Conclusiones generales del Seminario Comunista Internacional

Jun 6, 2011 | Internacional

 

El fortalecimiento de los partidos comunistas en tiempos de profundización de la crisis sistémica capitalista.

 

20° Seminario Comunista Internacional
Bruselas, 13-15 de mayo de 2011

www.icsbrussels.org , ics@icsbrussels.org

 

El fortalecimiento de los partidos comunistas en tiempos de profundización de la crisis sistémica capitalista.

Conclusiones generales

15 de mayo de 2011

 

A nivel global, las condiciones objetivas son favorables para el refuerzo de los partidos comunistas. La crisis generalizada del sistema capitalista mundial se agrava y las tensiones se agudizan. En muchos países y en muchos continentes las grandes masas populares se mueven para combatir las consecuencias nefastas de la crisis global. En este contexto, los partidos comunistas deben reforzarse en todos los frentes: al nivel ideológico, político y organizacional.

De cara a la profundización de la crisis sistémica…

1-Los trabajadores y los pueblos del mundo están confrontados a una crisis generalizada del sistema capitalista e imperialista1. Está basada en la contradicción principal entre el capital y el trabajo, y este antagonismo de clases se refuerza fuertemente con la crisis. Los trabajadores sufren, golpeados con el látigo del aumento del desempleo, los cortes salariales, la disminución de las pensiones, la destrucción de sus derechos, la caída del poder de compra y el aumento de la pobreza. Al mismo tiempo y gracias a la intervención gigantesca de los Estados, el gran capital ve aumentar sus ganancias. La ola de concentraciones hizo que los monopolios y las grandes sociedades financieras se hicieran aún más poderosas. Logran súper-beneficios y los distribuyen generosamente bajo forma de dividendos y de bonos. Al mismo tiempo, los gobiernos del mundo capitalista hacen cargar el peso de la crisis a los trabajadores y pueblos del mundo.

 

2-Muchos países del Medio Oriente y de África del Norte tuvieron una ola de levantamientos populares, y los pueblos de Túnez y Egipto han conseguido derrocar sus gobiernos y expulsar a presidentes vitalicios, sometidos al imperialismo. La intervención militar de países de la OTAN en Libia, la intervención de tropas sauditas en Bahréin, las injerencias y la subversión en Siria testimonian que, después de la crisis, la rivalidad entre las potencias se intensifica así como la lucha por el control de las fuentes naturales y las rutas de transporte de productos energéticos (petróleo, gas, etc.).

– Los programas de restricciones sociales impuestos en los países europeos suscitan la cólera y la resistencia de los trabajadores. Luchas duras y significativas se llevan a cabo en Grecia, Portugal, Francia y otros lados. Un fenómeno particularmente motivador es la participación masiva de los jóvenes.

– Una movilización sin precedentes ha golpeado a Wisconsin en los Estados Unidos, donde los trabajadores y los estudiantes han combatido una ley local que ataca los derechos sindicales en el sector público.

-En general, las contradicciones entre el imperialismo y los movimientos de liberación se refuerzan, como lo muestran los movimientos populares en América Latina y en los países mediterráneos del sur y del este. En los países en desarrollo, los pueblos toman diferentes formas de resistencia contra los poderes imperialistas y las fuerzas reaccionarias locales. En la mayoría de los casos se expresan en movimientos de masas contra el alto costo de la vida, por los salarios y el empleo, por una educación democrática (la India, Bangladesh, Burkina Faso, Colombia, etc.). En otros casos, como en Filipinas o en Colombia, las fuerzas revolucionarias emprenden una lucha de liberación nacional y democrática armada.

