El PCPE participa en los actos del 90 aniversario del PC Brasileño

Mar 26, 2012 | Internacional

Texto de la intervención del PCPE en el Seminario "Europa: Crisis, pérdida de derechos y resistencia popular", organizado por el PCB.

 

 

Los comunistas españoles ante el actual momento de la crisis capitalista.

Severino Menéndez

Miembro del Comité Ejecutivo del PCPE

 

 

Estimados camaradas:

en nombre del Comité Central del Partido Comunista de los Pueblos de España, me gustaría agradecer al Partido Comunista Brasileño la invitación a estar presentes en estos actos de celebración de su 90 aniversario, así como en este seminario internacional sobre la crisis del capitalismo. Al mismo tiempo, quisiera extender el más fraternal saludo internacionalista y proletario a todos los demás partidos presentes en el resto de actividades de esta semana.

La clase obrera y los sectores populares están viviendo un período tremendamente duro en los países de los que venimos los tres invitados que estamos hoy presentes en esta mesa. La brutalidad y rapidez con la que se están recortando derechos históricos de la clase obrera, con la que se están desmontando los restos de aquel modelo de gestión del capitalismo que se conoció como Estado del Bienestar, no hacen sino demostrar que la oligarquía y sus representantes políticos tienen un plan muy claro para tratar de remontar su crisis: la intensificación de la explotación de la clase obrera, el abaratamiento del precio de la fuerza de trabajo como vía para contener la tendencia decreciente de la tasa de ganancia y tratar de reiniciar un nuevo ciclo de reproducción del capital.

Este brutal ataque contra los derechos, no sólo laborales, sino también sociales, de la clase obrera y los sectores populares, no es exclusivo de nuestros países, ni es una consecuencia exclusivamente del estallido de la crisis estructural del capitalismo. El PCPE, junto con otros partidos hermanos, analiza que estas medidas continúan la línea antiobrera que se venía aplicando en la UE antes del estallido de la crisis, sólo que ahora se han acelerado y multiplicado ante el peligro del derrumbe del modelo capitalista. Es decir, las medidas antiobreras no se deben a una concreta gestión de la crisis capitalista, sino que son la continuación acelerada de lo que ya estaba escrito en el Tratado de Maastricth, en el Pacto de Estabilidad y en la propia naturaleza de la Unión Económica y Monetaria y el Mercado Único.

Del desarrollo actual de la crisis capitalista en nuestro país y en nuestro entorno más cercano, el PCPE ha extraído una serie de conclusiones que consideramos muy útiles y que queremos compartir con el resto de partidos y personas presentes:

1)El ataque se centra fundamentalmente en los derechos de tipo laboral, económico y social de la clase obrera y los sectores populares, sin tocar ninguno de los privilegios de la oligarquía. Los gobiernos desmontan los servicios públicos como la sanidad y la educación, rebajan los sueldos y las ayudas sociales, suben los impuestos indirectos, todo ello con la intención de abrir nuevos mercados a la acumulación capitalista y de aumentar la extracción de plusvalía a los trabajadores. No sólo se demuestra así el carácter de clase del estado burgués, sino que además se confirma nuevamente el análisis marxista sobre la gestión de las crisis bajo el capitalismo. Con mayor claridad que nunca se sitúa hoy la disyuntiva entre capitalismo o barbarie.

2)El ataque contra la clase obrera y sectores populares es ejecutado indistintamente por gobiernos de centroderecha o de centroizquierda, socialdemócratas o liberales. Es indiferente la denominación que tenga un gobierno u otro, las políticas a aplicar son esencialmente del mismo tipo puesto que son políticas dictadas por la oligarquía en su propio beneficio. En el caso español, tras el estallido de la crisis en 2007, fue el gobierno del Partido Socialista Obrero Español quien aprobó la primera contrarreforma laboral, y es ahora el Partido Popular de Mariano Rajoy quien ejecuta la segunda, que profundiza en la misma línea que la anterior.

3)La batalla ideológica se intensifica ante la demostración evidente de los límites del capitalismo.
La clase obrera y los sectores populares comienzan a visualizar que el capitalismo sólo va a generar más miseria para ellos, más desprotección social y más incertidumbre. Por ello los ideólogos de la oligarquía se esfuerzan por lanzar constantemente mensajes para desmovilizar y atemorizar a las masas que día tras día ven cómo sus niveles de vida empeoran. La intensificación de la histeria anticomunista y la criminalización de las luchas obreras y populares son aspectos de esta ofensiva ideológica del capital.

