Este pasado martes 30 de mayo, fechado en la Constitución borbónica actual como “Día de Canarias”, se garantizó el acuerdo por el que Nueva Canarias, con su diputado Pedro Quevedo y tras el apoyo previo de Coalición Canaria y la burguesía nacionalista vasca al PP, garantizan la aprobación de los PGE2017 y con ello la estabilidad política para la recomposición económica del capitalismo en el estado español.
Ante el aluvión de noticias en la prensa burguesa, sobre lo positivo del acuerdo para el pueblo canario, desde el Partido Comunista del Pueblo Canario (PCPC) realizamos una necesaria lectura desde la perspectiva de la clase trabajadora y los sectores populares, sobre lo que implica este hecho en el panorama actual.
Un pacto para mantener la estabilidad que necesita el capitalismo a través de la violencia a la clase trabajadora de todo el estado.
La firma del actual acuerdo para los Presupuestos Generales del Estado entre PP y Nueva Canarias-Coalición Canaria supone, en primera instancia, el mantenimiento de la gobernabilidad y la estabilidad política necesaria para las necesidades inmediatas de la oligarquía en el estado español (y también de la Unión Europea), que en caso de no llevarse a cabo corre el grave riesgo de generar una nueva crisis política en el actual proceso de recomposición del ciclo de reproducción del capital, paralizando de nuevo las urgentes tareas del actual gobierno para sostener al capital, y en lo concreto: frenar la caída de la tasa de ganancia de la burguesía y los monopolios que ha supuesto la crisis estructural capitalista, a través de continuar con el proceso de expropiación y quiebra de las conquistas salariales, de las infraestructuras y sistemas públicos de salud, educación, servicios sociales, etc…, de violencia a través de la represión administrativa y penal a la clase trabajadora que protesta y se organiza, y de expolio en general de las pensiones y las arcas públicas para beneficio de la patronal a través de la bajada de cuotas a la seguridad social y otras medidas en su beneficio. Por extensión, esta estabilidad del capitalismo español también es útil a la estabilidad de la Unión Europea como proyecto imperialista al servicio de sus monopolios, puesto que se garantiza el pago de la deuda y las políticas impuestas por el Banco Central Europeo.
La clase obrera canaria y del resto del estado, ve así conectados sus intereses al resto de la clase obrera internacional, a través de la explotación que sufre por parte de un mismo engranaje de explotación, el mercado capitalista mundial.
Cualquier intento de vender este pacto como un pacto favorable para los intereses del pueblo trabajador es un engaño y una maniobra hipócrita por parte de los partidos nacionalistas burgueses de Canarias, en su intento de mostrarse como una opción electoral útil, pues se canjea una mínima parte de los presupuestos, para mantener todo el paquete presupuestario que garantice el mantenimiento de la violencia general hacia la clase trabajadora que han supuesto las políticas del capital.
Un pacto para mantener intacto el modelo de sobre-explotación capitalista en Canarias.
El pacto entre los partidos de la burguesía nacionalista canaria (CC-NC) y PP, se venden por un lado como un alivio y una mejora para la difícil situación del pueblo canario, uno de los más castigados en todo el estado debido al desarrollo del modelo capitalista en nuestro archipiélago. Pero no son más que migajas comparado proporcionalmente en el acuerdo global con los beneficios e inversión económica que se le inyecta a los principales sectores que sostienen la estructura económica parasitaria y caciquil del capitalismo en Canarias.
Desde el binomio Coalición Canaria-Nueva Canarias se felicitan por el principal logro por el que sacan pecho, el abaratamiento del transporte entre islas; cuando el principal sector beneficiado es la burguesía canaria y su modelo de desarrollo parasitario. De esta manera se garantiza, la condición de ultraperiferia y el mantenimiento del actual Régimen Económico y Fiscal (REF), con las principales medidas en la subvención del 100% al transporte de mercancías a península, o incrementando al 75% la financiación de los monopolios de monocultivos intensivos locales (plataneras, etc…), ahondando y fortaleciendo en el modelo de desarrollo capitalista actual en Canarias: una burguesía caciquil insularista, comisionista del transporte, que obtiene su ganancia a través de un modelo de desarrollo de sobre-explotación de la clase trabajadora, parasitaria de las ayudas y presupuestos públicos, centrada en el monocultivo intensivo y el turismo de masas de baja cualificación, ambos altamente lesivos con el suelo y el territorio de alto valor en nuestras islas.
La excusa de que también favorecerá a las partidas sociales y de ayuda al empleo, mencionando de manera oportunista a las camareras de piso como sector que verá mejorado sus condiciones de trabajo, es todo un brindis al sol, en el que sin especificar de qué manera será ejecutado, no serán más que varios millones de euros más para engrosar las arcas de los beneficios de la burguesía caciquil y los políticos que venden al pueblo canario: los Cobiella, Plasencia, Baltar, Zerolo, etc…
En definitiva, un pacto para mantener al pueblo canario y la clase trabajadora en la misma situación de sometimiento, pobreza social, paro y precariedad.
Estabilidad, a pesar de todas las contradicciones. La soberanía del pueblo canario entregada a los intereses del poder económico burgués.
En el capitalismo, las relaciones entre las distintas burguesías se miden por el grado de fuerza y poder, es por ello que lejos de los 750 millones que Román Rodríguez dice haberle “sacado” al gobierno Rajoy, la burguesía vasca, a través de su principal partido el PNV, logra un acuerdo de más de 3.000 millones de euros. Unos gobernantes, que como si de auténticos mercaderes políticos se trataran, venden su voto a cambio de dinero. Dinero éste que al final va a parar a manos de la clase empresarial para seguir apropiándose de los servicios públicos y ejecutar proyectos que destruyen el territorio. Tienen muy claro el orden de las prioridades, y por ello no dudan siempre en llegar a acuerdos que favorezcan los intereses de la clase dominante, para perpetuar su posición de poder frente al pueblo trabajador.
Por más que Coalición Canaria y Nueva Canarias intenten echarse la bandera tricolor a la espalda y arrojarse como garantes de la soberanía del pueblo canario, no dudan en echarla al barro cuando se trata de arreglar sus diferencias para mantener su condición de poder económico y su expolio al pueblo trabajador.
La burguesía, y sus partidos (nacionalistas o no), nunca podrán garantizar la soberanía del pueblo trabajador canario, puesto que a la hora de la verdad se muestra útil y se pliega a los intereses de la estructura del orden burgués.
Solo el pueblo trabajador organizado, junto a la clase obrera explotada del resto del estado, podrá llevar hasta el final el proceso de liberación de toda explotación de clase y nacional, para satisfacer las necesidades reales de las amplias capas populares. Porque si somos los que todo lo producimos, debemos decidir para qué se destina esa riqueza.
¡Basta ya de engaños y falsas ilusiones!
La soberanía del pueblo trabajador no se vende, ¡se defiende!
Por el Frente Obrero y Popular por el Socialismo
¡Todo para la clase obrera!
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