El pasado lunes 17 de agosto la asamblea de trabajadores decidía poner fin a la huelga indefinida que la plantilla mantuvo durante nada menos que 82 días contra el monopolio irlandés que pretende rebajar los salarios entre un 20 y un 30%, niega la ropa de trabajo necesaria, se niega a negociar con el comité los cuadrantes, y un largo etcétera de atropellos. La huelga ha finalizado sin acuerdo y las demandas de los trabajadores no han sido atendidas.
Durante la huelga Ryanair sea ha negado a negociar con el comité, ha introducido esquiroles, ha sancionado y despedido trabajadores incluidos miembros del comité de huelga y empresa, y además amenaza a los trabajadores diciendo que la actual plantilla subrogada les resulta “muy cara” y que lo que ellos necesitan es una aplantilla eventual y “barata” dejando entrever la posibilidad de un ERE.
Pero la huelga ha venido a demostrar que sin los trabajadores no se embarca el equipaje y que aquí los que sobran y nos salen caros no son los trabajadores sino los parásitos de Ryanair.
Damos la enhorabuena a la plantilla y a su comité de huelga por estos 82 días de tenaz lucha en defensa de sus derechos y los derechos de toda la clase obrera en su conjunto. Esto ha sido sólo una batalla de las tantas que la clase obrera deberá librar, contra Ryanair, y en general contra todos los explotadores que quieren echar sobre nuestras espaldas el fracaso de su propio sistema acabado.
Esta experiencia de lucha debe fortalecer a la plantilla aún más, aprender de sus aciertos y errores, fortalecer la unidad para tras cada combate estar mejor preparados y más organizados para las luchas del porvenir, luchas en las que el Partido Comunista y la Juventud Comunista estaremos sin vacilaciones del lado de la clase obrera, porque si hay algo que se confirma en el fuego de la lucha es que no hay lugar a posiciones intermedias, o se está con la patronal o se está con la clase obrera
¡Viva la lucha de los trabajadores de Ryanair!
¡Viva la lucha de la clase obrera!
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