Declaración del Comité de Estado de la República Popular Democrática de Corea recibido directamente por el PCPE de su embajada en Madrid

Sep 25, 2017 | Internacional

En la actualidad la situación de la Península Coreana se agrava más que nunca y se acerca cada día más al punto de explosión. En tales circunstancias delicadas, el mandatario norteamericano pronunció por primera vez un discurso en la ONU, el cual llama la atención mundial.

Supuse en cierto grado lo que él quería decir. Pero, pensé que ese sujeto, presidente norteamericano, haría declaraciones estereotipadas y preparadas que difieran un tanto de los disparates que eructaba de manera improvisada e irreflexiva en su despacho, pues la ONU es el escenario diplomático oficial más importante del mundo.

Sin embargo, lejos de decir las palabras convincentes a su mansa a favor de la distensión, él habló de la «destrucción total» de nuestro Estado, desatino grotesco que ninguno de sus predecesores había pronunciado.

El perro cobarde ladra más.

Aconsejo a Trump que al pronunciar palabras ante el mundo, elija con prudencia términos adecuados teniendo en cuenta a quién se dirige.

Sobrepasando el marco de la amenaza con cambiar nuestro Poder o derrocar nuestro régimen, él expuso abiertamente en la ONU su voluntad antiética de destruir completamente un Estado soberano. Una conducta tan desquiciada que deja perplejas a las personas de sana mentalidad y las priva de la prudencia y paciencia.

Esto me evoca los calificativos de «ignorante de asuntos políticos» y «hereje político» con que la gente se burlaba de Trump durante la campaña electoral en EE.UU.

Desde que asume la presidencia, Trump intranquiliza más que nunca al mundo entero amenazando y chantajeando a todos los países. No es un hombre adecuado como máxima autoridad de las fuerzas armadas de un país. No hay duda de que carece de cualidades propias de un político y es un bribón y gángster que siente afición por la guerra.

La alocución del gobernante norteamericano, que expresó sin rodeos la opción de su país, no me sorprendió ni me detuvo, sino confirmó que es justo el camino que he escogido y tengo que continuarlo hasta el fin.

Puesto que Trump hizo oficialmente la declaración de guerra para eliminar a la RPDC, de una atrocidad sin precedentes en la historia, negando e insultando a mi persona y a nuestro Estado, nos vemos en la necesidad de poner en práctica nuestra contramedida de superintransigencia, que jamás se ha visto en la historia.

La mejor opción es enseñar con acciones a ese viejo que no presta oídos a otros y dice lo que le da la gana.

Por la dignidad y el honor de nuestro Estado y pueblo y por los míos propios, yo, como representante de la RPDC, haré pagar sin falta al mandatario norteamericano por su desvarío de la extinción de la RPDC.

Ésta no es una de aquéllas retóricas que prefiere Trump.

Estoy analizando detenidamente hasta dónde se habrá imaginado Trump que llegaría nuestra reacción antes de soltar el disparate.

Sea cual fuere lo que él ha pensado, el resultado sobrepasará su imaginación.

Domaré con el fuego, declaro reiteradamente, al viejo maniaco estadounidense.

 

22 de septiembre de Juche 106 (2017) 
Kim Jong Un