4)El reformismo se ofrece como gestor de los intereses de la oligarquía. Uno de los elementos más preocupantes, expresión de esa lucha ideológica, es que en el seno del movimiento obrero y popular las posiciones hegemónicas, actualmente, promueven una posición de compromiso y pacto por la gestión del modelo capitalista, y fomentan planteamientos de carácter idealista, distrayendo a la mayoría social de las verdaderas causas de la crisis capitalista, señalando posibles vías de salida que  favorecen a los intereses de la oligarqía y no a los de la clase obrera y sectores populares.

5)La necesidad que tiene la oligarquía de destruir fuerzas productivas acrecienta el peligro de guerra imperialista.
El sistema imperialista necesita de la guerra y la destrucción para garantizar la rentabilidad del capital. En un escenario de crecientes pugnas interimperialistas por el control de los recursos y los mercados, el recurso a la guerra está siempre presente. Lo hemos visto en los Balcanes, Irak, Afganistán y Libia, y se amenaza ahora a Siria e Irán. Consideramos fundamental que la clase obrera vuelva a levantar firmemente la bandera de la lucha contra la guerra imperialista, que no debe dejarse atrapar por los conflictos entre potencias imperialistas y debe plantear la alternativa socialista, única que permitirá a los pueblos convivir en paz.

6)La alternativa socialista se plantea como la única salida útil para los intereses del pueblo trabajador en su conjunto.
Las dinámicas propias del capitalismo están demostrando que no hay marcha atrás posible, que si el capitalismo sobrevive a esta crisis, será sólo bajo la premisa de que las condiciones de vida y trabajo del pueblo trabajador no serán como en el período tras la II Guerra Mundial, sino que serán mucho peores. En función de la capacidad de los destacamentos de vanguardia de la clase obrera para aplicar correctamente las conclusiones prácticas que se extraen del desenvolvimiento de la crisis, cada vez más y más sectores de la clase obrera irán elevando su conciencia y reconociendo su tarea histórica como sepultureros del capitalismo.

Camaradas, la realidad está confirmando nuestros análisis y la justeza de las posiciones marxistas-leninistas, pero el elemento determinante es nuestra capacidad práctica de combatir en los muchos frentes que hoy tenemos abiertos, en lo ideológico, en lo político y en lo organizativo. El PCPE plantea una serie de ejes básicos para esta etapa de las luchas en España:

-lograr la más amplia unidad de la clase en torno a los CUO:
en un momento de intensificación de los ataques, la clase obrera no puede responder desunida y dispersa en distintos paraguas organizativos cuyas cúpulas dirigentes han aceptado el modelo del pacto social y el compromiso. Para el PCPE la constitución de Comités para la Unidad Obrera (CUO) es una tarea prioritaria en estos momentos. Supone una apuesta por estructurar un frente clasista en el seno del movimiento obrero y sindical desde una triple perspectiva: la organización en el centro de trabajo, la asamblea como órgano decisorio y la unidad independientemente de las siglas sindicales a las que cada trabajador o trabajadora pueda pertenecer. Las experiencias que hasta ahora hemos tenido en esta tarea son esperanzadoras, pero los retos y las dificultades también son grandes.

-plantear la salida inmediata de todas las estructuras de carácter imperialista:
no sólo el movimiento obrero y sindical, sino toda la clase obrera y los sectores populares, han de tener una correcta orientación de sus luchas, y han de poder caracterizar autónomamente las estructuras que el enemigo de clase utiliza contra ellos mismos y contra los pueblos. En el caso de España, igual que en el resto de países aquí representados, hoy la caracterización de la Unión Europea es un asunto crucial que determina la orientación correcta de las luchas obreras y populares. No se puede negar que la Unión Europea es una unión imperialista al servicio de los monopolios, y que este carácter no es modificable, no es reformable. Bajo condiciones de capitalismo monopolista, toda unión interestatal se hace en interés del capital, no de los pueblos, es ésta una parte básica del análisis leninista sobre el imperialismo que nunca podemos olvidar, y que está completamente vigente. La necesidad de mejorar la posición relativa en la cadena imperialista mundial no es una necesidad de la clase obrera, es una necesidad de los capitalistas.

