Camaradas
PARTIDOS COMUNISTAS Y OBREROS DEL MUNDO
Queridos camaradas,
Reciban un clasista y revolucionario saludo del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV), en ocasión de dirigirnos a ustedes para alertarles y explicarles acerca de la amenaza de ilegalización que pesa sobre el PCV por cuarta vez en sus 86 años de lucha.
Durante más de un año, públicamente y en reuniones cerradas, el PCV ha expresado y ratificado que no se someterá a las «Normas para la renovación de nóminas de inscritos de las organizaciones con fines políticos nacionales» –establecidas el 4 de marzo de 2016 por el Consejo Nacional Electoral (CNE)–, por cuanto éstas contienen parámetros que nunca se habían aplicado anteriormente y que son inaceptables para la dignidad y seguridad de una organización revolucionaria y de su militancia, además de que extralimitan el marco legal vigente.
Entre los nuevos parámetros de estas «normas», se impone que la militancia de los partidos ahora debe registrarse directamente ante el CNE, desnaturalizando la relación establecida legal e históricamente del Poder Electoral con los partidos políticos y de éstos con sus respectivas militancias; lo cual no sólo contraviene los Estatutos y principios orgánicos del PCV como partido de cuadros, sino que, además, constituye un peligro para el funcionamiento interno de la organización, ya que si decenas, cientos o miles de personas que no sean realmente militantes de nuestro partido se registran como tales en el CNE, posteriormente podrán reclamar el derecho a participar en la elección de los órganos dirigentes y de las candidaturas del PCV. Además, las «normas» prevén el acceso público, a través del sitio Web del CNE, a los datos de quienes se registren, lo cual violenta el derecho de toda persona a resguardar su opción política, debilita el principio del secreto del voto, y pone en riesgo la seguridad personal y la estabilidad laboral de la militancia comunista y de izquierda, ya que la derecha neofascista y los patronos públicos y privados podrán acceder a esta información y arremeter contra las y los revolucionarios. Por si fuera poco, las «normas» de 2016, en comparación con las de 2011, además de reducir de seis meses a 14 horas el lapso para el registro de la nómina, equiparó los procedimientos y requisitos para los partidos que no participaron en las últimas dos elecciones y los que sí participamos.
Tras la publicación de estas «normas», el Buró Político del CC del PCV consignó una comunicación al CNE, el 10 de junio de 2016, con sus objeciones y propuestas de modificación; pero nunca fue respondida por el ente electoral, lo cual –además de constituir un incumplimiento de la obligatoriedad constitucional a brindar una “oportuna y adecuada respuesta.” (artículo 51)– evidencia la falta de voluntad política que ha prevalecido en el CNE para buscar una solución a la situación planteada.
A lo largo de más de 14 meses, se han realizado múltiples reuniones bilaterales e intercambios con altos funcionarios del Gobierno y reuniones amplias entre representantes de los partidos que integramos el Gran Polo Patriótico «Simón Bolívar» y que impulsamos el proceso bolivariano, incluidos dirigentes del PSUV; en todas ellas el PCV ha expresado sus observaciones a las «normas» del CNE para la “renovación”, las cuales son compartidas por la casi totalidad de estos partidos. Sin embargo, mientras algunos dirigentes nacionales del PSUV han expresado “comprensión” sobre el tema, otros han declarado públicamente que el proceso del CNE está apegado a derecho y que debe ejecutarse tal como está establecido; por lo que no se ha definido claramente cuál es la posición oficial del partido de Gobierno.
A principios de este año ya se veía inminente que el CNE impondría el proceso de “renovación” con esas «normas» abusivas, escudándose en la pre-constitucional Ley de partidos políticos, reuniones públicas y manifestaciones –que continúa aplicándose a pesar de que data de 1965, como parte de la política policial de control a los partidos de izquierda en el momento más represivo del régimen puntofijista, y que, a pesar de una «reforma parcial» en 2010, mantuvo su contenido y carácter restrictivo, no adaptándose a los principios y postulados de la Constitución de 1999, especialmente en lo relativo a la promoción de la participación, protagonismo y control popular en la gestión pública–.
Por ello, el PCV introdujo, el pasado 16 de febrero, en la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), un recurso de nulidad por inconstitucionalidad del artículo 25 de la ley de partidos políticos –que es el que establece la “renovación”– y en dicho escrito también solicitó medidas cautelares para que se suspendiera provisionalmente el proceso de “renovación” adelantado por el CNE, el cual inició el pasado 4 de marzo.
Han transcurrido casi dos meses desde que el PCV introdujo el recurso en el TSJ y más de un mes desde que el CNE inició el proceso de “renovación”, sin que la Sala Constitucional del máximo órgano rector del Poder Judicial haya emitido decisión sobre las medidas cautelares ni sobre el fondo del petitorio, a pesar del postulado constitucional que consagra el derecho “a obtener con prontitud la decisión correspondiente” de los órganos de administración de justicia(artículo 26). Según el cronograma del CNE para el proceso de “renovación”, al PCV le corresponde el 20 y 21 de mayo, entendiéndose que el PCV no reconocerá como militante a ninguna persona que se registre esos días; y, del 9 al 19 de julio se dará a conocer el informe final de este proceso, ya habiendo expresado el CNE que el partido que no se “renueve” será “cancelado” –que es el término empleado por la ley–, por ende, perderá su estatus legal y su personalidad jurídica, con todas las implicaciones que esto conlleva.
Estas acciones, que amenazan con ilegalizar al principal, histórico y más consecuente instrumento de lucha de la clase obrera y del pueblo trabajador venezolano contra la dominación imperialista y la explotación capitalista, se produce en una coyuntura de crisis del modelo capitalista rentista y dependiente de nuestro país, de incremento de la política intervencionista del imperialismo contra el referente moral que sigue siendo el proceso bolivariano, y de agudización de las contradicciones clase y de lucha por el poder entre el bloque de fuerzas de la derecha pro-imperialista y el bloque de las fuerzas que respaldamos al Gobierno, y más aún a lo interno de estos bloques.
En este contexto, el Comité Central del PCV plantea a los Partidos Comunistas, Obreros y Revolucionarios del mundo, que consideren asumir la Campaña «¡No a la ilegalización del PCV!», manifestando la posición del movimiento comunista y antiimperialista internacional en apoyo al PCV y a que se respeten sus derechos y las garantías constitucionales; al tiempo que se ratifique la denuncia del injerencismo imperialista que atenta contra la soberanía y autodeterminación del pueblo venezolano.
Fraternalmente les solicitamos que las declaraciones que emitan públicamente o que consignen en la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en su respectivo país, las hagan llegar a nuestros e-mails: internacional.pcvenez
Agradeciendo de antemano el apoyo y la solidaridad internacionalista, se despiden, con saludos comunistas,
Por el Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV):
Oscar Figuera G. Secretario General |
Carolus Wimmer Secretario de Relaciones Internacionales |
Caracas, 12 de abril de 2017.
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