3. La crisis económica actual es la más grave desde la de los años 30 y está lejos de terminarse. La débil recuperación, prendida con alfileres por las instituciones mundiales y los medios, es extremadamente frágil. Una nueva ola de crisis se anuncia puesto que las contradicciones que son la base de la crisis actual están lejos de estar resueltas. Se trata, en primer lugar, de la contradicción entre las capacidades de producción y la demanda solvente que ha llevado a la crisis de sobreproducción actual. Además, las intervenciones masivas de los Estados han alcanzado sus límites. Durante años, programas de restricción social están a la orden del día en numerosos países sobre-endeudados. Para muchos países estas restricciones dejan ver ya sus consecuencias trágicas para los trabajadores y los estratos populares pobres. En cada país, la burguesía y los partidos que la apoyan proceden, con el apoyo de las organizaciones imperialistas como la Unión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo, a cortes masivos en el poder de compra de las masas. En Grecia, Irlanda, Portugal, la situación se agrava. En los Estados Unidos se ha anunciado un programa plurianual de restricciones severas.

Se agrega el aumento explosivo de los precios del petróleo, de las materias primas y de los productos alimentarios de primera necesidad, inflados por la caza de ganancias y las políticas usureras de los monopolios, aunque también por la especulación de los súper-pudientes. Catástrofes humanas golpean a los países más pobres, pero todos los pueblos del mundo sufren de este aumento de precios. A causa del aumento de la miseria absoluta y de la extensión de la pobreza, nuevas movilizaciones, huelgas y revueltas son más que probables.

4. De cara a la crisis, las llamadas “soluciones” imaginadas por las diferentes fuerzas políticas burguesas crean nuevas contradicciones y no pueden evitar nuevas crisis. Las intervenciones masivas de los Estados han reforzado a los capitalistas y a los monopolios, y, por otro lado, exigen nuevos sacrificios para los trabajadores y los estratos populares. Las posiciones social demócratas, que promueven una salida “keynesiana” a la crisis, llevan a cortar drásticamente los logros sociales. Las ilusiones que había suscitado la llegada al poder de Obama se han disipado, pues su política de apoyo a los monopolios en Estados Unidos solo enriquece aún más a los ricos.

Los partidos social-demócratas y reformistas continúan sin embargo buscando y propagando una salida al interior del sistema. Alaban las virtudes de un capitalismo industrial y dinámico y prometen crear un “capitalismo sano”, sin “excesos”, sin “disfuncionalidades” ni “desequilibrios”. Es engañar al pueblo y es engañarse a sí mismo. La concentración del poder y de las riquezas en las manos de los monopolios y de la oligarquía financiera es la esencia misma del sistema capitalista. La explotación de la fuerza de trabajo, la crisis, el exceso, las disfunciones y desequilibrios en la producción son consustanciales a la búsqueda de la ganancia capitalista. No es posible salir de este mecanismo y la clase obrera no podrá conquistar el poder sin pasar por la socialización de los monopolios.

5. Por todos lados, en los países imperialistas, vemos que el avance de partidos nacionalistas, populistas y xenófobos es apoyada por la clase burguesa como un instrumento anticomunista. Estos partidos evitan que el pueblo se libere de la política burguesa. Evitan una acción común con los comunistas frente al descrédito simultáneo de la social-democracia y el polo liberal del poder burgués. Utilizando la demagogia social, siembran la división entre las masas explotadas y oprimidas, desvían a las clases populares de sus verdaderos enemigos y matan la conciencia de clase. Sirven al poder en turno pues crean una muralla contra las verdaderas alternativas al sistema capitalista, el socialismo.

6. Ante las contradicciones que se acumulan, el sistema capitalista reacciona con ataques a los derechos democráticos. El derecho de huelga y otros derechos sindicales son atacados, mientras que los tribunales burgueses defienden como sacrosanto al derecho de empresa y la libertad de circulación de los capitales. Así, la democracia burguesa revela su naturaleza de clase.

