Por la República Socialista de carácter Confederal
Desde que el primer Borbón se sentó en el trono de España, la casa real ha tenido como monarcas una larga saga de esperpentos centrados en reprimir al pueblo, destruir culturas y robar. Una dinastía siempre funcional a las clases dominantes y que, al lado de aristócratas, burgueses y obispos, nunca dudó en ponerse al lado de la reacción y del fascismo. Tres siglos después, los Borbones no han cambiado. Juan Carlos sigue fugado de la justicia europea gracias al asilo de la dictadura de Emiratos Árabes y Felipe sigue sin rendir cuentas de su salario y de los gastos públicos destinados a mantener a su familia y todas sus propiedades.
En paralelo a esta situación, expresión de la crisis que afecta a las instituciones del Estado y, muy especialmente, a la monarquía, el Estado español se prepara para la guerra. En junio de 2022, la OTAN realizaba su Cumbre en Madrid y en ella se expusieron las directrices marcadas por EE. UU. para llevar al bloque imperialista hegemónico a guerra contra Rusia y otros países que no aceptan su dominación unipolar. A los miembros de la OTAN se les está exigiendo el 2 % del PIB para gastos militares. En caso del Estado español se ha superado hasta llegar al 2.14 %, es decir, 48 800 millones de euros destinados al negocio de la muerte. Además, en el Estado existen seis estructuras militares, entre las que destacan las bases de Rota y de Morón de la Frontera, que nos convierten en uno de los objetivos principales de la próxima Guerra Mundial. Son territorios que el Estado, con los Borbones y el Gobierno de coalición PSOE-UP, que renovó el Tratado el pasado año, a la cabeza, ha cedido sin condiciones a los EE. UU. para que su ejército actúe con absoluta impunidad. Debajo de todo ese discurso patriotero que defiende a los Borbones, se oculta la pérdida de soberanía del Estado español sobre su propio territorio.
Ahora mismo, millones de familias obreras, a lo largo y ancho de todo el Estado, se encuentran en situación crítica. El Gobierno afirma que la subida de los precios se debe a la guerra de Ucrania y, sin embargo, en vez de plantear un plan de emergencia social para atacar el problema de la carestía de la vida, se dedican a sacar medidas que solo hacen de parche, como la eliminación del IVA, el cheque de 200 € o el Ingreso Mínimo Vital, que sigue sin atender la realidad de precariedad y pobreza creciente que nos rodea. Por el contrario, sobra dinero para aumentar un gasto innecesario en el presupuesto militar o para encubrir los trapos sucios de la monarquía, como es el caso más reciente del degenerado de Froilán. Mientras las hijas e hijos de la clase obrera no son capaces de encontrar casa ni trabajo, los de la monarquía los tienen asegurados desde la cuna, a pesar de sus excesos.
Solamente una República Socialista de carácter Confederal puede garantizar los intereses de la clase obrera y la autodeterminación de los pueblos. Dentro del capitalismo solo nos queda la miseria.
¡Contra la monarquía y el capital: República, Socialismo y Autodeterminación!
¡Por la Repúbica Socialista de carácter Confederal!
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