El PCPE y la JPCE apoyan las movilizaciones contra la suspensión de las vacaciones escolares de noviembre

Oct 31, 2020 | Cantabria

  1. La suspensión de las vacaciones escolares de la primera semana de noviembre es una nueva chapuza e improvisación de la política contra la pandemia del Covid-19 del Gobierno de Cantabria en general, y de la Consejería de Educación en particular. Que dicha medida se anuncie con apenas dos días de antelación es el máximo reflejo de esta improvisación.
  2. Los argumentos de la Consejera de Educación, Marina Lombó, son totalmente absurdos. Cuando todos los expertos plantean que frente a la pandemia lo que debemos hacer es salir de casa lo menos posible y reducir al mínimo imprescindible los contactos sociales, Lombó sostiene que el alumnado cántabro está más seguro en centros educativos donde conviven cientos de personas que en su propio hogar. Como ejemplo, Bélgica, que también tiene una semana de vacaciones escolares ahora en noviembre, ha ampliado ese periodo a una semana más para aprovechar esos días para reducir contagios y que el alumnado se quede en casa.
  3. Tampoco es un argumento razonable plantear que gran parte del alumnado estaría en contacto durante estas vacaciones con sus abuelos y abuelas. Ya se conocía de sobra la posibilidad de que en otoño hubiera una segunda ola de la pandemia. Si las autoridades sanitarias querían evitar el contacto de niños y abuelos, la obligación de la Consejería de Educación y del Gobierno de Cantabria debería haber sido haber planificado alternativas para el alumnado que, por el horario laboral de sus padres, necesitase una alternativa.
  4. La gestión de la Consejería de Educación de Cantabria está siendo totalmente improvisada, contradictoria y basada en parches, en vez de tener un plan global de actuación frente a los efectos del Covid-19. No se han reducido ratios, no se ha aumentado apenas el profesorado, los medios materiales para garantizar la seguridad de alumnado y profesorado son los mínimos (en muchas aulas ni siquiera se mantienen las distancias de seguridad recomendadas) y apenas hay dotación para proporcionar medios informáticos al alumnado que lo necesita. La obligación del Gobierno de Cantabria debería haber sido una fuerte inversión en Educación y en el resto de servicios públicos.
  5. En el colmo de las contradicciones de esta Consejería, las instrucciones de inicio de curso planteaban tres escenarios educativos en función de la gravedad que fuera adquiriendo la pandemia: totalmente presencial, semi-presencial y totalmente en domicilio a través de medios telemáticos. Ahora, sin embargo, nos dicen que frente al aumento de contagios la solución es que el alumnado siga acudiendo a los centros educativos.
  6. La política del Gobierno de Cantabria está siendo totalmente errática: lo mismo invitan a la población madrileña a acudir a Cantabria durante el puente del 12 de octubre que ahora se toma esta decisión o se decreta el confinamiento de nuestra comunidad; lo mismo se invita a venir al turismo que semanas después se ponen duras restricciones a la hostelería. Lo que denota todo ello es la absoluta falta de un plan global y coherente de lucha contra la pandemia que ponga como máxima prioridad la salud, la potenciación de los servicios públicos y los derechos laborales y sociales de la clase trabajadora.
  7. Y, más allá de ello, se pone de manifiesto el grave menosprecio hacia la comunidad educativa, con una decisión improvisada y sin ningún tipo de consenso, que modifica algo tan importante como el calendario lectivo del alumnado y laboral del profesorado. No se ha pensado realmente en el bienestar del alumnado de Cantabria al suspender estas vacaciones, que los niños y jóvenes estaban esperando. En un año tan complicado, con tantas tensiones y preocupaciones, con la suspensión de actividades deportivas, estos días de vacaciones eran necesarias y muy positivas para la gran mayoría del alumnado. Incluso, como consecuencias añadida, muchas familias habían planificado días de vacaciones del trabajo para poder disfrutar con sus hijos de estos días. Si hay un problema de conciliación para muchas familias, esto era sabido con mucha antelación y las instituciones autonómicas y municipales deberían haber previsto las alternativas necesarias.
  8. Lo mismo sucede con el profesorado, que ya tenía planificado su trabajo, ritmos de exámenes, programaciones, etc, contando con un calendario aprobado hace meses. Y a ello, se une el mensaje, no pronunciado claramente pero si insinuado (por ejemplo en la carta que la consejera de Educación ha enviado a las AMPAs), de que el profesorado defiende su interés egoísta de tener más vacaciones. Esta campaña de desprestigio del profesorado, inconcible por estar alentada precisamente desde los máximos responsables de la Educación de Cantabria, ya viene de lejos con polémicas periódicas respecto al calendario escolar o los horarios de los colegios en los meses de junio y septiembre. La airada respuesta de gran parte del profesorado ante la suspensión de las vacaciones de noviembre es reflejo del hartazgo de muchos docentes ante esos desprecios y la falta de respeto a su trabajo que sienten.
  9. Igualmente se trasluce el menosprecio de la actual Consejería al modelo de calendario pedagógico de Cantabria, similar al utilizado en muchos países de Europa aunque sea la única comunidad de España en aplicarlo. Ya este curso 20-21 dio pasos hacia el regreso a las vacaciones tradicionales y la eliminación de la semana de noviembre es reflejo de dicha tendencia ¿O es que alguien cree que esta medida de suspender vacaciones se habría tomado en Navidad o Semana Santa? El PCPE defiende un calendario escolar basado en criterios racionales y pedagógicos, con descansos cada dos meses lectivos, que no será perfecto, pero desde luego es mucho más lógico que un calendario basado en las fiestas religiosas.
  10. El PCPE y la JCPE apoyan las movilizaciones convocadas desde diferentes sectores de la Comunidad Educativa de Cantabria, desde la concentración de este viernes 30 frente a la Consejería de Educación, hasta la huelga estudiantil convocada por el Colectivo de Estudiantes (Colest) para la próxima semana y las huelgas de profesorado.
  11. El PCPE y la JCPE seguiremos trabajando por el movimiento en Defensa de una Educación Pública al servicio del pueblo trabajador, movimiento que debe unir a todos los sectores de la Comunidad Educativa en defensa de una Educación totalmente pública, gratuita, de calidad, basada en criterios racionales y científicos, y dotada de becas y ayudas suficientes en una situación de crisis social y económica tan grave.