Las campañas anticomunistas y la negación de las realizaciones históricas de los países exsocialistas sirven a la misma causa: la de intimidar a los trabajadores y a las fuerzas populares que luchan contra un sistema capitalista que no sabe resolver sus problemas, para que no escojan la vía revolucionaria para construir una sociedad socialista. Al mismo tiempo, la burguesía intensifica la vigilancia y toma todo tipo de medidas represivas, bajo pretexto de la lucha contra el terrorismo. La recolección generalizada de datos personales viola el respeto a la vida privada. Así, se tiende todo un dispositivo para enfrentar revueltas populares y luchas de clase.

7. La crisis crea una tendencia al cambio de relaciones de fuerza en el mundo. Las contradicciones entre los países capitalistas aumentan. Las intervenciones de las fuerzas imperialistas en los países árabes y del Medio Oriente muestran cómo éstas rivalizan para reforzar su influencia y para asegurar el control de las reservas petroleras y de las rutas de transporte de los productos energéticos. Los Estados Unidos se aferran en su posición de superpotencia imperialista al intensificar sus inversiones militares y al concentrar su atención geoestratégica en Asia. Pero los Estados Unidos pierden terreno. Los países emergentes forman coaliciones y entran a competir por los recursos naturales, las fuentes de energía y los mercados mundiales. Las tensiones entre los Estados Unidos, los países emergentes, Japón y la Unión Europea se agudizan y pueden llevar a un mayor proteccionismo, a conflictos abiertos, a guerras monetarias y, finalmente, a conflictos militares.

Al mismo tiempo, las tensiones inter-imperialistas se acumulan en el seno de la Unión Europea entre los países más sólidos y los países más tocados por la crisis. Una explosión de la eurozona podría tumbar la construcción europea. El par franco-alemán se esfuerza en salvar los intereses de los monopolios europeos al imponer la “gobernanza económica” para servir más eficazmente al capital monopolista.

8. En esta nueva constelación de las fuerzas mundiales, la nueva estrategia de la OTAN, formulada en noviembre de 2010 en Lisboa, pone a disposición una fuerza de choque común para defender los intereses estratégicos de los imperialistas, sirviendo de agente arbitral para las rivalidades que se le oponen. A nombre de la lucha contra el terrorismo, la nueva estrategia permite intervenciones por todo el mundo, aún en los países no miembros de la OTAN. La nueva estrategia provee actualmente fuerzas de intervención más flexibles, móviles y versátiles, como lo muestran las intervenciones en Libia y en Costa de Marfil. Los proyectos imperialistas de los Estados Unidos están en concordancia con la política de defensa común de la Unión Europea. La OTAN utiliza la Cooperación por la Paz con el fin de extender su zona de actividad y de intervención en otros países no miembros. Lo anterior no excluye de ninguna manera el crecimiento de las tensiones entre las grandes potencias por el dominio de las regiones estratégicas, por el control de las fuentes energéticas y las materias primas, por el acceso garantizado a las grandes rutas de aprovisionamiento.

Hay que reforzar los partidos comunistas y sus organizaciones de masas.

1.Los eventos actuales ponen a la orden del día el paso del capitalismo al socialismo. El papel de los partidos comunistas es crucial para organizar la revuelta, para orientar las luchas y para abrir la vía a las causas fundamentales del sistema explotador. Es lo que se puede verificar en todos lados en las luchas pasadas y en curso. Una diferencia cualitativa se manifiesta si las masas están preparadas políticamente, si la vanguardia está organizada, si el partido es sólido a nivel ideológico y político.

2. El carácter del partido depende de la tarea estratégica que se da, a saber, la revolución socialista, en ruptura con el sistema burgués. Es por ello que una tarea esencial es desmarcarse de toda forma de oportunismo y electoralismo. Se trata de cortar toda ilusión de reforma fundamental del sistema capitalista y desenmascarar la estrategia de las fuerzas políticas reformistas que prometen la liberación de los trabajadores por la vía de reformas progresivas.

