Durante muchos años la ciudad de Murcia ha vivido con el tren pasando por la superficie y cortando la ciudad en dos mitades, tres si contamos también el corte natural realizado por el río Segura y que se traduce políticamente en diferencias económicas y de servicios entre norte y sur de la ciudad. Ante esta situación es fácil aceptar las diferenciaciones y convivir con ellas sin darnos cuenta. Así que es necesario explicar por qué pedimos el soterramiento y cuáles son las consecuencias de no realizarlo.
Para empezar supone un impedimento al paso de servicios públicos como bomberos o ambulancias que en ocasiones tienen que decidir arriesgarse a cruzar las vías con la barrera bajada para cumplir con las emergencias que surgen y en las que una mala actuación significa una pérdida de vidas. Se produce el aislamiento del centro a una quinta parte de la población del municipio, una situación que empeorará con las actuales obras del AVE, por las peores comunicaciones por tierra y el servicio de autobuses. Los pasos a nivel de Murcia son los que más arrollamientos y atropellos mortales sufren siendo el paso de Santiago El Mayor el más conflictivo del Estado español.
Pero además, ¿qué suponen las obras del AVE, cuáles son sus consecuencias cuando se terminen y por qué deberíamos oponernos a que llegue a Murcia?
Primero tenernos el gasto desmedido que supone construir y mantener las vías. El coste medio de construir un kilómetro de vía de AVE es de 18 millones de euros y el de mantenimiento anual es de 100.000€. Por lo tanto podemos calcular que traer el AVE desde Alicante cuesta unos 1.440 millones de euros, lo que equivale a hacer el soterramiento casi 5 veces, y mantenerlo costará 8 millones de euros anuales.
Se están colocando las llamadas ‘pantallas transitorias’, cuya transitoriedad es dudosa, a pocos centímetros de las viviendas cercanas a la vía y los pasos a nivel se abrirán solo cada 10 minutos.
Se producirá también una drástica reducción de trenes de cercanías y media distancia a favor de los trayectos en AVE que son mucho más caros y no asequibles por la mayoría popular. Estos trenes son muy usados por estudiantes universitarios entre Alicante y Murcia para acudir a sus centros de estudios. Faltan, además, repuestos para los trenes antiguos y se producen muchas roturas de motores, sobre todo en verano.
Lo que los implicados en toda esta operación buscan es el desvío de fondos públicos a los bolsillos de los grandes oligarcas a través de obras públicas, sean o no útiles para la mayoría de la población.
Finalmente tenemos que hablar de los episodios de represión que se han producido estos días. Esta violencia no se produce porque el alcalde, el delegado de gobierno, etc, sea mejor o peor persona o esté más o menos dispuesto a cumplir la legalidad sino porque es necesaria para el cumplimiento de sus objetivos. Dicho de otra forma, sea del signo que sea, un gobierno del capital siempre defenderá los intereses económicos, sociales y políticos de una minoría parasitaria en contra de los del pueblo trabajador. Solo la clase obrera y las clases populares unidas contra el sistema capitalista pueden hacer cumplir sus legítimas reivindicaciones de mejores barrios, mejores servicios, mejores viviendas, etc.
Por eso desde el PCPE proponemos la creación de Comités de Unidad Popular en los barrios donde diariamente se tiene que luchar contra los ataques de la patronal y sus gobiernos como forma organizativa para luchar por nuestras legítimas reivindicaciones.
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