comer al colegio de Divina Pastora donde se estaban realizando juegos para los niños y niñas, así como una esplendida fidegua. Al inicio se recordó el origen de las espartakiadas, en los años 20 del siglo XX, varias organizaciones obreras, sobre todo en la URSS, comenzaron a denunciar internacionalmente el carácter extremadamente elitista que se hacía del deporte, y denunciaron que las olimpiadas organizadas por el movimiento olímpico internacional generaban múltiples beneficios económicos para el capitalismo. Lo mismo que ocurre hoy día. Iniciaron lo que decidieron llamar espartaquiadas, su himno era la internacional y roja era su bandera. Además nos permite hacer un pequeño homenaje a las obreras y obreros que iniciaron todo aquel movimiento, y sobre todo, recordar y homenajear a todas y todos las obreras y obreros que en el año 1936 quisieron celebrar la olimpiada popular de Barcelona pero que no pudieron debido al inicio de la guerra civil española.
En definitiva, en esta edición, hemos podido comprobar que es fácil buscar un ocio alternativo, disfrutar de un buen día de campo, sin ordenadores ni plays, y además denunciar la especulación urbanística a la que no le importa destruir el medio ambiente y una zona tan interesante para Alicante como los lagos de Rabasa, para sacar dinero, a costa del medio ambiente.
Desde el PCPE, su juventud y el CS Acontracorriente, nos comprometemos a realizar la XIII edición y continuar la denuncia pública sobre la necesidad de limpiar y acabar con la especulación en nuestra ciudad.
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