El patético mensaje del Rey, en primer lugar nos muestra a un monarca absolutamente desencajado ante la situación de crisis profunda del sistema de dominación sobre el que se soporta su violenta usurpación de la Jefatura del Estado. El discurso expresa el callejón sin salida ante el que se encuentra la monarquía española.
Es una ironía que Felipe de Borbón hable de democracia. Quien ostenta su cargo a partir de la legitimación del golpe de Estado de Franco y de la Transición del 78 que negó la restauración del régimen republicano.
Esta situación de descontrol de Felipe de Borbón nos hace pensar que existen algunos movimientos en los poderes fácticos del Estado, quizás entre los militares y las cúpulas policiales, especialmente la Guardia Civil.
Felipe de Borbón no hace una sola autocrítica por la barbarie de la represión de Policía Nacional y Guardia Civil, y ataca a los representantes legítimos del pueblo de Catalunya, tratando de legitimar el despotismo del gobierno de Mariano Rajoy.
La crisis del Estado se expresa cada vez de una forma más clara. El tono amenazante del discurso no hace presagiar nada bueno.
Es imprescindible activar la máxima movilización de masas para evitar una involución más reaccionaria del actual sistema dominante, que es lo que parece anunciar esta comparecencia de Felipe de Borbón.
Carmelo Suárez
Secretario General del PCPE
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