-fortalecer al Partido Comunista, reforzando su carácter bolchevique y su unidad ideológica en torno al centralismo democrático y el marxismo-leninismo, como únicas garantías del desarrollo de una política autónoma de los y las comunistas. La corriente eurocomunista impregnó de una manera amplia las filas comunistas de nuestro país, llevando a buena parte de los sectores más conscientes de la clase a esas posiciones subsidiarias de la ideología dominante. La creencia en la democracia burguesa como democracia abstracta y despojada del carácter de clase; el concepto de violencia desde la visión de la burguesía, invisibilizando la violencia de la explotación del proletariado como violencia diaria e intrínseca del sistema; y, en última instancia, la renuncia a la toma del poder como una acción revolucionaria fuera de los consensos del sistema dominante, fueron los ejes fundamentales para el desarme político e ideológico de la acción revolucionaria.

-redoblar la lucha ideológica en todos los frentes: las medidas promovidas por la UE y aplicadas por los distintos gobiernos tienen que ser quebradas también en el ámbito ideológico. Es esencial que las masas entiendan que este tipo de medidas no son la única alternativa posible, sino que está la posibilidad de luchar por la toma del poder, el derrocamiento del capitalismo la construcción del socialismo-comunismo. La elevación del nivel de conciencia de la clase obrera y los sectores populares depende también de la capacidad con la que los y las comunistas seamos capaces de confrontar con las expresiones políticas y organizativas de la pequeña-burguesía y de las capas medias que, en pleno proceso de proletarización, reaccionan mediante mecanismos poco efectivos para una lucha sin cuartel contra el capitalismo, y generalmente contradictorios con las herramientas clásicas del movimiento obrero: el Partido Comunista y el sindicato.

Camaradas, para finalizar, permitidme señalar otro elemento que es hoy de una importancia capital en las luchas que tenemos por delante. Es necesario que el Movimiento Comunista Internacional se fortalezca. Es esencial que los partidos comunistas y obreros desarrollemos al máximo nuestro ejercicio del internacionalismo proletario y nos apoyemos mutuamente en las duras situaciones que enfrentan nuestra clase y los sectores populares de nuestros países respectivos. Para el PCPE, la reconstrucción del Movimiento Comunista Internacional desde la óptica del marxismo-leninismo pasa invariablemente por la superación de las dinámicas de anquilosamiento y parálisis que hoy atenazan a muchos de los partidos comunistas y obreros, y que impiden que seamos capaces de avanzar todo lo rápido que podríamos en la reconstrucción de la Internacional Comunista, verdadera arma internacional de la clase obrera revolucionaria para confrontar con un enemigo de clase que actúa cada vez con menor respeto por las fronteras de los Estados.

El triunfo de posiciones revisionistas y oportunistas en el seno de muchos partidos comunistas y obreros han llevado a que éstos hayan perdido su capacidad de análisis autónomo, y a que se cubran bajo el manto de la retórica para detener la muy necesaria unidad del Movimiento Comunista Internacional. El PCPE participa activamente en todas aquellas iniciativas encaminadas a fortalecer y desarrollar al MCI desde una perspectiva revolucionaria, asumiendo que en el pasado nuestro movimiento cometió graves errores. Este fortalecimiento y desarrollo del MCI exige reconocer que el mismo se fue fraccionando debido a la operatividad de posicionamientos contrarios al marxismo-leninismo, anticienfícos o directamente contrarrevolucionarios, cuya operatividad hoy es escasa pero tendente siempre a dañar a quienes luchamos honestamente por la construcción del socialismo-comunismo en los planos teórico y práctico.

Camaradas, la respuesta obrera y popular en España es creciente. El próximo día 29 está convocada la segunda Huelga General en 1 año y medio, que las cúpulas sindicales pactistas han retrasado todo lo que han podido. Para el PCPE es una oportunidad de redoblar la dinámica de lucha, y así se trabaja por toda nuestra militancia, así como una oportunidad de ayudar a articular el Frente Obrero y Popular por el Socialismo que abrirá el camino para la Revolución Socialista en España, única salida para nuestra clase y nuestro pueblo.