La declaración del estado de alarma por parte del gobierno de Pedro Sánchez demuestra la desesperación de un sistema alarmado por su ineficacia.

Mar 15, 2020 | Actualidad

El Secretariado Político del Comité Central del PCPE, ante la declaración del Estado de Alarma por parte del Gobierno, emite la siguiente DECLARACIÓN:

 

  1. Un gobierno al servicio del capital, no al servicio de las personas

La declaración del Estado de Alarma por parte del Gobierno de Pedro Sánchez es una respuesta desesperada, y en buena medida ineficaz, ante la constatación de la incapacidad del sistema político y social español para responder a las exigencias que se derivan de la crisis sanitaria que vive el país por la extensión del Covid-19.

Hasta el día de hoy este gobierno, y todos los mecanismos de poder juntos con él, han actuado sometidos a las exigencias de los intereses de la patronal y del capital financiero. Por ello no se han cerrado los centros masivos de trabajo, cuando la lógica sí ha llevado a cerrar el sistema educativo y las actividades que reúnan a determinado tamaño de grupos de personas. A la clase obrera se le mantiene en contacto directo durante toda la jornada de trabajo completa sin que se haya decidido ni una sola medida de protección, más allá de algunos consejos de lavarse las manos o mantener una distancia prudente. No se han implementado protocolos de higienización en los centros de trabajo, no se han cerrado centros de trabajo masivos que carezcan de garantías sanitarias, no se ha establecido un seguimiento eficaz de detección de síntomas de carácter universal, que sería fundamental para limitar las infecciones.

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  1. Un gobierno incapaz de tomar decisiones consecuentes

El gobierno no ha concretado ni una mínima metodología de detección y seguimiento del proceso de transmisión del virus. El sistema sanitario público se muestra incapaz de gestionar esta situación, se agotan las capacidades y se remite a que las personas que tengan síntomas se confinen en sus propias casas sin ningún tipo de atención médica personalizada. Los domicilios, y las residencias geriátricas, se convierten en focos de contaminación de todo el grupo familiar, puesto que no se ofrecen otros lugares distintos para pasar la cuarentena.

Esta situación impide el conocimiento detallado y el control del proceso de difusión de las infecciones y, por tanto, el sistema sanitario no dispone de medios para acotar, corregir y aislar los nuevos focos de infección. Tan solo cuando la situación adquiere una dimensión de graves daños y afecciones colectivas es cuando llegan las intervenciones, cuando una detección temprana y puntualmente localizada sería la vía más eficaz para combatir la enfermedad.

Al mismo tiempo ciertos sectores de la población empiezan a protagonizar conductas insolidarias, acaparamiento, desplazamientos geográficos y otros tipos de prácticas temerarias de riesgo. La sociedad capitalista individualista, insolidaria y consumista es una sociedad enferma que deja en evidencia sus grandes miserias en esta situación.

No necesitamos una declaración de Estado de Alarma, lo que el pueblo necesita es un Estado y un sistema político que, desde el primer momento y en toda situación, velen de forma absolutamente prioritaria por la salud del pueblo como derecho humano fundamental, sin ningún otro tipo de condicionantes.

 

  1. Décadas de aplicación de políticas económicas neoliberales dejan al pueblo indefenso

En un Estado donde los servicios sociales están profundamente debilitados y, sólo como ejemplo, en la mayoría de comunidades autónomas el tiempo de espera para el médico de asistencia primaria supera las dos semanas, cualquier emergencia social sobrevenida se convierte en un reto imposible de afrontar. Se les reclama una entrega heroica a las y los profesionales sanitarios, pero lo que debieran es estar trabajando todos en el sistema sanitario público español y no verse en la obligación de sobrevivir en el privado o emigrando como han hecho 8.395 enfermeras en los últimos 10 años según fuentes del Consejo General de Enfermería. Frente a este dato incontestable, que refleja el desmantelamiento de los siempre limitados servicios sociales en España, destaca el

dato de que en los últimos 5 años se ofertaron 12.521 plazas para Policía Nacional. La prioridad represiva del Estado queda patente con este dato.