3. El carácter distintivo de los partidos comunistas es su fidelidad a la vía revolucionaria y, por mucho, a la primacía de la lucha de clases. Es a través de la lucha de clases y la confrontación con las fuerzas burguesas que el partido se refuerza y que la clase obrera toma conciencia de sus tareas históricas. La lucha parlamentaria y el trabajo en las instituciones burguesas no pueden ser más que medios preciosos para dirigirse mejor a las masas y darse más medios para dirigir las luchas de las masas. Los oportunistas que buscan beatificar el sistema capitalista, abandonan la lucha de clases y son absorbidos completamente por el trabajo parlamentario para administrar el sistema.

4. Uno de los caracteres distintivos de los partidos comunistas está en el reconocimiento de su rol de vanguardia de la clase obrera. La presencia del partido en los lugares de trabajo, en las empresas, es crucial, pues es en el lugar de trabajo que se desarrolla la batalla política e ideológica más decisiva, la batalla fundamental entre el trabajo y el capital. El partido debe reforzar constantemente su carácter proletario, prestando una atención particular al trabajo en los sindicatos, las organizaciones de masas de la clase obrera. Trabaja en los sindicatos para crear polos de luchas, de defensa del sindicalismo de lucha de clases, y para ligar las aspiraciones y reivindicaciones de los trabajadores a la lucha política, esto es, el derrocamiento del poder capitalista. La importancia y el rol de los comunistas en el movimiento sindical les imponen responsabilidades mayores, en particular en el ejemplo que deben dar de sacrificio, de militantismo y de firmeza en la defensa de la clase obrera y sus intereses, en su lucha y en el esfuerzo de información y de formación en conjunto con la práctica. Es así que cumplen siempre mejor sus responsabilidades como comunistas hacia los trabajadores.

5. El refuerzo de los partidos comunistas y la preparación para los desafíos que les espera es la tarea principal en los periodos que preceden a las luchas. Se trata primeramente de elaborar, en base al marxismo-leninismo, el análisis de la situación en cada país. Se trata de analizar las clases y las relaciones de fuerza presentes y de reforzar una estrategia revolucionaria y una política de alianza social. Se trata de crear un programa de reivindicaciones inmediatas que apoyen las aspiraciones y las necesidades de las masas trabajadoras, y que sirvan a la estrategia revolucionaria.

En el dominio organizacional, los partidos comunistas emplean el centralismo democrático como instrumento esencial y tratan de mejorar constantemente su aplicación.

6. En la preparación para las confrontaciones, los partidos comunistas deben anudar lazos más fuertes con las masas. Se trata de estar presentes donde los trabajadores están luchando, de afirmar el partido como una fuerza autónoma, con consignas movilizadores. La situación concreta es diferente de país en país y es de importancia vital que el partido pueda apreciar correctamente las fortalezas y debilidades, así como el nivel de conciencia de la vanguardia y de las masas. Se trata, además, de desarrollar una estrategia y una táctica revolucionaria que permita poner a las masas en movimiento. Es a través de su experiencia que las masas aprenden, a condición de que el partido las ayude a evitar los escollos reformistas y engañosos. Una táctica apropiada sirve para acompañar a las masas en esta toma de conciencia y de ganarse un máximo de aliados entre los estratos de campesinos medianos y pequeños, los trabajadores independientes y otros estratos populares. Sin importar su dimensión, un partido comunista se esfuerza en implantarse profundamente entre las masas laboriosas.

 

7. Dependerá de la vigilancia ideológica y política de nuestros partidos comunistas si podamos explotar todas las oportunidades que la crisis del sistema nos ofrece para propagar el socialismo. La crisis capitalista presenta grandes oportunidades para los comunistas, pues muchas de las ilusiones sobre los beneficios del capitalismo se derrumban. Es el momento para convencer a aquellos que critican únicamente al neoliberalismo que no se trata de una elección de política sino de una elección de sistema. Es el momento de convencer a aquellos que critican la ausencia de medidas firmes contra los bancos y los especuladores que el poder del capital no puede ser reformado, que sólo puede ser tumbado. Se trata de impulsar la alternativa de un sistema socialista. La propaganda por el socialismo debe estar presente en la agitación de las masas y no solamente ser una idea a sacar en el momento oportuno.

8. El avance de los partidos comunistas entre las masas dependerá sobre todo de su rol de vanguardia en las luchas contra los planes de austeridad, contra las aventuras guerreristas y para las reivindicaciones sociales y democráticas, así como para la liberación nacional y social. Los comunistas son los mejores defensores de los intereses inmediatos, pues luchan por una sociedad sin explotación de los trabajadores. La fuerza de la clase obrera y las alianzas sociales se construyen en la lucha cotidiana. Es en la lucha que el partido refuerza su autoridad y su experiencia, así como una presencia fuerte en la clase obrera. Es en las luchas inmediatas que la autoridad y el apoyo de las masas se construye, que los partidos construyen una experiencia y una implantación firme entre las masas. Esto se hará a medida que el partido tome sus responsabilidades para movilizar, concientizar y organizar a las masas. Lo hace mediante su trabajo autónomo como partido y a través de la presencia de sus miembros en los sindicatos y las organizaciones de masas.

9. Es importante hacer constantemente el balance de las intervenciones del partido en las luchas de las masas. Se trata de juzgar de manera constante tanto la política y la táctica, como los resultados de construcción del partido y de las organizaciones de masas. La práctica de crítica y autocrítica en base al marxismo-leninismo es esencial para generalizar los logros y para corregir los errores. Un partido que cultiva esta práctica materialista y dialéctica avanzará más rápido.

10. La crisis golpea a todas las capas de trabajadores de la sociedad.

– Golpea a las mujeres a través del desempleo, del subempleo, de las condiciones de trabajo, de los salarios, de los derechos específicos de las mujeres y de las múltiples discriminaciones. En Túnez y Egipto ellas estaban en las primeras filas de los levantamientos populares.

– Golpea a los trabajadores inmigrantes, a los refugiados, a los indocumentados. Saludamos particularmente las huelgas y manifestaciones militantes de los indocumentados en Francia, por un trabajo decente y con plenos derechos.

– Golpea también a los jóvenes, víctimas del crecimiento del desempleo, de los recortes a la educación y a la seguridad social, del empleo precario y del alargamiento de la carrera. Para los partidos comunistas es una oportunidad para renovar sus filas al reclutar nuevas fuerzas en una generación que está cansada de tanto abuso y que busca una salida real, que es el socialismo. Para los partidos comunistas, se trata también de renovar sus métodos de trabajo, de adaptarse a la era de la electrónica y la comunicación instantánea, en combinación con los métodos clásicos. El potencial de movilización de estos nuevos métodos ha sido ampliamente demostrado en las recientes revueltas en los países árabes y otros.

11. En todo trabajo entre las masas, el reforzar al partido a través del reclutamiento de nuevos miembros figura como una prioridad absoluta. Se trata de construir un partido inquebrantable, del que dependerán la orientación y el éxito de las luchas futuras. La inmersión en las luchas de clase constituye una excelente oportunidad para formar nuevas generaciones de cuadros y miembros. Una gran parte de la juventud actual, y ciertamente, la generación que sufrió la ola anticomunista después de 1989, no han conocido una crisis de tal importancia o gravedad. Es ahora que se preparan para asumir su rol revolucionario en el transcurso de las décadas que vienen.