 

En esta situación, los hospitales lejos de tener posibilidades de aplicar protocolos eficientes, enfrentan dificultades para mantener al personal sanitario a salvo del contagio. Aumentando más la presión que estos profesionales sufren hoy para responder a las demandas sociales.

 

  1. La aplicación de las medidas del Estado de Alarma tiene un profundo lastre

  1. La prioridad absoluta de la propiedad privada obligará al Estado a desembolsar fuertes sumas de dinero público para usar las instalaciones sanitarias privadas, ofreciendo el servicio que esos «hospitales», no solo se niegan a dar salvo previo pago, sino que, además, deniegan las compañías privadas de asistencia sanitaria

  2. La incapacidad del Estado para recurrir al uso del Big data, así como todos los medios que hoy ofrecen los avances científico-técnicos para ponerlos al servicio de las necesidades del Pueblo, demuestra que en el Estado burgués, todos estos avances sólo existen para el servicio de los monopolios para el desarrollo de sus negocios, y para una mayor alienación y control social

  3. La dictadura de los monopolios, y su ideología reaccionaria impuesta con todo tipo de violencias, ha mantenido un ataque continuado contra la conciencia de la clase obrera y los valores generados por ésta en décadas de luchas heroicas. Llevando, hoy, a una pérdida de referencialidades sociales de la misma clase obrera y a la imposición de valores egoístas fundamentados en la insolidaridad, el consumismo y la competitividad. Por ello la sociedad capitalista española vive hoy en una «ley de la selva», que propicia crecientes escenas de incivismo como son el delirante acopio, y, sobre todo, la usura estraperlista de unos sectores de la burguesía acomodada dispuestos a enriquecerse aprovechando la ocasión, a costa de las necesidades del pueblo en esta emergencia social.

 

  1. Esta pandemia se sumará a la crisis económica que ya estaba en proceso

La indudable dificultad económica que acarrea esta crisis sanitaria, para nada será la causa determinante del nuevo ciclo de creciente crisis económica en el que entramos. Solo será un factor añadido al desarrollo del nuevo ciclo acelerado de la crisis estructural del sistema capitalista en nueva crisis de sobreproducción que hará estallar todas las nuevas burbujas financieras creadas tras 2008

 

  1. El desarrollo social exige el avance hacia la sociedad socialista

El sistema capitalista se muestra un obstáculo para gestionar esta crisis sanitaria. En estos días determinados portavoces están planteando el seleccionar la atención y los medios entre las personas afectadas, despreciando a aquellas que tienen menos posibilidades de sobrevivir, un auténtico darwinismo social de carácter fascista. La patronal está ya tratando de aumentar sus ganancias a costa de especular con las necesidades urgentes de esta situación.

Comparativamente, mirando al Estado y la sociedad china, vemos un ejemplo de la diferencia entre la gestión del gobierno de la República Popular y el modelo social que la burguesía española nos impone. Queda evidente la superioridad de un sistema que conserva aún un grado de economía planificada, cuyas raíces arrancan de un proceso de revolución socialista, y que les ha permitido resolver exitosamente la emergencia sobrevenida de este nuevo coronavirus. Una sociedad donde el sistema económico de planificación ha hecho posible el cierre de fábricas y la participación de los trabajadores en el control de la crisis, una sociedad que también ha dado un alto protagonismo a la participación de las organizaciones de barrios y centros de trabajo, disponiendo de una utilización generalizada del Big Data, de sistemas de Inteligencia Artificial y de la última tecnología del 5G, al servicio del pueblo lo ha hecho posible.

Hoy el altísimo desarrollo de las fuerzas productivas mundiales, así como la internacionalización que se corresponde a tal desarrollo histórico, convierten a las relaciones capitalistas de producción en un obstáculo para responder a las demandas sociales de esta nueva fase de desarrollo de la Humanidad. El tránsito a la sociedad socialista es una exigencia y una necesidad del momento presente, y todas nuestras fuerzas se han de orientar en esa dirección, para abreviar todo lo posible el estado de necesidad y las carencias que el capitalismo no tiene ninguna posibilidad de resolver.