12. Es imperativo acelerar la cooperación internacional entre los partidos comunistas, a nivel global y a nivel regional, a través de (re)encuentros bilaterales y multilaterales. Afrontamos el mismo enemigo, el imperialismo. Sufrimos los mismos ataques, compartimos los mismos éxitos y los mismos objetivos. Hay muchas posibilidades de concertación, de colaboración y de ayuda mutua que deben ser explotadas al máximo. Ayudarse mutuamente es sobre todo crear la posibilidad de aprender de las experiencias y las realizaciones más avanzadas. Hay que hacerlo en el dominio teórico y político, en el dominio de la construcción del partido, de la dirección de las luchas de masas, de la construcción de organizaciones de masas. Hay que intercambiar más intensivamente las experiencias de las luchas de clases, de las campañas electorales, de la comunicación de las masas y de la agitación. La ayuda mutua y la solidaridad son esenciales.

 

Trabajadores del mundo entero, ¡unámonos!

11 Declaración del 18° SCI, Declaración sobre la crisis, mayo de 2009. Conclusiones generales del 19° SCI, Los partidos comunistas de cara a la profundización de la crisis sistémica capitalista, mayo de 2010.

 

Lista de firmantes

 

  1. Afghanistan, United Party of Afghanistan

  2. Albania, Communist Party of Albania

  3. Algeria, Parti Algérien pour la Démocratie et le Socialisme

  4. Azerbaidjan, Communist Party of Azerbaidjan

  5. Belgium, Workers’ Party of Belgium

  6. Brazil, Partido Comunista do Brasil (PcdoB)

  7. Brazil, Partido Pátria Livre

  8. Bulgaria, Party of Bulgarian Communists

  9. Chad, Popular and Ecological Revolutionary Party (ACTUS/prpe)

  10. Congo, Democratic republic of, Congolese Communist Party

  11. Cuba, Partido Comunista de Cuba

  12. Denmark, Communist Party in Denmark

  13. Egypt, Communist Party of Egypt

  14. El Salvador, Partido Comunista de El Salvador (PCS)

  15. France, PRCF – Pôle de Renaissance communiste en France

  16. France, URCF – Union des Révolutionnaires-Communistes de France

  17. Gernany, German Communist Party (DKP)

  18. Greece, Communist Party of Greece (KKE)

  19. Guyana, People Progressive Party (PPP Guyana)

  20. Hungary, Hungarian Communist Workers’ Party

  21. Iran, Tudeh Party of Iran

  22. Italy, Rete dei Comunisti

  23. Laos, Peoples’ Revolutionary Party

  24. Latvia, Socialist Party of Latvia

  25. Lebanon, Lebanese Communist Party

  26. Lithuania, Socialist Party of Lithuania

  27. Lithuania, Socialist People’s Front

  28. Luxembourg, Communist Party of Luxembourg (KPL)

  29. Malta, Communist Party of Malta

  30. Martinique, Parti Communiste Martiniquais

  31. Mexico, Partido Comunista de México

  32. Mexico, Partido Popular Socialista de México

  33. Netherlands, New Communist Party Netherlands (NCPN)

  34. Pakistan, Communist Party of Pakistan

  35. Palestine, Palestinian Communist Party

  36. Palestine, Popular Front for the Liberation of Palestine (PFLP)

  37. Peru, Partido Comunista Peruano

  38. Poland, Communist Party of Poland

  39. Puerto Rico, Partido Comunista de Puerto Rico

  40. Russia, Communist Party of the Russian Federation

  41. Russia, Russian Communist Workers’ Party – Revolutionary Party of Communists

  42. Russia, Communist Party of the Soviet Union (CPSU)

  43. Slovakia, Communist Party of Slovakia

  44. South Africa, South African Communist Party

  45. Spain, Partido Communista de los Pueblos de España

  46. Sweden, Communist Party (KP)

  47. Syria, Syrian Communist Party

  48. Tunisia, Parti du Travail patriotique et démocratique de Tunisie

  49. Turkey, Communist Party of Turkey (TKP)

  50. Ukraine, Union of Communists

  51. USA, Freedom Road Socialist Organization

  52. Venezuela, Partido Comunista de Venezuela

  53. Vietnam, Communist Party of Vietnam

 

30 Mayo 2011

abierta a nuevas adhesiones