 

Por ello el PCPE, ante la ineficacia de las políticas de gobierno, y para responder en lo inmediato a la situación actual, exige la aplicación urgente de las siguientes medidas:

    • Nacionalización de todo el sector sanitario

La urgencia social de la crisis sanitaria impone de forma urgente: La nacionalización de todo el tejido sanitario existente en España y, consecuentemente, acabar con la sanidad privada y los conciertos económicos con ella

 

    • Control de precios e intervención

Control de precios de todos los productos de primera necesidad, sancionando con las máximas multas posibles la usura y el desabastecimiento por acumulación

 

    • Organizar la participación del pueblo

Propiciar la participación social de las organizaciones populares en Consejos Vecinales, que ayuden a las autoridades sanitarias y alimentarias a organizar el día a día en la vida de los barrios

 

    • Cierre de los centros de producción masivos

Cierre inmediato de los centros de producción en las zonas de mayor intensidad de desarrollo de la enfermedad, por ahora Madrid, Murcia, Bilbao, …… Intervención de los Comités de Empresa, en coordinación con las autoridades sanitarias, para el seguimiento de la salud de los colectivos obreros, y la decisión del cierre de los centros de trabajo en cuanto se produzcan síntomas de la enfermedad, sin mayor tramitación administrativa.

 

    • Garantía del 100% de los salarios a trabajadores/as cuya actividad laboral se paralice

Es inadmisible que los ERTEs que propicie la crisis sanitaria, devengan en perdida de salario para los trabajadores y trabajadoras y que, además, consuman paro.

La crisis sanitaria ni puede convertirse en un trasvase de rentas al capital, ni la rebaja de las reivindicaciones de la clase obrera. La exigencia del FMI para renunciar en «estos momentos» a la exigencia de la derogación de la contrarreforma laboral marca con claridad por donde van las intenciones de la patronal y de las organizaciones imperialistas.

El Plan de Contingencia que viene preparando el Estado únicamente atiende a las empresas. Exigimos un Plan de Contingencia que, sin consumir desempleo, asegure el equivalente al SMI a todos los trabajadores y trabajadoras fijos, fijos discontinuos o eventuales que pierdan su empleo por la crisis sanitaria. Igualmente solución para quienes trabajan en régimen de autónomos

 

    • Paralización inmediata de los gastos en compra de armamento

La emergencia social y económica exige la inmediata denuncia y paralización de todos los contratos relativos a la adquisición de armamento. Igualmente debe quedar paralizadas todas las misiones militares de España en el extranjero y la realización de maniobras militares. En concreto el PCPE exige la suspensión inmediata del operativo de la OTAN denominado Defender-Europe 20

 

    • Asignación inmediata de ayudas económicas sociales

Creación de un fondo de ayuda directa a los sectores de ingresos más bajos, situaciones de paro, hogares sin recursos, juventud en paro prolongado, mujeres con cargas familiares, etc. que garantice el acceso a los gastos vitales mínimos. Prohibición del corte de suministros de agua, luz y calefacción a estas personas.

 

LLAMAMIENTO:

 

El SP del CC del PCPE llama a las organizaciones del movimiento obrero y popular a:

  • Apoyar las medidas inmediatas arriba expuestas, y a convertirlas en bandera de movilización y lucha en la actual situación.

  • Desarrollar acciones individuales y colectivas de todo tipo para reforzar la solidaridad, la ayuda y el reparto de todos los medios a nuestro alcance para que estén disponibles para quienes tienen mayor necesidad de ellos.

  • Realizar un profundo debate social para que las ideas del cambio hacia un modelo social justo e igualitario vayan arraigando como una necesidad urgente para responder a las necesidades de la mayoría social.

 

PAN, TRABAJO Y JUSTICIA SOCIAL PARA EL PUEBLO TRABAJADOR POR EL CAMBIO SOCIAL, POR LA SOCIEDAD SOCIALISTA Y EL COMUNISMO

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